La vocación nacional de LA GRAN SALA SINFÓNICA
Este fin de semana, y a tablero vuelto, se inauguró una de las salas de conciertos clásicos más importantes de Latinoamérica.
El concertino Alberto Dourthé, quien ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile en 1991, espera que "al margen de que obviamente insistimos mucho en algo exclusivo para nosotros, también queremos que sea un lugar para todos. Las mejores orquestas internacionales van a poder tocar acá”, dice. MAUREEN LENNON ZANINOVIC [ levo en la orquesta 40 años. Partí con el director Víctor Tevah (1912-1988). Me tocó itinerar por varias salas. Esto es un sueño hecho realidad. Se cristalizó un anhelo”. Con estas palabras el intérprete de fagot José Molina (1951) revela sus primeras impresiones tras tocar en su nueva casa. Este fin de semana abrió la Gran Sala Sinfónica Nacional de la Universidad de Chile, en Vicuña Mackenna 20, en el centro de Santiago. Más de tres mil personas llegaron al magnífico recinto, en el terreno donde antes estaba la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Casa de Bello.
Rosa Devés, rectora de la Universidad de Chile, manifiesta a “Artes y Letras” que este espacio tiene, además de su calidad y excelencia objetivas, “un profundo valor simbólico porque viene a saldar una deuda del país con sus elencos patrimoniales, fundados hace más de 8 décadas y lo hace desde la universidad pública.
De esta manera, al entregar al país esta Gran Sala Sinfónica Nacional, honramos la visión de una nación”. El concertino Alberto Dourthé (1961) complementa que “Gustavo Basso, uno de los ingenierosa cargo del diseño acústico de la sala, participó en la habilitación de la Ballena Azul, en Buenos Aires. A ese nivel estamos y acá realizó un trabajo excepcional”. Añade que “yo no tengo un Ferrari, pero es como si estuviera manejando uno. La diferencia es abismal.
Esto es una maravilla, desde todo punto de vista y hace que tú mejores e individualizas de mejor manera los problemas”. Para este violinista no se puede perder la noción de lo que significó estar, desde hace alrededor de cuatro décadas, en el ex Teatro Baquedano, “una caja cuadrada casi sin resonancia.
Vicuña Mackenna es un lujo”. Dourthé, quien ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile en 1991, espera que esta sala tenga una vocación para la música en Chile y el mundo, “porque al margen de que obviamente insistimos mucho en algo exclusivo para nosotros, también queremos que sea un lugar para todos.
Las mejores orquestas internacionales van a poder tocar acá”. El concertino rememora que la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile tuvo su concierto inaugural el 7 de enero de 1941, bajo la conducción de Armando Carvajal, en el Teatro Municipal de Santiago. “Como es sabido, a raíz de una diferencia de opinión con Domingo Santa Cruz (fundador de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile), nos fuimos del Municipal. Hubo muchos intentos por tener un escenario propio, pero nada definitivo: el Gran Palace, el Teatro Caupolicán y el Teatro Astor, hasta que llegamos al Teatro de la Universidad de Chile. Lo asombroso de esta gran sala es que tiene acústica natural. Todo suena tan perfecto. Nada es amplificado”, concluye Alberto Dourthé.
La Obertura Festiva Op. 21, de Juan Orrego Salas, y la Novena Sinfonía, de Beethoven, fue el programa escogido para que la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico dirigido por Juan Pablo Villarroel asumieran formalmente en su nueva residencia.
A raíz de la repentina muerte de su titular, el maestro Rodolfo Saglimbeni, las tres funciones de apertura fueron lideradas por el músico Maximiano Valdés (1949). Este último, batuta titular de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, comenta a “Artes y Letras” que estamos “ante un hito musical.
Una apuesta de la Universidad de Chile y que permite que esta agrupación, que es la decana de las orquestas chilenas, mejore sus condiciones y se acerque a la realidad internacional”. A su juicio, este escenario de Vicuña Mackenna 20 será la sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile “y evidentemente esa es la prioridad. Sin perjuicio de esto, otras agrupaciones podrían tener la ocasión y la suerte de tocar aquí. Que se convierta en una sala para la ciudad de Santiago”, sostiene. Valdés sentencia que este nivel de calidad, en América Latina, solo es comparable a la Sala Sáo Paulo, en Brasil. “Estamos hablando de uno de los escenarios de conciertos más importantes del mundo”, cierra el conductor.
Retos y propuestas A Rodolfo Fischer (1967), director artístico de la Orquesta de Cámara de Valdivia, le tocó abrir en marzo, en el Teatro de la Universidad de Chile, la temporada 2025 de la Sinfónica Nacional. Señala que por sus dimensiones y características acústicas, puede surgir la tentación de programar en este flamante escenario principalmente repertorio sinfónico posromántico —como Strauss o Mahler—, que sin duda se beneficiará del espacio.
“Sin emBarbara Dragan: “La Gran Sala debería ser un lugar de resonancia”, no solo acústica, sino también social y emocional” La directora de orquesta alemana Barbara Dragan, quien asumirá un nuevo cargo en el CEAC, artistic advisor, explica a "Artes y Letras” que el rol de asesor artístico aún está en desarrollo. "Lo estamos creando juntos, en diálogo. Lo veo como una oportunidad para aportar ideas e impulsos que fortalezcan la identidad artística de la orquesta.
No se trata de imponer una visión desde afuera, sino de nutrir algo que ya está vivo y lleno de potencial”. Como parte de su nuevo papel, conducirá dos programas en la Gran Sala Sinfónica Nacional. El 29 y 30 de agosto, además de "La Consagración de la Primavera” de Stravinsky, abordará el estreno en Chile del Concierto para clarinete, de Giancarlo Castro.
El 5 y 6 de septiembre, en tanto, junto al Coro Sinfónico, liderará "Ruslan y Lyudmila”, de HARRISON PARROTT Glinka; el Concierto para piano N? 3, Op. 26, de Prokófiev (solista Luis Alberto Latorre) y el estreno en Chile de “El festín de Baltasar”, de William Walton. —¿ Cómo imagina el futuro de la Gran Sala Sinfónica Nacional? "La Gran Sala debería ser un lugar de resonancia, no solo acústica, sino también social y emocional. Un espacio donde todo tipo de personas se sientan bienvenidas a diario, y donde la música refleje la complejidad y la belleza del mundo en el que vivimos.
Me encantaría verla convertida en un centro creativo de encuentro, de toma de riesgos y de comunidad: un latido cultural de la ciudad, donde la tradición se encuentra con la innovación y donde la gente viene no solo a escuchar, sino a sentirse viva”. UN HITO MUSICAL | Aporte de la Universidad de Chile CARLA PINILLA Alberto Dourthé es concertino. CARLA PINILLA Helmuth Reichel estará en agosto.
CARLA PINILLA José Molina es intérprete de fagot. bargo, es fundamental que la orquesta explore una programación variada, que incluya también el repertorio clásico y otros estilos, de modo que pueda desarrollar un sonido propio y construir un equilibrio orgánico entre sus distintas secciones”. Fischer se pregunta si está pensada exclusivamente para el gran repertorio sinfónico. Su respuesta es tajante. “Absolutamente no. Muy por el contrario, debe ser un espacio abierto a toda clase de repertorios: desde el barroco hasta la creación contemporánea, pasando por música de cámara, ensambles de nuevos medios e incluso propuestas interdisciplinarias.
Lo ideal sería que esta sala no solo se consolide como un referente nacional, sino que también se integrara a un circuito sudamericano de salas de excelencia, junto con ciudades como Sáo Paulo, Buenos Aires y ahora, por fin, Santiago”. Helmuth Reichel Silva (1983), director titular de la Orquesta de la Universidad de Dresden (Alemania), debutará el 8 y el 9 de agosto en la Gran Sala Sinfónica Nacional con un programa que incluye, entre otras piezas, “Nocturnos”, de Claude Debussy. Espera que, a futuro, en Vicuña Mackenna se pueda programar al austriaco Anton Bruckner (1824-1896). “Es una música que está pensada, consciente e inconcientemente por el compositor, para ser interpretada en lugares espaciosos. Una acústica más seca, como el ex Teatro Baquedano, no permitía escu Char bien sus sinfonías”. Reichel agrega que los modelos de las salas más importantes en Europa “tienen temporadas con orquestas invitadas. Eso sin duda hay que hacerlo, porque genera ingresos.
Hasta hace seis años, las grandes orquestas llegaban al Teatro del Lago y CorpArtes, pero hoy es así, por eso es tan relevante contar con una sala que tiene, además, este nivel sonoro de excelencia”, apunta el director chileno.
Juan Pablo Aguayo (1975) Thomann también se refiere a la vocación ciudadana de la Gran Sala Sinfónica Nacional y adelanta que es parte de la planificación poder abrir el espacio y, para ello, ya está cerrando calendarios.
“Queremos que sea embajadora de los elencos nacionales, pero también nos interesa que sea la casa de los elencos internacionales que necesitan un hogar fuera de su país”. Junto con ello, explica, un desafío será la sustentabilidad y están contemplados arriendos en los distintos espacios de Vicuña Mackenna 20. “Hemos notado que la Gran Sala Sinfónica Nacional ha despertado un enorme conducirá, el 14 y 16 de agosto, el Programarse: interés por parte de distintas agruprograma familiar “La historia paciones”, acota.
De la orquesta”. Considera que | GRAN SALA Al preguntarle por el relevo del “todos los músicos chilenos de- | SINFÓNICA director titular, tras el fallecimiento berían tener la oportunidad de | NACIONAL de Rodolfo Saglimbeni, la directora tocar en esta muy buena acústica, por lo que esta sala debiera estar abierta a la mayor cantidad de orquestas regionales”. Instalada en una de las nuevas butacas, Dominique Thomann, directora del Centro de Extensión Cultural de la U. De Chile (CEAC), reconoce que está viviendo un lindo momento. “Llevo un año y nueve meses en este cargo y es una emoción, también como intérprete, haber acompañado el proceso y, por supuesto, disfrutar la afinación.
Como estudié viola y he tocado con muchas orquestas, esa experiencia me ayudó a aportar en los detalles finos de la sala”. La profesional aclara que el aforo total de la Gran Sala Sinfónica Nacional es de 1.078 butacas, de las cuales 8 son de accesibilidad universal (para hacerse una idea, 986 asientos tiene el Teatro de la U. De Chile). “Acá hay más aforo y tiene la posibilidad de ampliarse y llegar a 1.200. Las butacas rodean a la orquesta y eso es fantástico.
Es una experiencia distinta y permite visualizar al director y alos músicos desde distintos ángulos”. Programa: Vicuña Mackenna 20 Próximo concierto: 18 y 19 de julio con el director Josep Caballé. 19:30 horas “Una noche en el Monte Calvo”, de Mussorgsky; Concierto para violín en re mayor, Op. 35, de Korngold; y Danzas sinfónicas, Op. 45. de Rachmaninoff Más información en www.ceacuchile.cl del CEAC expresa que se tomarán el tiempo necesario en la búsqueda y que, tras una votación de los propios integrantes de la orquesta, durante lo que queda del 2025, contarán con una artistic advisor: la germana Barbara Dragan (ver nota relacionada), exdirectora asociada de la Orquesta Nacional de Francia y quien en marzo debutó con la Sinfónica Nacional de Chile. “Ella tuvo una muy buena recepción y, desde mi perspectiva, como consejera va a aportar mucho en esta etapa de transición. Barbara va a dirigir dos conciertos”. Dominique Thomann también se explaya en el repertorio que se podrá escuchar durante los próximos meses y en su adaptabilidad al nuevo escenario. “Probaremos diversos períodos musicales junto a grandes instrumentistas. Tendremos solistas en violín, piano y guitarra. Buscando distintos colores y un repertorio amplio: románticos, clásicos y bastante música chilena. Es una propuesta variada para ver cómo las obras suenan en esta sala. Esta primera temporada será bastante decidora de cuánto y cómo nos podremos proyectar”. MACARENA PÉREZ Rodolfo Fischer ha dirigido la Sinfónica.
Lo ideal sería que esta sala no solo se consolide como un referente nacional, sino que también se integrara a un circuito sudamericano de salas de excelencia, junto con ciudades como Sáo Paulo, Buenos Aires y ahora, por fin, Santiago”. RODOLFO FISCHER Queremos que (la sala) sea embajadora de los elencos nacionales, pero también nos interesa que sea la casa de los elencos internacionales que necesitan un hogar fuera de su país”. DOMINIQUE THOMANN Otras agrupaciones podrían tener la ocasión y la suerte de tocar aquí. Que se convierta en una sala para la ciudad de Santiago”. MAXIMIANO VALDÉS