Escuelas desbordadas
Escuelas desbordadas Señor Director: Mientras la Superintendencia de Educación multa con $4 millones a la Municipalidad de Temuco por medidas de seguridad consideradas "ho reglamentarias", en San Pedro de la Paz tres delincuentes armados irrumpen en una sala de clases y disparan a tres estudiantes. Ambos hechos reflejan una desconexión alarmante entre las decisiones institucionales y la realidad que viven hoy nuestras comunidades escolares. Las políticas públi cas están al debe: no solo en prevención, sino en comprensión. Una escena de terror que, lejos de ser aislada, refleja la fractura estructural que vivimos: escuelas desbordadas, docentes sin herramientas reales y comunidades enteras enfrentadas a un abandono emocional sistemático. No sirve sancionar a quienes intentan proteger como pueden. No basta con discursos que exigen sin entregar recursos ni contención. La infancia necesita más: necesita cuidado, comunidad y coraje político. Si queremos transformar esta crisis, debemos dejar de responder desde la burocracia y empezar a actuar desde una ética del cuidado. Necesitamos un nuevo paradigma educativo: uno que enseñe a sentir, a vincular, a reparar. Porque sin vínculo, no hay empatía. Y sin empatía, no hay futuro. TANNIA GORAYES F. Abogado.