COLUMNAS DE OPINIÓN: Aprendamos de XI
COLUMNA DE OPINIÓN Aprendamos de X1 “Para promover la prosperidad común, no podemos caer en las políticas populistas de América Latina, que han alimentado un grupo de gente floja que recibe recursos sin entregar nada. Como resultado, las finanzas públicas se han deteriorado, llevando a estos países a caer en la trampa del ingreso medio. Cuando los beneficios sociales suben, nunca bajan”. Corría 2021, cuando Xi Jinping se despachó estas candentes declaraciones. Con su crítica al llamado welfarism —referido a las políticas masivas de ayuda ala población que promueven la flojera y comprometen las finanzas públicas—, Xi removió el tablero.
Es que estas reflexiones son de la mayor profundidad, no solo porque provienen del líder del Partido Comunista de China, sino porque reflejan una resistencia ideológica profunda a la lógica de dependencia estatal que abunda en muchos países. Este debate cae como anillo al dedo en el Chile actual.
Después de años donde todo pareció solucionarse con transferencias del Estado (y con los retiros), la guerra comercial es una ocasión propicia para alimentar nuevamente el monstruo. ¿Estamos en una nueva crisis? ¿ Estamos preparados para enfrentarla? ¿ Cuál es el espacio fiscal para gastar? Siempre es válido (y necesario) evaluar la solidez de las cuentas fisSebastián Claro Preocupante es que la manera de enfrentar esta coyuntura sea preguntarse cuántos fondos soberanos quedan.
Cales, especialmente cuando el mundo atraviesa por un momento turbulento, pero también es fundamental guardar las proporciones en el análisis, no solo respecto del tamaño de la crisis, sino también de los mecanismos para enfrentar los ciclos económicos. Es evidente que las medidas proteccionistas en Estados Unidas —y la incertidumbre que de ellas se deriva— tendrán efecto sobre la economía mundial, pero por ahora estamos lejos de una crisis mayor. Como referencia, mientras en 2009 la actividad económica mundial cayó 0,4% y en 2021 cayó 2,7%, el Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento mundial de 2,8% para este año. Nada dramático, todavía. En Chile, el Ministerio de Hacienda tampoco parece ver en los sucesos recientes una causa importante de desaceleración, y ha mantenido su proyección de crecimiento. Pero más preocupante aún es que la manera de enfrentar esta coyuntura sea preguntarse cuántos fondos soberanos quedan, como si financiar un nuevo IFE fuera la opción para evaluar. Así lo trasunta la pregunta sobre municiones fiscales. La pura insinuación de que un menor crecimiento requiere programas de transferencias da cuenta del problema de welfarism descrito por Xi. El debate sobre el espacio para gastar más es inconducente, porque no estamos en una crisis que lojustifique, porque no hay plata y porque el camino de la dependencia nos lleva a la perdición. Si desea comentar esta columna, hágalo en el blog.