Autor: EDUARDO OLIVARES C.
“Dios es libertario” y “Milei es mi discípulo”: el académico que llenó salas en Chile con su provocador discurso anarcocapitalista
“Dios es libertario” y “Milei es mi discípulo”: el académico que llenó salas en Chile con su provocador discurso anarcocapitalista grabadas una parte del discurso que dio Milei en Davos. Allí el argentino expone que “el mercado no es una curva de oferta y de demanda en un gráfico.
El mercado es un mecanismo de cooperación social donde se intercambia voluntariamente”. El profesor Huerta de Soto, ante sus alumnos, arruga la frente... “Hombre, esto de mecanismo a mí no me gusta; yo habría puesto un proceso, pero bueno, tampoco se le pueden pedir peras al olmo”. No al Estado Mientras habla sin parar en esta sala en la UDD, antes de su charla en un aula magna que se está llenando, sus ideas se tornan sintetizables: cree que el Estado no debe existir. Es el punto de partida desde el cual se articula todo lo demás. Dice que sus críticos “piensan que si no existiera el Estado, pues no habría ni hospitales, ni carreteras, ni educación, ni servicio público. Y se equivocan radicalmente, porque sí los habría. Y, además, serían de mucha más calidad, mucho más baratos y proporcionados moralmente”, recita.
Prosigue: “Es imposible que el Estado pueda cumplir aquello que promete Y es imposible por el teorema de la imposibilidad del socialismo, articulado en su primer momento por Mises, por razones de tipo epistemológico, que usted ha mencionado: es imposible que el Estado se haga con la información o el conocimiento que necesita para dar un contenido coordinador a sus mandatos”. Lo suyo es el apriorismo praxeológico defendido por Ludwig von Mises. Apriorismo porque las leyes económicas son a priori, es decir, antes de que parta una experiencia empírica.
Praxeológico porque deriva de praxis acción humana, que indica que las personas actúan con sentido de propósito (no mecánico). Desde esa base, esta escuela deduce que toda planificación estatal está condenada al fracaso porque carece del conocimiento disperso que solo los individuos generan en libertad.
Varios de estos postulados de Huerta de Soto académico en la Universidad Rey Juan Carlos, doctor por la Universidad Complutense de Madrid y con títulos de doctor honoris causa en poco conocidos planteles de Guatemala y Rumania aparecen en la revista “Cuadernos para el avance de la libertad”. El más reciente es un suplemento fechado el 24 de abril con el contenido de un discurso en Buenos Aires llamado “La batalla cultural en la ciencia económica”. Un retrato de sí mismo, de Jesús Huerta de Soto, es la foto de portada. “Está el argumento definitivo: el Estado es violencia, es coacción, es multas”, comenta ahora. “El estatismo no solo es innecesario ni teóricamente imposible. Es, sobre todo, inmoral”. Su revista es una publicación de la Fundación para el Avance de la Libertad, en España. Esa entidad recibe subvenciones del gobierno de Castilla-La Mancha, del Ministerio de Trabajo del gobierno español y de fondos de la Unión Europea. Ciencia pseudociencia Huerta de Soto invierte los principios tradicionales del método científico. ConsiJesús Huerta de Soto, académico de la Universidad Rey Juan Carlos, visitó la Universidad del Desarrollo el lunes. Dio una charla en su aula magna. dera “pseudociencia” a la economía neoclásica por apoyarse en la evidencia empírica. En rigor, la Escuela Austriaca impulsa la “libertad” tanto como la Escuela de Chicago, pero los separa el ancho río filosófico de la epistemología, del cómo sabemos que sabemos algo.
A diferencia de los modelos econométricos de equilibrio general o de las teorías monetaristas como las de Milton Friedman, que asignan roles a instituciones estatales como los bancos centrales, la Escuela Austriaca considera que el precio de un bien es subjetivo y dinámico: solo el individuo puede asignarle valor, y ese valor cambia constantemente. Por eso, rechazan que el comportamiento humano se pueda modelar o anticipar por medio de fórmulas estadísticas. Karl Popper, uno de los liberales más influyentes del siglo XX admirado por Mario Vargas Llosa, entre otros, era visto por Ludwig von Mises como un “inocente útil” del estatismo.
Huerta de Soto reconoce la relevancia filosófica de Popper, pero rechaza su influencia metodológica en economía, en particular por promover la falsación (principio según el cual una teoría es científica solo si puede ser refutada con observaciones). A su juicio, Popper encarna la “ingeniería social” basada en estudios empíricos, lo cual afirma “constituye la esencia de las corrientes pseudocientíficas y reaccionarias de sesgo más estatista en nuestra disciplina”. ¿Cómo sería un futuro en que el Estado no existe? La siguiente es la manera científica en que se expresa Huerta de Soto: “Depende de un conocimiento empresarial que todavía no ha sido creado.
Y habría una riqueza de soluciones a los problemas que ni siquiera podemos imaginar, de geometría variable a la hora de adaptarse a todas las realidades... ”. *** “Dios es libertario”, escribió Huerta de Soto hace ocho años y repitió en un evento en Libertad y Desarrollo el martes ante Carlos Cáceres, exministro de Hacienda y expresidente del Banco Central en el régimen militar.
“Significa que, siendo Dios, Señor de todo el Universo, que tiene el poder absoluto sobre la Tierra y el resto del Universo, decide no utilizar la fuerza, sino que siempre deja en libertad a sus creaturas. Hasta el punto de que les deja la libertad de que se rebelen contra Él”, redactó. Antes de aquella exposición, aquí, en esta oficina en la UDD el lunes, cuenta que hace 25 años había sido su única visita previa a Chile. Fue en este país donde asegura que declaró su apostasía respecto de la economía neoclásica al estilo Escuela de Chicago.
Ese liberalismo clásico era “teóricamente imposible” y sus seguidores, unos “tibios” (como los llamó en Libertad y Desarrollo). “El liberalismo clásico es el minarquismo”, prosigue aquí en su monólogo. ¿Le habrá dicho todo esto a Johannes Kaiser, el candidato presidencial a quien visitó el mismo martes? El diputado nacional libertario, después de todo, propone reducir, pero no eliminar, el Estado. “Otra cosa luego es que si alguien quiere dedicarse a la política”, expresa Huerta de Soto. “Me da lo mismo que sea Milei, Víctor Espinosa (jefe del programa económico de Kaiser), Johannes Kaiser, quien sea. Es muy meritorio. Van a inmolarse. Van a destrozar su vida metiéndose dentro del sistema. Pero bien, ayudémosles en la medida de lo posible. Yo no soy político. Soy académico. Y no concedo entrevistas”. “No concedo entrevissube el ascensor en tas desde hace 40 años”, dice mientras la Universidad del Desarrollo (UDD), minutos antes de su charla el lunes. Solicita los temas sobre los cuales uno quisiera hablar.
Escucha dudas sobre el rol del Estado, si acaso el propio Javier Milei es un minarquista defensores de un Estado mínimo, si acepta el tiranicidio como lo proponía el escolástico español Juan de Mariana, qué validez epistemológica tiene la Escuela Austriaca de Economía, cómo observa la difusión de esas ideas por parte de los hermanos Kaiser. Hace como que memoriza las consultas. “Le quiero decir que sus preguntas son las normales, están muy bien y justificadas, etcétera. Entonces, si le parece a usted, ahora voy a hacer un monólogo que, como me está grabando, le puede servir de base.
Pero lo que sí que le rogaría es que usted con eso puede montar como quiera, como una entrevista, etcétera, que responda con lo que le he enviado en las separatas”. Se refiere a su email mandado una semana antes con 13 artículos de la revista Cuadernos para el avance de la libertad: son monólogos y también un homenaje de otros autores a él, a Jesús Huerta de Soto.
Parte con un cliché: “Estamos en un momento histórico”. Las “ideas de la libertad” de la Escuela Austriaca de Economía se esparcen con más fuerza por el mundo, sobre todo entre jóvenes, y “especialmente se debe a la figura del Presidente de la nación argentina, mi dilecto discípulo Javier Milei”. Recuerda que los escolásticos españoles del Siglo de Oro fueron los precursores de la Escuela Austriaca con su aversión, por ejemplo, a los impuestos. “El gran padre Juan de Mariana decía que no solo era lícito asesinar al tirano, sino que había la obligación moral de asesinar al tirano”, afirma Huerta de Soto mientras levanta puños y cejas.
Las conversiones En un homenaje a Milei en Madrid en junio de 2024, Huerta de Soto felicitó a quienes, “con franqueza y lealtad, al final tienen el coraje moral y la honestidad intelectual para dar el paso de reconocer sus errores, convertirse y abrazar el ideal de la libertad”. Milei sería un converso y ahora lo más parecido a un profeta. “Ha jugado un papel esencial Milei”, dice el académico español ya situado en abril de 2025. Está sentado, vestido de impecable traje, con un maletín negro a su lado. Cuando habla hace gestos como de quien se regocija de lo que escucha, que en este caso es a él mismo.
“A nivel de la calle en Argentina no sé lo que pasará aquí en Chile, en España, en Europa, etcétera, que el término anarcocapitalismo se considere la cosa m á s n o r m a l d e l mundo ya es un avance de pasos agigantados.
Que los chicos jóvenes se hayan leído y conozcan las obras de Mises, Hayek, Rothbard, Kirzner y un servidor es algo que, vamos, tiene valor incalculable”. *** M e s e s a t r á s. Huerta de Soto lee durante una de sus clases videoANEVARAROTC EL PASO POR SANTIAGO DE JESÚS HUERTA DE SOTO. Es uno de los grandes difusores contemporáneos de la Escuela Austríaca de Economía, que rivaliza con la Escuela de Chicago respecto del rol del Estado. Considera “tibios” a los liberales clásicos y se juntó con Johannes Kaiser. EL PASO POR SANTIAGO DE JESÚS HUERTA DE SOTO En un auditorio lleno, Huerta de Soto estuvo con Carlos Cáceres en Libertad y Desarrollo el martes. É H