Autor: Antonia Bordas, Consejo de
Columnas de Opinión: Gestión de residuos domiciliarios, un desafío
Columnas de Opinión: Gestión de residuos domiciliarios, un desafío ColumnaPolíticas de Infraestructura[a gestión de residuos domiciliarios en Chile enfrenta desafíos urgentes relacionados con la falta de infraestructura adecuada, gobernanza ineficiente y escasos incentivoseco-nómicos para promover el reciclaje yla economía circular. La solución requiere una política públicasólida, queintegre esfuerzos multisectoriales, fomente la participación ciudadana y garantice condiciones laborales dignas para los recolectores. Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, en el país se generan alrededor de 8,1 millones de toneladas de residuos sólidos domiciliarios al año y, de ese volumen, menos del 5% esreciclado. Esto demuestra que existe una falta de infraestructura suficiente parala separación en origen, la recolección diferenciada y el procesamiento de materiales reciclables. Uno delos principales problemas esla dependencia delos vertederos y rellenos sanitarios, que reciben más del 90% delos desechos.
Chile cuenta con 130 sitios de disposición final, pero muchos están alcanzando el fin de su vida útil, lo que genera crisis como la de Ancud, donde los residuos deben ser transportados cientos de kilómetros al norte, hasta Los Ángeles. Esto pone en evidencia la urgencia de contar con una planificación territorial efectiva. Otroaspecto clave esla planificaciónterritorial, fundamental parala localización estratégica de rellenos sanitarios y estaciones detransferencia. La ausencia de planificación ha provocado que muchas comunas se resistan a la instalación de estas infraestructuras. Por eso, es vital la participación ciudadana y criterios am-bientales que minimicen los impactos. Además, es urgente tomar medidas, pues los proyectos deinfraestructura en este ámbito pueden tardar añosen materializarse. La falta de acción inmediata sólo agravarála crisis, generando problemas sanitarios y ambientales. El financiamiento es una barreracrítica. Actualmente, los municipios gastan más de $418 mil millones anuales en la recolección y disposición de residuos, peromás del 60% de la población no paga porel servicio. Sin recursos adicionales, resulta difícil transitar hacia un modelo más eficiente y sostenible. Además, es fundamental fortalecer la infraestructura dereciclaje, lo que incluyela instalación de más plantas de tratamiento, centros de acopio y puntos limpios. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor es un avance, pero su implementación aún requiere un apoyo estatal y municipal más robusto. Más allá de la infraestructura, la educación ambiental juega unrolclave. Es necesario fomentar hábitosresponsablesen la ciudadanía, promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje como pilares. Campañas educativas, incentivos económicos y sanciones pormala gestiónson herramientas que podrían contribuir agenerar un cambio cultural. Ensuma, vemos que la gestión de residuos en nuestro país requiere una combinación de infraestructura adecuada, normas efectivas y una ciudadanía comprometida. Sólo así podremos avanzar hacia un modelo sostenible, que reduzca elimpacto ambiental y mejore la calidad de vida..