Maestro de las escalas
Maestro de las escalas M atías Ruiz no concibe ejercer la arquitectura, su profesión formal, bajo parámetros convencionales.
Desde hace casi 20 años, su búsqueda ha estado marcada por la experimentación de formas, y la convicción de que para habitar el espacio es necesario abordar la disciplina bajo un enfoque que expande los conceptos de creatividad y diseño. "Mi obra, eso sí, sigue teniendo un alto poder de síntesis", define.
Bajo esa visión, desde sus inicios como colaborador en una oficina de arquitectura y, luego, como socio de un estudio especializado en construir segundas viviendas, ha sabido desarrollar además una colección de muebles, luminarias y objetos. "Es parte del completar un ciclo y también una extensión de los proyectos. Al resolver la casa sale de forma natural hacerse cargo de otras aristas, proponer más soluciones que me parecen coherentes", dice.
Hoy, como director de Matías Ruiz Arquitectos, oficina que fundó en 2018, sigue enfocado en consolidar un sello único, explorando y ampliando los ámbitos de acción de la arquitectura y el diseño, innovando a través de una estética que trasciende fronteras.
Ejemplos de ello son la lámpara Stick L120, aquella estilizada y sencilla luminaria colgante producida en madera, cordón forrado y cinta led con la que ganó una mención especial en el Salón del Mueble de Milán, y la silla M100, considerada un hito dentro del diseño nacional, con sus 90 metros de cuerda de polipropileno trenzado y 10 metros de barra de acero estriado. A 15 años de su creación, ahora es protagonista de "Tensión", muestra que hasta el 7 de junio presenta en Aqueveque Design Gallery (Av.
Nueva Costanera 3445). Esta no solo reúne una selección de piezas emblemáticas y recientes, sino que a través de un claro hilo conductor ofrece una lectura crítica sobre el acto de diseñar, llevando al límite los materiales, las formas y las escalas. "Todo lo que aquí está expuesto juega con la idea de la tensión: las cuerdas, que es lo más evidente; una lámpara que sube y baja, o un elemento en equilibrio que parece estar a punto de caer", ejemplifica.
Según comenta, no se trata solo de un Maestro de las escalas Con una trayectoria consolidada en el espacio liminal entre la arquitectura y el diseño, además de sus ganas de ir por más, Matías Ruiz se ha hecho de un nombre sólido en el medio.
A 15 años del debut de la silla M100, la muestra Tensión, que exhibe en la galería Aqueveque, arroja algunas luces sobre su pensamiento y la metodología que le permiten moverse con soltura entre ambas disciplinas. Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, Carla Pinilla G. ENTREVISTA El look de Matías Ruiz, obra de MO Studio, habla de su leivmotiv. Aquí, junto a la butaca M100, en su versión original con armazón de fierro estriado. En Ch. ACO 2025, junto con la galería Aqueveque, presentó esta otra versión de la famosa M100. Con la silla M100 Bold vuelve a innovar, dejando las uniones de su estructura de acero a la vista. A la derecha, una versión de M100 con estructura de cobre.. Maestro de las escalas Candelabros producto producto de un ejercicio ejercicio en torno a un tubo metálico y nociones de equilibrio equilibrio y tensión.
Como un telón de fondo neutro y armonioso armonioso debía entenderse su propuesta para la cafetería Lover (2024). “Warm”, calefactor de edición limitada (2023). Por su pasión por el diseño contemporáneo contemporáneo y la funcionalidad llegó a M200. asunto físico visible en uniones, pliegues o equilibrios forzados, sino de un tema conceptual: conceptual: el diseño como un acto de negociación negociación constante entre lo útil y lo simbólico, lo industrial y lo artesanal, lo local ylo global.
Así, esta exposición, centrada en su trabajo autoral, autoral, invita a entender el diseño como un espacio espacio de fricción, y conjuga distintas piezas de mobiliario y lámparas que hablan de objetos que van más allá de su función principal y del compromiso con la estética; revelan el pensamiento pensamiento y modo en que Ruiz trabaja (@matiasruizarquitecto). (@matiasruizarquitecto). Por su carácter inquieto, lúdico y atrevido, se ha movido constantemente entre ambas disciplinas, explorando lo estructural y lo sensorial sensorial en cada una de sus creaciones. “Estudié Arquitectura, y Diseño por malformación, por así decirlo. Me metí en eso por la ganas y la ansiedad que me produce la espera de una obra arquitectónica, que se demora tanto tiempo, mínimo dos años, entre proyecto, construcción y que se termina.
En cambio, el diseño me permite hacer algo mucho más rápido, rápido, liberar energía; en un par de meses tengo tengo un prototipo y mi ansiedad empieza a estar estar bajo control, aunque es muy probable que cuando llegue ese prototipo lo odie, y me meta meta a hacer otra cosa. Ahí paso de un diseño a otro hasta que todo va decantando.
Mi arquitectura arquitectura en este momento, principalmente viviendas sociales en edificios de altura, en distintas etapas de ejecución en lugares como como Cerrillos, Cerro Navia, La Florida, Copiapó, Copiapó, Viña del Mar, Chillán y Osorno también tiene esa tensión visual o un aspecto monolítico monolítico muy formal, una expresión limpia y rotunda rotunda que no necesita mucho más”, dice. VD w Esta casa, inspirada en una forma icónica y hecha en mampostería en piedra, está ubicada en Catapilco. Las lámparas, formalmente, hablan de geometría, funcionalidad, pureza y equilibrio..