Con igualdad de género construimos desarrollo sostenible
Con igualdad de género construimos desarrollo sostenible Natalia Ortega Osses.
Directora Corporación Nacional Forestal Región de TarapacáOpiniónEn un mundo donde la igualdad de género aún enfrenta retos significativos, la implementación del Programa de Buenas Prácticas Laborales con Enfoque de Género en la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de Tarapacá representa un paso crucial hacia la equidad en el ámbito laboral.
Este programa no solo se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU), sino que también responde a una necesidad urgente de transformar las dinámicas laborales en nuestro país.
La desigualdad de género en el trabajo se manifiesta de diversas maneras: brechas salariales, menor acceso a posiciones de liderazgo y un ambiente laboral que a menudo no favorece la conciliación entre la vida personal y profesional. La CONAF, al adoptar este enfoque, no solo reconoce estas disparidades, sino que también se compromete a crear un entorno más inclusivo y equitativo para todas las personas que forman parte de su equipo. Un programa de buenas prácticas laborales con enfoque degénero tiene el potencial de generar un cambio profundo en las organizaciones. Al establecer políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, la CONAF puede convertirse en un modelo a seguir para otras instituciones públicas y privadas. Esto implica no solo revisar las prácticas de contratación y promoción, sino también asegurar que los espacios de trabajo sean seguros y respetuosos para todos, independientemente de su género. Es fundamental que este programa se implemente de manera participativa, involucrando a los trabajadores en la creación de políticas y en la identificación de problemas. Escuchar las voces de quienes están en la línea de fuego es esencial para construir un ambiente laboral que realmente responda a las necesidades de todos. No debemos olvidar que la igualdad de género en el trabajo no es solo una cuestión de justicia social, sino que también tiene implicaciones económicas.
Según el estudio “Cerrar la brecha de género para impulsar la economía y productividad de América Latina” realizado por la OrganizaciónInternacional del Trabajo (OIT) para América Latina en marzo de 2024, las economías de la región que reportan menores brechas de género, también registran los mayores niveles de productividad laboral por hora trabajada.
“La integración de la mujer a los mercados laborales es esencial para incrementar la reserva de talento a la que las empresas tienen acceso en América Latina, así como para impulsar el desarrollo de sociedades más inclusivas donde cada persona tenga las mismas oportunidades de contar con un pleno desarrollo profesional. Asimismo, esto contribuye al crecimiento de la economía y de la productividad de un país” señala el informe de la OIT en una de sus principales conclusiones. El camino hacia la igualdad no es fácil, pero con iniciativas como la del Programa de Buenas Prácticas Laborales con Enfoque de Género, estamos dando pasos firmes en la dirección correcta. Sumémonos a este compromiso global con acciones concretas que aporten a un futuro más justo y equitativo para todos..