Autor: MARÍA TERESA CÁRDENAS M.
Premian a niños escritores respaldados por un Nobel
Premian a niños escritores respaldados por un Nobel Dirigido a alumnos de séptimo a cuarto medio, de colegios priv a d o s, p ú b l i c o s y subvencionados, no es casualidad que este concurso creado en 2015 por el área de responsabilidad social de La Ciudad y las Palabras lleve el nombre del premio Nobel John Maxwell Coetzee, quien a los siete años ganó su primer premio literario en el Rincón de los Niños, programa de radio de su país.
Fue así como escuchó con emoción su nombre a través de la emisora y a los pocos días recibió por correo “El pequeño tren”, un libro que conservó hasta pasados los 70 años, cuando donó todo su legado a la Universidad de Texas.
Después de participar en el ciclo de charlas que desde 2007 organiza el doctorado de Arquitectura y Estudios Urbanos UC, el escritor sudafricano radicado en Australia fue invitado a sumarse a este proyecto de índole social, lo que aceptó de inmediato y con gran generosidad.
“Pensé que si él venía a entregar el primer premio sería un gran estímulo y algo inolvidable para esos niños y niñas”, recuerda Loreto Villarroel, gestora de la iniciativa y quien h a m a n t e n i d o e l contacto con Coetzee. “Vino fielmente hasta que empezó la pandemia y luego no pudo realizar viajes tan largos”, señala. El concurso ya tiene siete años y ha sido apoyado por los sucesivos directores del doctorado: Fernando Pérez, José Rosas y Pedro Alonso.
Desde entonces, Coetzee se mantiene atento y envía sus discursos para la premiación, de lo que quedó registro en el libro “Coetzee y los niños escritores”, publicado en 2019 por Ediciones UC, donde también se recoge una selección de los cuentos premiados y finalistas.
SARBALAPSAL Y DADUICALmás las ocho menciones honrosas y los tres primeros lugares; asimismo, hubo una mención especial para Maximiliano San Martín, alumno de Chillán con discapacidad visual, quien participó con un cuento escrito en braille y recibió su diploma de manos del rector Sánchez. El concurso, sin embargo, comienza mucho antes de la recepción de los cuentos.
“Vimos el interés de los niños en participar y es por eso que realizamos talleres en todo el país, a través de una alianza con las Bibliotecas Públicas, desde hace cinco años, y con Viva Leer Copec, a partir de este año”, explica Villarroel.
Y más aún: “Realizamos talleres con arquitectos y a veces nos acompañan escritores o escritoras, como María José Navia, que dio una clase online para Yumbel, Punta Arenas, Coquimbo, Chillán y Molina, con foco en cómo se escribe un cuento”. Complementariamente, hacen salidas a terreno para acercar a los niños y niñas a la arquitectura y a su entorno. La primera fue con la guía del Premio Na-cional de Arquitectura 2023, Fernando Pérez, quien les mostró el Centro de Extensión del Campus Oriente, en el que él trabajó con un equipo de arquitectos. Luego hubo otra en torno a la ciudad y el paisaje, y en este caso fue organizada con la Fundación Vertical, que lidera Rodrigo Jordán. “Fuimos con cien alumnos a Río Claro, donde pudieron realizar actividades al aire libre, promoviendo el trabajo en equipo y la conciencia ambiental”, cuenta Villarroel. Y este año, los talleres presenciales se realizaron en La Reina, Maipú, Padre Hurtado, Pirque, San Ramón y Conchalí. Un prejurado, compuesto por arquitectos, periodistas y sociólogos, entre otros profesionales, es el encargado de evaluar los cuentos que llegan desde todo Chile. En el jurado final, que elige a los tres ganadores y las menciones honrosas, siempre hay un invitado internacional. Este año fue el escritor peruano radicado en España, Fernando Iwasaki, otro amigo de La Ciudad y las Palabras. El concurso empezó “en una comuna, después dos, luego se extendió al área metropolitana y finalmente a nivel nacional”, cuenta Loreto Villarroel.
Esta semana, ocho finalistas recibieron un reconocimiento en la ceremonia encabezada por el rector UC, Ignacio Sánchez, en la que también estuvieron presentes autoridades de la Facultad de Arquitectura y de las entidades colaboradoras, como “El Mercurio”. En ella se anunciaron ade-SARBALAPSAL Y DADUICAL. Esta semana culminó la séptima versión del concurso nacional de cuentos “John Maxwell Coetzee”, organizado por La Ciudad y las Palabras del doctorado de Arquitectura UC. Emilia Naranjo, alumna de Séptimo Básico del Colegio Dunalastair Valle Norte, obtuvo el primer lugar con el cuento “Un día en un simple barrio”. Aquí, ju J. M. Coetzee en la entrega de 2017. Ahora se mantiene atento al desarroll