Salvando a TikTok
Salvando a TikTok D onald Trump, en una de sus primeras actuaciones tras asumir, firmó una orden ejecutiva para retrasar por 75 días la entrada en vigencia de la ley que prohibiría TikTok en los Estados Unidos. La aplicación, con ventas por US$ 16 mil millones solo en ese país, es inmensamente popular entre los jóvenes. Había cesado sus operaciones días antes del cambio de mando, pero se puso otra vez en marcha ante la promesa de que él la apoyaría.
Aunque parezca extraño que se desee prohibir una aplicación tan popular, se debe poner en el contexto de las relaciones entre Washington y Beijing, y de la forma en que opera internet en China, en aislamiento del resto del mundo mediante cortafuegos (firewalls) electrónicos. Este aislamiento implica una forma de censura y control de la población, bajo el argumento de "proteger" a los ciudadanos chinos del espionaje exterior.
La reacción occidental --y especialmente de EE.UU. -ha sido la de prohibir artículos (como los teléfonos Huawei) y servicios chinos (como apps), sosteniéndose que podrían tener puertas traseras (backdoors) para transmitir información a Beijing o usarse para sabotear instalaciones esenciales.
Aunque TikTok prometió que los datos de sus usuarios norteamericanos no serían exportados a China en forma subrepticia, en realidad no podía garantizarlo, pues su matriz, Bytedance, es una firma china y una ley de ese país obliga a que las empresas entreguen información si lo solicita el gobierno. Irónicamente, en 2020, en su primera administración, Trump firmó una orden ejecutiva para prohibir TikTok. Esta no tuvo efectos pues fue detenida en los tribunales y luego revertida por otra orden, del Presidente Biden. Pero después, con apoyo bipartidista, comenzó a avanzar en el Congreso una ley para concretar la prohibición, a menos que los dueños vendieran la empresa a capitales que no fueran chinos. La ley, aprobada en marzo de 2024, les dio un plazo de 270 días. El problema era insoluble para TikTok, pues China tiene normas que impiden la exportación de tecnologías usadas por la aplicación (sugerencias de contenido, análisis de textos y reconocimiento de voz). Esto hacía imposible su venta. Sorprendentemente, en la última campaña electoral, Trump cambió de opinión sobre TikTok. Al parecer incidieron el éxito que le reportó utilizarla como herramienta proselitista y la posibilidad de que prohibirla favoreciera a Mark Zuckerberg, propietario de Facebook y a quien entonces consideraba su enemigo. Ahora, con su nueva orden ejecutiva, le ha dado un salvavidas. Esto no significa que la empresa esté a salvo, porque hay una ley que debe ser cumplida y no es claro que el Presidente pueda saltarse la voluntad del Congreso sin consecuencias. TikTok se ha convertido en un símbolo del conflicto entre China, los EE.UU. y otros países. India la ha prohibido, y muchas naciones europeas y de Oceanía impiden su uso en equipos que emplee el Estado. Por supuesto, China la ha prohibido desde siempre, y tiene su propia aplicación de videos cortos, sujeta a un control estricto. Se ha convertido en símbolo del conflicto entre China y EE.UU.. .. y de los giros de Trump..