Liceo calbucano
E Próxima acumplir 55 años, la histórica llegada de la Enseñanza Media a Calbuco todavía resuena con los ecos de ese primer repique de campanas. Fue entonces cuando una juventud llena deanhelos y esperanza recibió al ministro de Educación, Máximo Pacheco, para dar vida en 1970 al Liceo de Hombres de Calbuco, actual Liceo Politécnico. Han pasado losaños y fue gencia municipal de Rubén Cárdenas cuando se inició la tarea del anteproyecto que supliera las necesidades de un liceo para todos: integrador, científico-humanista y politécnico.
Después de al menos quince años, hoy, bajola atenta administración del alcalde Marco Silva, se logra dar el puntapié final para aprobar definitivamente todos los recursos comprometidos y los adicionales para la implementación de mobiliario y talleres.
Estos avances darán muy pronto la partida digna y merecida a una obra esperada por una ciudadanía y una juventud expectantes, Nace también, desde ahora, el compromiso de velar por el cuidado de una infraestructura moderna y acorde a los tiempos, que por cierto sería letra muertasino vieneacompañada del compromiso de liderazgos profesionales y humanos que conjuguen una simbiosis de calidad. Existe una doble responsabilidad también para los padres y apoderados, quienes, al confiar la educación hijos en un establecimiento emblemático, debenaportar lo queseconoce como “la primera escuela”: los aprendizajes del hogar. Estos valores se reafirman en las aulas, generosas en la formación de mejores personas y futuros profesionales, más allá del pórtico que los vio llegar y salir. Asílo hicieron cientos de generaciones pasadas que, muchas veces desde la precariedad material, hicieron de su estirpe humana un escudo para y Eduardo Nievas