Centenario de la Diócesis San José: "tiempo para agradecer y pedir perdón"
Centenario de la Diócesis San José: "tiempo para agradecer y pedir perdón" Fundada oficialmente el 18 de octubre de 1925, la Diócesis de Temuco acaba de entrar en los festejos de sus primeros cien años de historia, se trata de un arco temporal marcado por hitos y actos de fe.
Tal como lo dice el actual obispo, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, se inicia así un período para agradecer los dones y las personas, y también para pedir perdón por los pecados de la propia iglesia y ajenos. Eduardo Henríquez Ormeño eduardo.henriquez@australtemuco.cl E n vísperas de un histórico plebiscito, la promulgación de una Constitución y una elección presidencial, comienza a gestarse la creación del Obispado de Temuco. Es la década del 20, la capital de la Provincia de Cautín tiene 43 años y la comunidad católica de esta zona del país es sólo como una gobernación católica dependiente del Obispado de Concepción.
Sin embargo, gracias a la Bula "Notabiliter Aucto" firmada por el Papa Pío XI, el 18 de octubre de 1925 se da por creada la Diócesis San José, territorio pastoral que acaba de iniciar los festejos que realzarán sus primeros cien años de historia en esta, la "casa de todos", como lo expresa el actual obispo, monseñor Jorge Concha Cayuqueo.
Esa es la fecha fundacional: el 18 de octubre de 1925, por ello el 19 de octubre de 2024 se da por iniciado el "centenario", un camino de actividades conmemorativas cuyo programa será informado oportunamente a la comunidad en general. Si bien es allí donde comienza esta historia, existe un capítulo anterior que habla de la incorporación de la iglesia católica a esta parte del sur de Chile. Los archivos del Obispado de Temuco hablan en aquella antesala.
Los cronistas de la época cuentan que en los tiempos del Rey Felipe II de España, el mismísimo Pedro de Valdivia solicita al Papa Paulo IV la autorización para fundar dos nuevos obispados dentro del territorio que estaba bajo su jurisdicción: el de Santiago y el que se denominaría San Miguel de La Imperial (emplazamiento urbano que desaparecería para dar paso a Carahue). Eso ocurre el 22 de marzo de 1563.
Se trata de la primera diócesis de la zona, la cual tiene como obispo a Antonio de San Miguel y cuyo territorio abarca desde el Río Maule hasta el extremo sur, y desde el océano Pacífico al Atlántico. Allí permanece hasta que la sublevación del pueblo "araucano" derrota a los "conquistadores", y desaloja los pueblos y ciudades fundados al sur del Río Biobío.
FOTOS: OBISPADO DE TEMUCO / EL AUSTRAL Recién en los albores del siglo veinte la iglesia vuelve a tener representación en la Región de La Frontera, en 1908 para ser más precisos, y lo hace como gobernación del Obispado de Concepción.
Como se mencionaba, el año 1925 surge la Diócesis San José de Temuco, que para entonces cuenta con una iglesia catedral en la esquina de Claro Solar con Prat, justo frente a la Plaza de Armas y a pasos del Banco Alemán Trasatlántico, edificio que destaca la misma intersección, pero en la vereda de enfrente.
El primer líder de esta naciente diócesis es monseñor Prudencio Contardo Ibarra (1860 1950), un sacerdote nacido en Molina proveniente de la Congregación del Santísimo Redentor, que llega a Temuco 1920, quien trabaja primero como gobernador diocesano, es nombrado obispo el 15 de diciembre 1926, toma posesión del 3 de mayo de 1926 y se mantiene en el cargo hasta 1934. HUELLA DIOCESANA Allí comienza esta historia centenaria, en la cual ha habido nueve obispos y una serie de hitos que marcan el andar de estas casi diez décadas.
Con una superficie de 18 mil kilómetros cuadrados, que abarca toda la provincia de Malleco y unos 4 mil kms2 de Cautín, esta circunscripción eclesial ha desarrollado un trabajo permanente y comprometido con los valores del evangelio, evangelizando, a través de la entrega de misioneros, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y fieles laicos. A lo largo de estos cien años, son numerosos los hechos o hitos que han dejado una huella diocesana en este territorio.
Uno de ellos está estrechamente relacionado con la renovación del Concilio Vaticano II y otros dos, con los sínodos diocesanos de 1968 y 1995, "a partir de los cuales surgen las grandes directrices que han orientado la acción pastoral diocesana y que fueron la semilla de importantes experiencias pastorales que marcarían pauta en nuestro país, como los centros bíblicos, comunidades eclesiales y el diaconato permanente".. Centenario de la Diócesis San José: "tiempo para agradecer y pedir perdón" Prundencio Contardo Ibarra, C.SS.R. (1925-1934) Alfredo Silva Santiago (19351939) Augusto Osvaldo Salinas Fuenzalida, SS.CC. (1939-1941) Alejandro Menchaca Lira (1941-1960) Bernardino Piñera Carvallo (1960-1977) Sergio Otoniel Contreras Navia (1977-2001) Manuel Camilo Vial Risopatrón (20012013) Héctor Vargas Bastidas, S.D.B. (2013-2022) Jorge Enrique Concha Cayuqueo, OFM (desde el 4 de marzo de 2023). Los obispos El templo Catedral, ubicado en Claro Solar esquina Prat de Temuco, fue construido originalmente entre los años 1908 y 1912. El edificio original contaba con tres naves y tenía un retablo de San José en el altar mayor. La fachada era de estilo neoclásico y armonizaba con el antiguo edificio de la Intendencia. En 1923 se añade otro altar en forma de gruta dedicada a Nuestra Señora de Lourdes que desparecería con la remodelación de 1957, la que da paso al Sagrario. La última misa que celebrada en la construcción original fue el 22 de mayo de 1960. Luego del terremoto, la capilla del Colegio Santa Cruz es utilizada como Catedral hasta 1987. El nuevo edificio se erigió durante la gestión del obispo Sergio Contreras. La catedral Pero, sin lugar a dudas, el hito más recordado por la comunidad en general es la visita del Papa Juan Pablo II el 5 de abril de 1987.
El Papa trae hasta la Diócesis de San José un mensaje de paz, esperanza y reconciliación en plena dictadura, poco antes que se anunciará el plebiscito del "sí y el no". Esa visita permanece aún en la memoria ciudadana, entre otros razones, porque a raíz de la misma surgirían numerosas ordenaciones sacerdotales y religiosas dentro de la comunidad local. Ese año le toca ser anfitrión al recordado obispo monseñor Sergio Conteras Navia (1926 2019), quien destacaría por su férrea defensa de los Derechos Humanos y del pueblo mapuche.
El paso del fallecido Pontífice por Chile y por La Araucanía aún resuena, tanto como las palabras que dirige a miles de fieles en la Pampa Ganaderos, donde entrega un particular mensaje a los habitantes del mundo rural y pueblos originarios. "No os dejéis abatir ni os atemoricéis por las dificultades, queridos campesinos y mapuches", pronuncia a viva voz Juan Pablo II.
Para cuando el Papa viene, la iglesia de Temuco ha hecho un singular peregrinaje también desde el punto de vista arquitectónico, dado que desde 1960 sólo tiene el recuerdo de su antigua catedral, la cual se viene abajo en el gran terremoto y cuya obra nueva comienza la edificación el 19 de marzo de 1981, con la colaboración de cientos de fieles que, precisamente, esperan tenerla en pie para la visita papal.
Esfuerzos humanos e institucionales han marcado también el paso de los años, a través entidades como el Instituto Teológico Pastoral, Departamento de Acción Social, Fundación Instituto Indígena, Pastoral Mapuche, Pastoral Juvenil, Pastoral Educativa, Pastoral Universitaria, Pastoral de la Salud, Pastoral Carcelaria, Pastoral del Adulto Mayor, Pastoral de la Mujer, Pastoral de Migración y Caritas, por citar algunas que dejan huella. Y si bien la Iglesia y el Estado transitan por caminos separados, el bienestar social los une una y otra vez.
Bajo esta premisa, otro hito de la historia reciente es el compromiso de la Diócesis San José para aportar a la paz y el entendimiento entre el pueblo mapuche y el Estado de Chile; el cual en 2016 se expresa en la Comisión Asesora Presidencial para La Araucanía, también llamada "Mesa de Diálogo en La Araucanía", que preside entonces el obispo Héctor Vargas (Q.E.P.D. ) y que responde a la gestión de la Presidenta Michelle Bachelet.
Como resultado de esa comisión surge un informe de 45 páginas con propuestas para abordar el denominado "conflicto" y que entonces sugiere que: la "Presidenta de la República debiera manifestar públicamente, en representación del Estado de Chile, una petición de perdón, por las consecuencias que ha provocado este conflicto a todas las víctimas de la violencia en la Región". CENTENARIO Hace pocos días, el obispo a cargo de la Diócesis San José de Temuco, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, entrega los principales conceptos que trae consigo la celebración de este centenario diocesano, el cual describe como un "tiempo para agradecer y para pedir perdón. "Será un tiempo para agradecer, sin duda alguna, porque las huellas de la Iglesia son múltiples en la historia de este territorio, tan rico y tan pobre a la vez.
Rico en personas de diferentes edades, género y orígenes culturales, con espiritualidad, fe y generosidad, con idiomas diversos para alabar al Padre, a su Hijo Jesucristo, nuestro Salvador, al Espíritu que da vida y renueva (... ). Como no agradecer por el servicio de los obispos de nuestra diócesis. Nuestra oración de gratitud por su servicio, su entrega y su amor, y también nuestra oración por el perdón de sus pecados. Nuestra oración de gracias por la vida, servicio y acompañamiento de cientos de sacerdotes y diáconos; por la presencia y servicio de cientos de religiosos y religiosas, de miles de laicos y laicas. Al poner en la Eucaristía la memoria y la historia de nuestra diócesis, debemos agradecer a Dios por todos ellos y ellas", comenta el pastor diocesano.
Así como es tiempo de dar gracias, opina monseñor, es tiempo también para pedir perdón por una historia matizada con hechos grises, penumbras y dolores ocasionados por miembros representativos de la comunidad o por hijos de la sociedad de la que somos parte, que aquejaron a muchas personas. "Frente a tales hechos de dolor hay que reconocer que otros miembros e instrumentos de la Iglesia se hicieron parte, acompañando, defendiendo derechos y la dignidad de muchos hermanos y hermanas en distintas circunstancias. Perdón por unos y gratitud por otros. También al interior de la Iglesia los abusos cometidos por algunos ministros siguen hiriendo a las víctimas y a la entera comunidad causando profundo dolor, porque han desfigurado el rostro de Cristo.
Por ello no dejamos de pedir perdón". Camino a alcanzar estos 100 años, comenta el obispo, este jubileo y este centenario ofrece una oportunidad para volver a echar redes en nombre de Jesús y para responder al mandato evangelizador de Dios. "Todos los hitos y las actividades celebrativas acota estarán alineadas con este objetivo principal". (viene de la página anterior).