La incertidumbre continúa, pero una luz de esperanza se vislumbra al final del túnel. Este año podemos elegir un Gobierno distinto al actual.
La incertidumbre continúa, pero una luz de esperanza se vislumbra al final del túnel. Este año podemos elegir un Gobierno distinto al actual. Por Luis Sagües Garay ¿ Que nos depara el nuevo año que enfrentamos? Hay una serie serie de incógnitas que resolver.
Una es las elecciones presidenciales, presidenciales, y aunque aparentemente la definición de los candidatos, tanto del oficialismo como de la oposición no está resuelta, lo más urgente es definir cuál debe ser el programa que permita resolver los angustiantes problemas que tiene el país. En consecuencia, es tan o quizá más influyente la oferta programática, que el nombre nombre de los líderes de ambos sectores. sectores. Esto permitirá al menos la esperanza, que tendremos de solucionar -en lo posibledefinitivamente definitivamente nuestro destino. La derecha o partidarios de la oposición oposición a este actual gobierno, ofrece ofrece un abanico de candidatos que se pueden acotar mucho con unas elecciones primarias.
Pero previo a este proceso indispensable, está definir la “receta y sus ingredientes” ingredientes” para volver a recuperar el sitial alcanzado, de un país ad portas de lograr el desarrollo que teníamos antes de este gobierno. Los partidos del oficialismo en cambio parecen muy desconcertados desconcertados para enfrentar este periodo electoral. No se ve claramente cuales pueden ser los candidatos que -con relativo éxitopuedan lograr conquistar nuevamente el apoyo de la ciudadanía. Lo que tienen que ofrecer, siendo los seguidores seguidores de esta experiencia más a la izquierda del comunismo, es muy poco atractivo por los resultados resultados sufridos por gran parte de la ciudadanía. Aquellos que se suponen suponen continúen apoyando esta administración administración tan mal evaluada por los chilenos, no tienen realizaciones realizaciones que mostrar para volver a encantar encantar a sus originales partidarios. Hay en cambio una cascada de desaciertos y errores no forzados, que difícilmente pueden ocultar. La ciudadanía después del cambio cambio al voto obligatorio ha dado en reiteradas oportunidades un rechazo categórico a los proyectos proyectos del ejecutivo. Es así como la primera propuesta constitucional constitucional muy transformadora el alma del gobierno y un verdadero verdadero programa del mismo, fue prácticamente en dos oportunidades oportunidades rechazada por los chilenos, chilenos, por amplias mayorías.
En la oposición en cambio se ha visto un sector, que ha querido querido colaborar con el gobierno, condicionándolo a que muestre, un cambio programático, hacia una posición más de centro, de tal manera que evidencie, una postura más libre empresarial, que permita la reactivación de una economía absolutamente estancada. Esto crea al gobierno gobierno el distanciamiento de sus partidarios de la ultraizquierda. En otra fracción de la derecha en cambio, se manifiesta una postura postura muy clara y atrayente.
Los que quieren que este gobierno pague el costo de su audacia e imprudencia, de sostener y procurar, procurar, que el modelo que dio a Chile los años más virtuosos de su historia, hay que destruirlo. El resultado ya lo hemos visto, visto, desplome de todos los índices índices conocidos: económicos, salud, seguridad, educación, construcción, vivienda, inflación, inflación, desempleo. Y un vandalismo vandalismo descontrolado, agudizado y estimulado, por una migración ilegal sin freno, y que tiene a la población, como una de las tres, más temerosas del mundo. Lamentablemente, el poder ejecutivo ejecutivo parece no dar importancia a los acuciantes problemas de la ciudadanía. Un aspecto gravitante gravitante es la delincuencia y la violencia violencia en la Macrozona sur, que el gobierno no ha podido o no ha querido combatir con la energía que la ley le impone. La primera obligación de un mandatario es asegurar el Estado de Derecho. Esto es prácticamente desconocido desconocido en amplios sectores del país, donde los delincuentes nacionales nacionales como extranjeros son amos y señores. Temocuicui es un ejemplo del territorio chileno, donde los funcionarios de este gobierno fueron expulsados violentamente violentamente y, el gobierno no hizo nada por imponer su autoridad. Con la experiencia lograda en los tres años del presidente Boric, es muy esperable que el nuevo mandato mandato no sea de su mismo signo. Pero la propuesta de los candidatos candidatos que luchan por reemplazarlo, debe ser contundente, en cuanto a volver a hacer lo que ya conocemos, conocemos, y que dio tan buenos resultados. resultados. Nunca Chile en su historia, había logrado un éxito en todo orden de parámetros. Como el conseguido con los principios establecidos establecidos en el Gobierno Militar y continuados en los gobiernos de la Concertación.
Gracias a ello y a la solidez alcanzada en los treinta años, hasta el gobierno de Bachelet, este país ha resistido el duro embate de una administración administración que ha venido a deconstruir -como ellos lo han dichotodo lo excelente que habíamos logrado..