Un Gobierno que continúa sin un rumbo claro
Un Gobierno que continúa sin un rumbo claro Juan Manuel Fuenzalida Diputado OPINIÓN Al finalizar la primera semana de este 2025, es imposible no hacer una reflexión sobre las primeras acciones que ha realizado el gobierno del Presidente Gabriel Boric y que nuevamente provocan que el ejecutivo se mantenga en una realidad paralela y se aleje aún mas la esperanza de poder cumplir con sus promesas en amplios sectores de la ciudadanía.
Ahora, frente a las preocupaciones y las necesidades que está viviendo el país es incompresible que el gobierno pretendiera comprar la vivienda del ex Presidente Salvador Allende, con el objetivo de convertirla en museo y que significaría para el Estado un desembolso de $993 millones.
Al final de cuentas, esto se convirtió en un verdadero papelón para el ejecutivo, el cual se vio en la obligación de desistir de dicha adquisición, porque simplemente y en palabras bien chilenas "se vieron pillados". Sabían perfectamente que la Constitución establece que un ministro de Estado no puede tener negocios con el aparato gubernamental y esta operación involucraba directamente a la ministra Maya Fernández, al ser nieta del ex Presidente Allende.
Sumado a lo anterior, tuvimos al Presidente Gabriel Boric viajando al Polo Sur, que mas allá de considerarse el viaje con una intención diplomática, científica, ambiental y aeronáutica no era el momento de hacerlo, considerando que gran parte del país sigue sumido en la delincuencia mas violenta y en el crimen organizado. El gobierno debe entender que la inseguridad en las calles sigue siendo una de las principales preocupaciones de los chilenos. A pesar de los esfuerzos realizados por el ejecutivo en temas como el fortalecimiento de las policías y las medidas de control, los índices de delincuencia continúan siendo alarmantes. Los ciudadanos se sienten cada vez más vulnerables, y las políticas de seguridad parecen no dar resultados tangibles.
Sin embargo, lo más preocupante no solo son los problemas de seguridad y las decisiones cuestionables, sino que la falta de un plan claro y eficaz para la reactivación económica que está ahondando aún más las dificultades del país.
La economía chilena sigue siendo un tema pendiente para el gobierno, que hasta la fecha no ha logrado generar medidas concretas para aliviar la presión económica sobre las familias y las pequeñas empresas, que siguen luchando con la inflación y la escasez de oportunidades sumándose la restauración de las confianzas del sector privado, el cual es un punto importantísimo para generar inversión y empleabilidad. En conclusión, el gobierno sigue sin encontrar un rumbo claro. Las decisiones recientes evidencian una desconexión con las preocupaciones de la gente y además contribuyen a la creciente incertidumbre sobre su capacidad para enfrentar los problemas que realmente importan. Al parecer las promesas de campaña parecen alejarse cada vez más de la realidad de los chilenos..