Autor: Por: Carlos Vila Barea, consultor Praxis Human Xperience
Hoy más que nunca es esencial salir a la calle
Hoy más que nunca es esencial salir a la calle es esencial salir Las empresas y las marcas, junto a sus colaboradores --quienes cada día toman decisiones sobre los mercados donde habitan sus productosdeben sentir el pulso de sus clientes, usuarios o consumidores. Personas que eligen, crean vínculos y generan el valor de la relación, base para construir una identidad sostenible y diseñar experiencias memorables. Muchas compañías ya cuentan con indicadores cuantitativos y cualitativos: números, porcentajes, análisis FODA, opiniones y percepciones recabadas en encuestas. Realizan investigaciones que miden carteras de clientes y rastrean tendencias. La Inteligencia Artificial Generativa acelera estos procesos, optimiza tiempos y descubre patrones ocultos en la data. Sin embargo, a menudo sobra información y falta textura.
Tenemos más datos que clientes, pero poca capacidad de conectar con sus decisiones reales, de comprender directamente qué los moviliza. los moviliza. los moviliza. y Por: Carlos Vila Barea, consultor Praxis Human Xperience Lo que suele estar ausente es la "ecología" de sus clientes: lo que sucede en sus procesos in situ --sus interacciones en sucursales, farmacias, pasillos de hoteles, clínicas, supermercados, malls o estaciones de Metroantes de formularles una sola pregunta. Observar sin intervenir permite captar gestos, posturas, recorridos, pausas frente a un producto O actitud al esperar. Estas conductas no verbales, cruzadas luego con opiniones, revelan dimensiones emocionales que otras metodologías no alcanzan.
A partir de la observación en terreno, se bosquejan primeras tipologías de comportamiento: ¿ por qué algunos clientes recorren el pasillo de manera lineal, mientras que otros se detienen a mirar cada vitrina? ¿ Qué los impulsa a acercarse a un expositor y no a otro? Con esos bocetos, seleccionamos a varias personas y conversamos con ellas de forma espontánea y directa --caminando juntos, frente a una estantería o mientras prueban un producto--, preguntando qué buscan, qué les llamó la atención o por qué eligieron ese trayecto.
Así, esos esbozos se transforman en perfiles sólidos que combinan: + Datos de comportamiento: acciones, recorridos y gestos en el punto de venta. + Datos demográficos: edad, sexo, nivel socioeconómico, ocupación y composición familiar. + Datos psicográficos: motivaciones, estilo de observación y criterios de decisión (detallista, pragmático, exigente, obsesivo, entre otros). Esta metodología, que denominamos "Estudios de Ecología", articula tres dimensiones clave: la funcional (qué hacen y cómo usan el canal), la emocional (cómo se sienten y con qué se conectan) y la racional (cuáles son sus explicaciones, descripciones y lógicas al decidir). El resultado es una tipología ordenada y cuantificada de comportamientos, que muestra el peso de cada perfil dentro de la cartera de clientes y aporta información precisa para diseñar estrategias comerciales, de comunicación y de crecimiento. Además, "Estudios de Ecología" completa la mirada de la inteligencia de negocios: aporta contenido vivo a los indicadores de satisfacción o recomendación. Permite ordenar la información desde los clientes, en lugar de forzar a los clientes a encajar en datos predefinidos. Así, la empresa no solo mide resultados, sino que comprende en profundidad qué mueve a las personas, cómo eligen y por qué crean vínculos duraderos con la marca. Salir a la calle deja de ser una sugerencia y se convierte en el eje de la estrategia de experiencia. Tenemos más datos que clientes, pero poca capacidad de conectar con sus decisiones reales, de comprender directamente qué los moviliza..