Autor: blica de Interior, Pía Greene, aña-
Pese a baja en victimización por robo, temor se mantiene en niveles récord impulsado por homicidios y secuestros
Pese a baja en victimización por robo, temor se mantiene en niveles récord impulsado por homicidios y secuestros ALEJANDRA ZÚÑIGADejar de asistir a ciertos luga-res, evitar salir en algunos hora-rios considerados más peligro-sos o no usar artículos de valoren público son cambios en las ru-tinas de los ciudadanos que sehan convertido en una prácticahabitual para evitar ser víctimasde un delito. Así lo evidencia el último índi-ce de Fundación Paz Ciudadana, que entrevistó a casi 2 mil perso-nas de Santiago y las grandes ciu-dades del país entre agosto y sep-tiembre pasado. Y uno de los hallazgos delanálisis fue precisamente ese, que el 97% de los encuestadosrealizó algunas de estas u otrasacciones para evitar ser víctimasde la delincuencia.
Aunque el índice dio a conoceruna disminución de la victimiza-ción en delitos de robo e intentosde robo con o sin violencia al-canzando este año un 32,8%, encomparación con el 36,6% regis-trado en 2023, al referirse soloa los casos en que este fue consu-mado, la cifra aumenta a 71,9% ,siguiendo la tendencia de añosanteriores. En general, detalla el informe, tres de cada 10 hechos delictualesdeclarados por robo fueron vio-lentos, y solo uno de cada 10 ocu-rrió dentro del hogar. Además, el17,5% de los hogares fue victimi-zado en más de una ocasión en losúltimos meses.
Temor promediose mantiene altoAunque la proporción de quie-nes se clasifican con alto temorcayó 3,1 puntos respecto de 2023de 30,5% a 27,4%, el índicede temor promedio se mantuvo, evidenciando que en los últimostres años de medición se presen-tan las cifras más altas de este fac-tor de toda la serie histórica. En su mayoría quienes perci-ben más fuertemente esta sensa-ción de inseguridad son las muje-res, personas de nivel socioeco-nómico medio y de Santiago.
Respecto de las denuncias, soloel 52,4% de hogares víctima re-portó los hechos, uno de los valo-res más bajos de la serie, pero si-guiendo la tendencia de los añosanteriores, mientras que el por-centaje de quienes quedaron sa-tisfechos con la policía luego de ladenuncia aumentó a 41%, la ciframás alta desde la medición de2018, pero manteniéndose en unalínea deficiente. “La percepción de inseguridadafecta el comportamiento de lasfamilias, no solo coartando sus li-bertades, sino que promoviendoacciones que no necesariamenteson efectivas”, señala el directorejecutivo de Fundación Paz Ciu-dadana, Daniel Johnson.
Y añade que los resultados dela medición que el organismoelabora de manera ininterrumpi-da desde el 2000 “entregan in-formación comparativa con añosanteriores y es muy valiosa parala discusión de políticas públicaseficientes contra la delincuencia”. Nuevos delitos quegeneran inquietudEste año, además, el índice mi-dió por primera vez el temor aso-La percepciónde inseguridad afectael comportamientode las familias, nosolo coartando suslibertades, sino quepromoviendo accionesque no necesariamenteson efectivas”...........................................................DANIEL JOHNSONDIRECTOR EJECUTIVO FUNDACIÓN PAZCIUDADANALas personasestán teniendo quesubsidiar alGobierno, que es elprimer responsableen estas acciones, consus propias medidasde seguridad pararesguardarse”...........................................................PÍA GREENEACADÉMICA U.
SAN SEBASTIÁNEs urgenteimplementarestrategias paracontrolar el miedo, dando certezas demejoras en prevencióny reacción frente adelitos graves...........................................................FELIPE HARBOEEXSUBSECRETARIO DE INTERIORCuando unoestudia las cifras delas policías, lo que seobserva desde hacebastante tiempo en elpaís es un cambio enla naturaleza deldelito..........................................................DANIEL REBOLLEDOINVESTIGADOR LIBERTAD YDESARROLLOSegún antecedentes del último Índice de Paz Ciudadana:Especialistas destacan que las cifras debieran provocar cambios en las estrategias deprevención y comunicación asociadas a la seguridad. También, que se trataría de uncambio en la naturaleza del delito, no en una disminución de estos a nivel global.
En la misma línea, Harboe co-menta que aunque “tenemos unabaja en el índice de victimización, al ser el primero (), tendremosque esperar al menos dos indica-dores adicionales para ver si setransforma en tendencia”. Y añade que “esa baja es en lapregunta que incluye los intentosde robo, mientras que en la pre-gunta que se refiere a robo consu-mado sube 2,5 puntos, llegandoal 71%, siendo el más alto desde2021.
Esto nos podría llevar a con-cluir que los robos siguen subien-do y los intentos de robo caen”. Sobre la sensación de temor, elexsubsecretario del Interior re-cuerda que “se mantienen losmáximos históricos, lo que reve-la que más allá de los esfuerzosdel Estado, las personas siguenexperimentando alto miedo aser víctimas de delitos.
Esto de-biera provocar cambios en lasestrategias de prevención y, enparticular, de comunicación aso-ciadas a la seguridad”. Greene, en tanto, puntualizaque “la victimización no dismi-nuyó, porque frente a la primerapregunta. donde dicen robos eintentos de robo, hay una peque-ña disminución, pero al referirsea los consumados, que son losque efectivamente ocurrieron, yno los intentos de robo, esos semantienen”. Tal resultado, comenta, podríasignificar que “hayan bajado losdelitos que son menos violentos, como robos contra la propiedad olos hurtos, por ejemplo, y que latendencia de los delitos violentosesté más estable o subiendo”. Medidas individualesde seguridadLa profesora de la USS planteaque “dadas las políticas que se es-tá implementando, ellas no estánhaciendo el suficiente efecto quese requiere para disminuir la vic-timización y el temor.
Las perso-nas están teniendo que subsidiaral Gobierno, que es el primer res-ponsable, en estas acciones, consus propias medidas de seguri-dad para resguardarse”. “Además, eso no solo tiene quever con dinero, sino que tambiéncon pérdida de libertades”, pun-tualiza.
En ese mismo sentido, Harboeasegura que “cuando las perso-nas aumentan su propia seguri-dad es porque en parte no creenque el Estado los protegerá opor-tuna y eficazmente”. Y el problema en esos casos, agrega, “es que muchas vecesesas medidas implican renunciasa la libertad personal o familiar, oincluso aumento de gastos queimpactan el bolsillo familiar o ha-cen inviable un negocio”. ciado a delitos específicos.
Así, respecto de la probabili-dad de ser víctima de determina-dos ilícitos en los próximos 12 me-ses, el 42,2% cree que es muy pro-bable que aquello le ocurra porestafas online, seguido por robopor sorpresa (32,2% ), robo conviolencia (23,6% ) y robo al inte-rior de la vivienda (17,4% ).Sin embargo, destaca un altonúmero de personas que tambiénven como “muy probable” servíctimas de un homicidio (15,7% )o de un secuestro (11,1% ).Y en la misma línea, al ser con-sultados por el temor frente a laocurrencia de estos dos delitos, lacifra aumenta a 27,4%, en el pri-mer caso, y a 23,3% ,en el segundo. En es-te mismo apartado, también sube el mie-do frente a los otrosdelitos consultados.
El exsubsecretariodel Interior, FelipeHarboe, destaca quese trata de una cifra“altísima, considerando la grave-dad de los delitos”. Y, en ese sentido, añade que“es urgente implementar estra-tegias para controlar el miedo, dando certezas de mejoras enprevención y reacción frente adelitos graves”. La académica de la Universi-dad San Sebastián (USS) y exjefade la División de Seguridad Pú-personas con alto temor a ser víc-timas de un homicidio, o () deun delito violento, y eso se tradu-ce ciertamente en estas accionesque las personas llevan a cabo, nosolo en cambios de dinámicas yhábitos del día a día, sino quetambién están dispuestos a inver-tir dinero para hacer cambios ensus medidas de de seguridad”. El investigador del área de se-guridad de Libertad y Desarrollo, Daniel Rebolledo, precisa que “lanaturaleza del crimen ha cambia-do y hoy se han vuelto frecuentesdelitos que antes no eran comu-nes de observar en nuestro país”. Por su parte, el di-rector ejecutivo dePaz Ciudadana sos-tiene que “si bien es-tos delitos son me-nos comunes en tér-minos de frecuenciaque otros, sí hanmostrado un alzadurante los últimosaños, aspecto que podría estarafectando directamente la inse-guridad que expresan y sientenlas personas”. Además plantea que tras cono-cerse los resultados de la encuesta“el diagnóstico es claro y tenemosun gran desafío por delante.
De-bemos disminuir el temor al deli-to de la ciudadanía con accionesconcretas, políticas de preven-ción e institucionalidad que res-guarden la calidad de vida de loschilenos”. Greene también se refiere al al-za del temor de ser víctima de ci-berdelitos, ya que “si bien no esviolento, sí afecta a las personas”. “Muchos de los delitos que an-tes se cometían en el mundo realhoy se están cometiendo en lo vir-tual, no hay violencia directa, pe-ro sí hay reclutamiento de perso-nas, tanto por el crimen organiza-do como víctimas de él”. Diferencias entredelitos consumadose intentos de robosAl evaluar en términos gene-rales los resultados de la encues-ta, Rebolledo estima que “sinduda que la disminución de lavictimización por robos es unanoticia positiva.
No obstante, cuando uno estudia las cifras delas policías, lo que se observadesde hace bastante tiempo en elpaís es un cambio en la naturale-za del delito”. Por ejemplo, dice el investiga-dor, “en Chile hoy existen menosrobos y hurtos que los que exis-tían antes de la pandemia, pero, por otro lado, se registran máshomicidios y violaciones”, yagrega que “no por nada el índicede temor promedio de los últi-mos tres años ha mostrado sus ci-fras más altas”. MEDIDASEl 97% de losencuestados dijo habercambiado su rutina paraevitar ser víctima dedelitos.. Según antecedentes del último Índice de Paz Ciudadana:, tres de cada 10 hechos delictuales declarados por robo fueron violentos.