Nuevo rumbo económico
Nuevo rumbo económico Las últimas cifras entregan un panorama sombrío y no se ven en el Gobierno luces de una capacidad para revertirlas. on un crecimiento proyectado de 2% para 2024, muy por debajo de la media global del 3,2%, un desempleo que promedia el 8,7% y un déficit fiscal estructural que podría alcanzar el 2,8%, la economía chilena ha fracasado en su intento por recuperar el dinamismo y la competitividad que la desmarcaron durante décadas del resto de América Latina y pusieron al país a la vanguardia de las naciones en vías de desarrollo. Para numerosos especialistas, este sombrío panorama no cambiará mientras no se implementen políticas de fomento a la inversión y el empleo capaces de revertir el estancamiento, pero existe una condición previa que es imprescindible.
Para recuperar el rumbo es necesario que la autoridad económica sea capaz de llevar adelante una agenda de cambios legislativos y medidas administrativas robusta y sosteniEl problema, da, cuyo principal impacinsoluble hasta to, no el único, sería un aumento constante en el ahora, es que ritmo de la inversión pútodas las medidas blica y privada. propuestas han En una cascada de efectos sido incapaces de a mediano plazo, aumencamblarel acñal tará la creación de emz S pleos con contrato -reequiescenario a nivel librando el actual escenanacional y regional. rio dominado porlos empleos informales-, mejorará el nivel de remuneraciones, se fortalecerá la confianza empresarial y una mayor bonanza económica permitirá al Estado recaudar recursos necesarios para atender las necesidades estructurales de la ciudadanía. Reducir los niveles de pobreza y desigualdad del país requiere hacer un esfuerzo amplio, político y económico, capaz de cristalizar en medidas concretas y nuevas políticas públicas. El camino no es distinto para la Región de Valparaíso, cuyo desarrollo económico y social está atado al destino del resto del país.
El problema, insoluble hasta ahora, es que todos los planes propuestos han logrado avances demasiado mezquinos, al punto que ahora quedaron sepultados por la discusión sobre el Presupuesto 2025, cuya dinámica puso a un lado los otros temas de la agenda legislativa. ¿Habrá tiempo después?.