Día del Síndrome de Down: Experta aborda barreras que dificultan inclusión en el sistema educativo
Día del Síndrome de Down: Experta aborda barreras que dificultan inclusión en el sistema educativo El pasado viernes se conmemoró el Día Mundial Mundial del Síndrome de Down con la finalidad de generar generar mayor conciencia social.
De acuerdo a cifras entregadas por la Subsecretaría de la Niñez, Chile es el país latinoamericano donde nace el mayor número de bebés con esta condición al año, alcanzando alcanzando una tasa de 2,5 por mil nacidos vivos. Por ello, es fundamental generar concientización concientización y potenciar la inclusión en todos los ámbitos posibles. Uno de los desafíos preponderantes se refiere a mejorar la calidad de la educación para quienes poseen Síndrome de Down. Los principales principales retos se traducen en capacitar las comunidades educativas, ajustar los programas a las necesidades específicas de cada alumno e involucrar diferentes dimensiones relevantes del proceso. Sobre ello, la académica de la Facultad de Educación Educación de la UCSC, Dra. Maite Otondo, se refirió a esta problemática explicando que la mayoría de las personas con Síndrome de Down tienen asociadas a discapacidad intelectual, a ello se une que cada uno cuenta con características diversas. Por lo que es fundamental generar “ajustes razonables” que se traducen en adaptaciones necesaria para que personas con discapacidad puedan ejercer sus derechos derechos y libertades. “Hay que entregar las respuestas educativas que cada niño necesita.
Se debe efectuar una evaluación evaluación multidimensional que involucre aspectos educativos, familiares, sociales y conductuales”. La educadora diferencial enfatizó que la educación educación no puede ser generalizada ni menos no regulada, regulada, ya que, si bien se deben conocer las características características generales, también hay que estar atentos a los requerimientos específicos.
“Hay chicos que llegan a jardines infantiles, pero prontamente tienen que buscar escuelas especiales, especiales, porque se dan cuenta que falta una mirada mirada específica, por eso se requiere trabajar en capacitación capacitación docente, redes de apoyo y coordinación con las familias.
Así ocurre en países desarrollados, por lo que como país debemos avanzar en cuál es la mirada de la educación inclusiva previa”. La doctora en Ciencias de la Educación comentó comentó que la limitante social también es importante, porque “se asocia que no van a lograr aprendizajes o no van a ser autónomos.
A las familias les cuesta creer en la autonomía, se necesita un giro trascendental, trascendental, se necesita cultura inclusiva”. Lavandería 21 y su impacto en la inclusión Otondo también es presidenta del Directorio de la Lavandería Industrial 21, institución que trabaja trabaja con personas con Síndrome de Down y que apunta concretamente en la incorporación de jóvenes jóvenes con esta condición en el mundo laboral. Actualmente, Actualmente, este lugar cuenta con 18 beneficiarios y, durante sus años de funcionamiento, ha permitido que más de 40 personas puedan trabajar. Maite enfatizó en que han crecido enormemente enormemente y ejemplo de ello es que cuentan con muy buenas experiencias para contar. Desde 2024 tienen, tienen, dentro de la lavandería, una sala de simulación simulación con puestos laborales, donde ellos aprenden otros oficios: hotelería, garzonería, estafeta, entre otros. No solo se dedican a lavar ropa, sino que simular diferentes puestos de trabajo, de acuerdo al perfil de cada usuario. “No solo estamos trabajando con ropa indusTenemos indusTenemos hoteles que nos envían ropa de sus pasajeros pasajeros y esa es otra fuente laboral. Trabajamos con hoteles y clínicas. Los chicos han tenido muy buena adaptación. Al mismo tiempo tenemos un crecimiento en tecnología, equipamiento y mucha capacitación del personal”, cerró. Brecha entre el discurso y la acción concreta Para la doctora Carolina Becerra Sepúlveda, académica de la U. Central, se debe reflexionar sobre sobre la verdadera inclusión. “La diferencia no debe tolerarse, sino aceptarse plenamente. El síndrome de Down no es una enfermedad, enfermedad, sino parte de la diversidad humana. Por eso es imperativo eliminar estereotipos y promover promover el respeto y la dignidad como pilares sociales fundamentales. Para que las personas con síndrome síndrome de Down alcancen autonomía en la adultez, es esencial garantizarles acceso a empleos dignos acordes a sus intereses. Sin embargo, la falta de oportunidades en educación laboral limita este objetivo”, objetivo”, señaló. En Chile, existen dos programas universitarios que desarrollan habilidades sociolaborales para personas con discapacidad intelectual, incluido el síndrome de Down, pero carecen de apoyo estatal en becas y respaldo de laJunaeb. Esta brecha entre el discurso y la acción concreta evidencia la exclusión exclusión aún presente. “La verdadera inclusión requiere políticas públicas públicas que garanticen igualdad de oportunidades. Mientras tanto, las palabras sin acciones sólo perpetúan perpetúan la exclusión”, concluyó. La académica de Educación, Dra. Maite Otondo, recalcó en la necesidad de implementar diferentes metodologías, de acuerdo a las características de cada persona. 4 trial, sino que también con ropa de huéspedes..