Autor: JOSÉ SANFUENTES
Victoria de Trump
Señor Director: La elección de Donald Trump, más allá de sus fundamentos internos, puede analizarse desde una perspectiva global, observando las tensiones entre Estados Unidos, una potencia en aparente declive, y China, en ascenso. La pujante expansión industrial y tecnológica china, que compite de manera creciente en sectores clave, desafía a EE.UU. En negocios estratégicos, además de plantear preocupaciones de seguridad. Este contexto tiene implicancias geopolíticas y económicas en las que China lidera iniciativas como los BRICS, la Ruta de la Seda y alianzas con países musulmanes y marxistas, ampliando su influencia geopolítica. De otro lado, sostiene una política regulatoria flexible y arbitraria, en contraste con el modelo estadounidense que Trump ve como principal obstáculo para la creación de riqueza. Con el peligro que ello significa para los avances civilizatorios y los derechos sociales.
La tensión se enmarca también en lo ideológico, donde Trump y sus aliados en e mundo se sitúan en una delgada línea entre la democracia y un autoritarismo que algunos envidian al exitoso modelo chino; que prioriza el desarrollo económico por sobre las libertades y derechos individuales.
La amenaza a la democracia como la mejor forma humanista de gobierno, ronda no solo en Estados Unidos y la mayoría de los países de América y Europa, sino que también es escasamente valorada, si no menospreciada, en significativas zonas de Asia y África. La pregunta central es si esta rivalidad entre imperios se resolverá en una confrontación de "ellos o nosotros”, como se vislumbra en el conflicto en Medio Oriente, en la polarización interna de EE.UU. Y en otros países, o si logrará canalizarse hacia una colaboración, extrema si fuese necesario, que contemple la diversidad de intereses y aspiraciones globales y locales. Es crucial recordar que estas polarizaciones, cuando no se gestionan adecuadamente, terminan afectando dramáticamente a los pueblos de los imperios, pero sobre todo, a los de las periferias de poder. Los desafíos que enfrenta Chile no son ajenos a esta dinámica, lo que exige una reflexión profunda para evitar los errores de tensiones, nacionales e imperiales. Pasadas.