Autor: Jessica M. Igor Chacano
Columnas de Opinión: La drogadicción un asunto de salud
Columnas de Opinión: La drogadicción un asunto de salud OpiniónPeriodista y Licenciada en Comunicación Social Mg. en RRII (Universidad del Salvador)Hablar de consumo problemático, abuso de sustancias o drogadicción siempre genera un sinfín de sentimientos, todo depende de qué lado de la vereda se vea el problema.
En las últimas décadas, la región de Aysén, incluso el país, ha experimentado un significativo incremento en la venta yconsumo de estupefacientes, por lo tanto, no es un tema ajeno, quizá como lo era hace treinta años. Respecto a las causas de este fenómeno quizás hablaremos en otromomento, ahora sería bueno que reflexionemos sobre lasconsecuencias del abuso de sustancias y su impacto en la salud. Cómo decíamos al comienzo, este no es un tema desconocido, ni un tabú como lo era antes, pero tampoco se puede normalizar, como muchas personas piensan. No todos saben cuáles son los riesgos de consumir sustancias y hasta dónde se puede llegar para que no se transforme en un consumo problemático. Es un juego arriesgado, una ruleta rusa. Lo que puede partir como una aventura juvenil o un incluso una forma de evadir la realidad puedetransformarse en una pesadilla sin fin. El consumo de drogas puede darse a cualquier edad, sin embargo, cuánto más joven se inicia más posibilidades hay de que se transforme en un problema grave para la salud. Por otra parte, sabemos que cada persona y cada organismo es un mundo, no todos somos iguales, por lo tanto, no todos van a responder de la misma forma a ciertos estímulos. Hay individuos que tienen una predisposicióna las adicciones, y no sólo a las drogas, donde influyenfactores genéticos, ambientales, y psicológicos.
Más de una vez habrán escuchado las frases, “sólo lo usaré esta vez”, “lo puedo dejar en cualquier momento”, “puedo controlarlo” o “no soy adicto”. Estas palabras pueden ser un escudo para intentar racionalizar el comportamiento y no buscar ayuda, o el miedo a enfrentar la realidad. Una realidad que puede ser muy dura tanto para el adicto como para su entorno cercano, familia, compañeros de trabajo y amigos. La parte más difícil de lidiar con una enfermedad de adicción es la de reconocer que tienen un problema y que deben ser tratados por especialistas. La mayoría no quiere o no puede reconocerlo, se niega a recibir ayuda e incluso a hablar del tema. Según la OMS el consumo de sustancias daña gravemente la salud, aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas y trastornos mentales, provocando cada año millones de muertes que se podrían evitar. Por otro lado, es una carga bastante pesada para el enfermo adicto y también para la comunidad. Hace un tiempo una persona joven me preguntó si acaso los problemas de salud, asociados al consumo de drogas, sólo se veían al largo plazo, “cuando uno sea viejo”, lamentablemente, no es así. El uso de sustancias psicoactivas siempre va a estar asociado al riesgo de sufrir algún daño a la salud, a corto, mediano y largo plazo.
Enfermedades cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, cáncer, o infecciones por contagio, si se usan agujas para la inoculación de las sustancias, pueden ser sólo algunas de las tantas comorbilidades asociadas a la drogadicción, y qué decir de la salud bucofaríngea, cuántas veces hemos visto a muchos adictos perder parte o toda su dentadura, y a otros incluso perder el tabique nasal.
Por otro lado, están las enfermedades mentales que también son consecuencia o se agravan con el uso de sustancias, trastornos de ansiedad, deterioro de la atención y la memoria, depresión e incluso la esquizofrenia son algunas de las consecuencias a nivel psíquico. Lamentablemente, los adictos por lo general, ignoran sus problemas de salud asociadas a su condición y sólo buscan ayuda en estados avanzados cuando el deterioro, en muchos casos, es irreversible.
El asunto de la drogodependencia es mucho más grave de lo que la mayoría piensa o está dispuesto a aceptar, y tristemente es una realidad, frente a la cual no podemos simplemente cerrar los ojos, ya que más temprano que tarde el sistema comenzará a resentir esta realidad. Tenemos un mamut metido en la pieza y no lo podemos ignorar..