Autor: Rodrigo Varela Gerente Legal de ALTO Inmune
COLUMNAS DE OPINIÓN: La responsabilidad está en manos de todos nosotros
COLUMNAS DE OPINIÓN: La responsabilidad está en manos de todos nosotros OPINIÓN La responsabilidad está en manos de todos nosotros En Chile, nos enfrentamos a una realidad preocupante: preocupante: la normalización del uso de licencias médicas falsas. A pesar de ser un delito grave, muchas personas lo justifican como una “estrategia de supervivencia”. Algunoslasobtienenparaextendersusvacaciones, Algunoslasobtienenparaextendersusvacaciones, generar ingresos con un segundo empleo o tomarse un tiempo para buscar otro trabajo. Sin embargo, estas acciones tienen consecuencias mucho más allá de lo inmediato: dañan la credibilidad del sistema de salud y perjudican a quienes realmente necesitan acceder auna licencia por razones médicas reales. Entreenerode2o23yjuliode2o24, sóloen lossectores de retail y supermercados, se emitieron 4.836 licencias médicas. De estas, 666 fueron emitidas por médicos querelladososancionados querelladososancionados por suceso, segúndatos de ALTO Inmune. Si vamos más a fondo, encontramos que estas licencias irregulares corresponden a338 personas, yque el 17%pmvienendeespecialidadescomotraumatologiay ortopedia, el 11% de medicina general, el 4,2% de cirugía general y el 0,5% son psiquiátricas. Estas cif rasno son simples números: reflejan un problema problema estructural y cultural que impacta gravemente a toda la sociedad. Quienes participan en este fraude no solo cometen un delito, sino que también erosionan la credibilidad y sostenibilidad del sistema de salud, perjudicandoa perjudicandoa quienes realmente necesitan este beneficio. Además, somos testigos de cómoestas prácticas tienden a intensificarseen ciertos períodos del año. Según datos de ALTO Inmune, durante enero, febrero y marzo de 2023 se registró un aumento del 96% en la emisión de licencias médicas fraudulentas por médicos, con una duración promedio de 14 días. En mi opinión, parte del problema radica en la percepción percepción de que el sistema es flesibleofácil de corromper. Si un entomo social o laboral no sanciona este tipo de conductas, es más probable que se repitan y se perpetúen. perpetúen. La falta de fiscalización robusta y de sanciones ejemplifiradoras refuerza este círculo vicioso. DesdeALlOlnmune, partímosdeunapremisadara: todaslaspersonastienenderechoaaccederaunalicencia médica cuando están enfermas. Pero también hemos constatadoquehayquienesabusandeestederecho, aprovechándose constatadoquehayquienesabusandeestederecho, aprovechándose de un sistema que debería ser un respaldo para quienes realmente lo necesitan. La compra y venta rr de licencias médicas fraudulentas no sólo incrementa los costosydisminuye la eficiencia del sistema, sino que tambiéngeneradesconfianzaenlasinstitucionesy, loque es peor, en las personas que actúan de manera honesta. Nuestras cifras históricas y actuales demuestran la magnitud del problema.
Desde 2021 hasta 2024, hemos presentado más de 600 querellas contra este tipo de fraude, logrando condenas importantes: la expulsión de 3 médicos del territorio nacional con prohibición de reingreso por 10 años; 9 médicos condenados a libertad vigilada intensiva; multas que alcanzan las 100 UTM, además de sanciones accesorias legales. Aestosesuman más de 100 sancionesadministrativas sancionesadministrativas logradas tras denuncias ante la Superintendencia de Salud, basadasenla ley2O. 585. Dichas sanciones incluyen prohibiciones para emitir licencias médicas y multas considerahles. Tambiénhemosdetectadonuevosfraudes, como la emisión de boletas ideológicamente falsas en centros médicos que disfrazan servicios no cubiertos (como masajes reductivos) como prestaciones reembolsables reembolsables de kinesiología. Además, el fraude también se ha trasladado a las redes sociales.
Este año, logramos identificar y denunciar denunciar más de 150 publicaciones en plataformas digitales donde se ofrecen licencias médicas por valores que oscilan oscilan entre los 30 mil y los 100 mil pesos, dependiendo de si el “clienté pertenece a Fonasa o a una Isapre. Esta situación es gravísima porque demuestra cómo se ha normalizado la venta de este beneficio que deberia ser exclusivamente para el cuidado de la salud. El caminoparaerradicaresta prácticanoes sencillo, pero es necesario. Es fundamental reforzarla fiscalizaciónyendurecerlassancionespara fiscalizaciónyendurecerlassancionespara quienescometeneste tipo defraudes. Debemos recordar que, al final del día, estasaccionesnosoloafectanalsistemadesalud: también dañana cada persona que necesita accederauna licencia médica de manera honesta. La solución comienza con un cambio cultural y con un compromiso compartido de respeto y responsabilidad hacia un sistema que debe funcionar para todos. La lucha contra el fraude en licencias médicas no es sólo una cuestión legal o económica: es un asunto de justicia social y de confianza en nuestras instituciones. Y la responsabilidad está en manos de todos nosotros. Rodrigo Varela Gerente Legal de ALTO Inmune.