Nuestros pesebres
Nuestros pesebres 3 Claudio Elórtegui Gómez Doctor en Comunicación Director Escuela de Periodismo ja Universidad Católica de Valparaíso ja Universidad Católica de Valparaíso 66 un 2025 lleno de esperanzas". Nuestros pesebres regionales, lamentablemente, siguen muy presentes, en las innumerables tomas de nuestras ciudades o en las soluciones habitacionales transitorias luego de los devastadores incendios.
Que el nacimiento que significan estas Fiestas, nos ilumine para enfrentar Nuestros pesebres mos fe, del momento más relevante que ha existido en la historia de la humanidad y del sentido por el cual habitamos este mundo.
Este hito tiene un gran mensaje en el presente, en la medida que el nacimiento de Jesucristo referencia a los creyentes que, en dicha fragilidad, precariedad y humildad, encuentran la verdadera trascendencia de la condición del ser, al punto donde lo humano y lo divino conviven. Una Navidad es un momento para volver a creer y nacer, como cada ciclo orgánico y espiritual. Es un instante de conexión, de estar con los seres queridos y también conmemorar a quienes han partido.
Es refugiarse en nuestros afectos y reflexionar, aunque sea por algunos instantes, cómo podemos superar esos estilos de vida contemporáneos que, por momentos, nos consumen y nos imponen acelerados ritmos de existencia, impidiéndonos ver lo realmente importante. Poreso la Navidad nos habla a todos, no importa si se profesa o no un credo. El corazón es el que debe comunicar y cuando eso acontece, las interacciones humanas florecen y la dignidad se hace presente, como lo ha señalado el propio Papa Francisco.
En dicha dimensión, la Navidad se expande como una genuina necesidad de pensar en el otro, de empatizar y camihar con aquellos que están quedando rezagados o han debido desplazarse durante agotadores días, para llegar a un incierto destino, como le aconteció a la Sagrada Familia. Esas navidades sin hogar ni techo, conviviendo con lo más modesto, incluso con los animales, nos enlazan con el origen de lo humano y con la actualización del legado cristiano. Las condiciones que tuvo el nacimiento del Niño Dios no distan de las que están marcando el sufrimiento y el dolor en diferentes puntos del planeta en la actualidad.
Los pesebres están en l os pesebres de Belén son un símbolo, para quienes tenel os pesebres de Belén son un símbolo, para quienes teneSiria, Ucrania, Palestina y en diferentes naciones de África, que ¡ no cesan en sus niveles de conflicto y escalada destructiva. En medio de los escombros, con el ruido de las bombas y el testimonio de la muerte rondando cerca, nacen niños que tendrán que sobrevivir. Esos pesebres del siglo XXI son milagros, representan la fuerza incombustible de la esperanza. La vida que se levanta ante la oscuridad es la lucha de nuestra identidad como seres humanos. Por eso la Navidad es tan especial para buena parte del planeta y los niños representan esa bendición. La alegría de esos pequeños esla esperanza de lo que se construye en sociedad.
Por eso, son tan notables aquellos que trabajan por una niñez tan golpeada en nuestro país, protegiendosus derechos, resguardando las mejores condiciones para que esos menores puedan consolidarse como personas que mejorarán nuestras comunidades. 'Son muchas y muchos los profesionales, empresarios y ciudadanos de nuestra región que no claudican a ese apostolado, realizando significativos aportes para el conjunto del país.
En el silencio de sus actos luminosos de generosidad, sostienen fundaciones y organizaciones, enarbolan causas ante los tribunales, reúnen recursos y otorgan un real camino para la superación de esas niñas, niños y adolescentes nacidos en los pesebresmáscarenciados.
La preocupación por ese otro, desvalido e indefenso, se materializa con esos servicios, verdaderos obsequios de un desprendimiento que nos recuerda también la llegada de los Reyes Magos, el poder terrenal, que puede y está llamado a tener una condición de sabiduría para arrodillarse ante el que nace en la morada más modesta. Nuestros pesebres regionales, lamentablemente, siguen muy presentes, en las innumerables tomas de nuestras ciudades o en las soluciones habitacionales transitorias luego de los devastadores incendios. Que el nacimiento que significan estas Fiestas, nos ilumine para enfrentar un 2025 lleno de esperanzas, donde la generosidad siga presente y nuestra región avance al bienestar que se merece. o o o.