"La realidad es más compleja que los deseos y las teorías"
"La realidad es más compleja que los deseos y las teorías" Rodrigo Contreras Vergara No fue un año fácil el 2024 para Gabriel Rodríguez, periodista, escritor, colaborador habitual de Diario Talca. Problemas de salud lo tuvieron bastante complicado. Sin embargo, también fue el año en que publicó una antología con su obra poética y recibió el Premio Nacional a la Trayectoria Literaria de la Sociedad de Escritores de Chile.
En esta entrevista repasa sus sensaciones de lo vivido, sus temores por la realidad actual de Chile y evalúa al gobierno del Presidente Boric "La realidad es más compleja que los deseos y las teorías" ¿ Con qué ánimo inicias este 2025, después de un año 2024 con problemas de salud, pero también con la publicación de una antología de tu obra poética y el Premio Nacional a la Trayectoria Literaria que entrega la Sociedad de Escritores de Chile anualmente? "Comienzo este año muy satisfecho de lo realizado los últimos años y a la vez esperanzado en superar mis problemas de salud o aprender a vivir con ellos. Alguien me dijo que el 2024 fue un año de cosecha personal después de más de cuarenta años publicando libros, columnas y crónicas en diversos medios.
Sin embargo, me preocupa el país y el mundo que adquieren progresivamente una tendencia más inhumana y autoritaria". ¿Qué pudiste sacar en limpio de lo que te tocó vivir durante el 2024? "Que la vida nos sorprende siempre, en el buen y en el mal sentido. Que el tiempo corre inexorable y se lleva a la familia y los amigos. Que la existencia pende de frágiles equilibrios y es necesario vivir atentos a las señales del cuerpo y de la mente. Que cuando menos lo esperas lo que sembraste en silencio por décadas da frutos y muchos que nunca imaginaste conocían tu trabajo.
Que hay que vivir cada día como si fuera el último y valorar cada pequeño gesto". ¿Jugó algún papel tu labor creativa, ya sea a través de tus colaboraciones periodísticas o de tu obra más personal como la poesía, en tu proceso de recuperación de los problemas de salud que viviste? Recuerdo que en un momento del año pasado me comunicaste que no ibas a poder seguir colaborando con tus crónicas... "Lamenté mucho dejar de colaborar un tiempo porque era incapaz de escribir y tuve un largo periodo de silencio, hasta que recuperé energías y salud. Fue doloroso y recuerdo con grandes lagunas ese periodo. Cuando me sentí con fuerzas para volver a mis crónicas recuerdo que fue para comentar la Historia del Hospital de Talca, comencé a recuperarme. Esta vez no fue la poesía como en otros momentos difíciles, por ejemplo, para el mega terremoto del 2010 o la pandemia.
Fueron las crónicas y puedo decir que vivo enamorado del periodismo, aunque he publicado más poesía que crónicas periodísticas". ¿Cómo es tu relación con la idea de la muerte... piensas en ella, qué te provoca? Muchos prefieren no pensar en ella y hay que reconocer que es una idea que da miedo... "Siempre he mantenido una relación compleja con la muerte. En general la temo y no me gusta la idea.
Pero la acepto y espero que cuando llegue me "Me siento satisfecho, a pesar de los momentos difíciles que he tenido que superar", señala Gabriel Rodríguez haciendo un resumen de sus 73 años de vida.. "La realidad es más compleja que los deseos y las teorías" encuentre en paz conmigo mismo y con quienes me rodean.
Siento que me iría con la conciencia tranquila y satisfecho con mi vida y mis opciones que han sido bien fuera de lo común, pero que por momentos me han llenado de alegría". Mirando hacia atrás, a tus 73 años, ¿estás tranquilo con cómo se ha desarrollado tu vida? "Tuve una infancia muy feliz. En la adolescencia tuve arrebatos de rebeldía que al final los canalicé a través de la lectura y el intento de comprender el mundo. Pero me arrastró la corriente rebelde de los años 60 y 70.
El Golpe de Estado me marcó a fuego con la pérdida de amigos, mi expulsión de la Universidad de Chile y el 75 con una detención incomprensible, tanto así que al final los torturadores no hallaban qué preguntarme. Los 70 y 80 fueron años de sobrevivencia, resistencia pacífica y los primeros libros. Pude retomar la U y mi opción fue periodismo.
Desde mis espacios nunca he dejado de apostar por verdad, justicia, reparación y memoria, hasta hoy que sigo participando de encuentros con jóvenes y apoyando instancias como el Concurso Literario del INDH sobre los derechos de las personas.
Me siento satisfecho, a pesar de los momentos difíciles que he tenido que superar". ¿Qué significó para ti el premio a la trayectoria literaria de la Sociedad de Escritores? "Me sorprendió porque casi siempre he publicado desde la provincia y sólo algunos de mis libros han tenido una distribución nacional. El más conocido es la novela `El hombre que vino del mar' que obtuvo el premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura y fue editada por Alfaguara.
Imagino que pesaron mis libros publicados por Mago Editores, crónicas sobre violaciones a los derechos humanos y la publicación el año pasado de mis obras completas en poesía por Espacio Sol Ediciones que reúne doce libros, desde 1983 hasta 2023.
Agradezco a la SECH este reconocimiento y espero seguir apoyando a los nuevos valores que en nuestra región son muchos y muchas". Avanzamos, pero... Hablemos un poco de Chile, de su sociedad, ¿cómo ves al Chile del siglo XXI? ¿ Hemos avanzado o retrocedido? "Creo que es innegable que hemos avanzado desde el punto de vista material. Yo conocí de cerca y me impactó la miseria de los miles de campamentos en los años 70 y 80. La mitad de los chilenos vivía bajo la línea de la pobreza. Los niños sin zapatos, durmiendo en cualquier rincón, la prostitución infantil, la desnutrición. Hemos avanzado en derrotar la pobreza y hoy parece ser un insulto decir que alguien es `pobre'. Pero desde el punto de vista intelectual y espiritual estamos retrocediendo.
El 50% de los chilenos no lee, un porcentaje mayor no comprende textos extensos, las redes sociales son un espacio de violencia verbal insufrible, el consumismo se ha convertido en el sentido de la vida y la felicidad. Y lo más peligroso es que viejas ideologías extremas con un entusiasmo fanático cautivan la voluntad de muchos.
En este sentido hemos retrocedido y la democracia puede estar en peligro". Tienes un vínculo muy relevante con los temas de derechos humanos... ¿Crees que algún día exista verdad y justicia respecto a los crímenes ocurridos durante la dictadura? "Pienso que a más de 50 años ya muchos se fueron en la impunidad y muchas víctimas se han ido sin tener justicia, ni reparación. Es verdad que un puñado de victimarios fueron enjuiciados y condenados después de años, pero también creo que muchos han logrado evadir la justicia. Y casi todos han mantenido un silencio cruel al no entregar información sobre los más de mil chilenos detenidos, asesinados y hechos desaparecer.
Sólo el régimen nazi es comparable con esa perversidad". Y en particular en el caso de la Colonia Dignidad, un tema que conoces muy bien, ¿crees que los colonos afectados por el régimen de Schäfer logren justicia? "He perdido la esperanza que eso suceda. Por años hemos hablado con múltiples autoridades de distintos gobiernos y no ha pasado nada. Costó enormemente que las empresas herederas de Colonia Dignidad pagaran las indemnizaciones que la justicia ordenó para los niños abusados. Los secuestrados y torturados han tenido una modesta reparación, pero no veo esperanza para los colonos esclavizados y abusados desde la infancia. Por eso he dedicado tres libros a recoger sus historias y sus testimonios.
Si no hay justicia, al menos habrá verdad y memoria". Boric El gobierno de Gabriel Boric entra en su último año, ¿qué evaluación haces de su administración?... Un gobierno que llegaba con muchas esperanzas de cambio, pero al que la realidad lo ha limitado en esas aspiraciones... "Así ha pasado con varios gobiernos. La realidad es más compleja que los deseos y las teorías. El idealismo juvenil suele pasar la cuenta. Los cambios no son fáciles y el mundo parece ir en el sentido contrario. Se han cometido graves errores y por otra parte la oposición también ha sido muy dura. Además, enfrentamos una peligrosa fragmentación del sistema político que afecta gravemente la posibilidad de gobernar.
Pienso que solo una amplia unidad de las fuerzas progresistas con un programa realista y pragmático nos puede volver a encaminar por la senda de la dignidad humana, la más amplia libertad personal y mayores grados de igualdad y justicia social". ¿Por qué crees que será más recordado este gobierno, por logros concretos o por la figura misma de Boric? "Pienso que a largo plazo lo que perdurará es la figura carismática de Boric, que a pesar de la inexperiencia de sus equipos iniciales y tener que cambiar las prioridades para concentrarse en un tema poco valorado por las izquierdas, como es la seguridad, sumado al bloqueo del sistema político al no contar con mayorías en el Congreso, logró avanzar, aunque lentamente. Rescato la creación de un sistema de cuidados y la gran cantidad de leyes y acciones que respaldan el actuar de las policías e instituciones vinculadas a la seguridad. Quedan muchos temas pendientes, además de las pensiones, que llevan demasiados gobiernos esperando ser resueltos.
Estoy convencido que mientras no emparejemos la cancha desde la primera infancia y la educación inicial, seguiremos reproduciendo la desigualdad de oportunidades". Y, finalmente, ¿qué puede aportar la literatura a la sociedad actual, una sociedad donde prima el capitalismo voraz y el individualismo? "La literatura tiene el deber de aportar siempre al espíritu crítico, a desentrañar realidades ocultas, a provocar emociones, a descubrir la humanidad en los gestos de cada día, a denunciar las injusticias. El capitalismo voraz y salvaje sólo acentúa las desigualdades, la concentración del dinero y del poder, la marginalidad de los más débiles y vulnerables. Creo en un Estado regulador y protector, que enmiende las injusticias y marginalidades que genera el lucro como único objetivo y motor de la sociedad.
Pienso en los miles de discapacitados como una de mis hijas, en los adultos mayores sin redes de apoyo y con jubilaciones miserables, en quienes trabajan dura y honestamente y cuyo salario no alcanza para una vida digna. Tampoco creo en el estatismo fracasado.
Pienso en una economía capaz de satisfacer las necesidades de las personas, que combina diversas fórmulas según las necesidades del país y un Estado eficiente, equilibrado y robusto capaz de cuidar y proteger a cada ciudadano y sus derechos orientado a una cultura del bien común. La literatura puede hacer un aporte fundamental para humanizar las relaciones humanas, superar prejuicios, y valorar lo que realmente importa que no es el lucro, ni la acumulación infinita.
Las palabras generan realidades y los poetas y narradores crean con las palabras y con ellas pueden animar nuevos sueños, nuevas visiones del mundo, nuevas razones para vivir, trabajar y luchar".. - - - - - - - -