COLUMNAS DE OPINIÓN: restaurar la integridad
COLUMNAS DE OPINIÓN: restaurar la integridad Columna Carlos Rosas C. Secretario de Estudios Carrera de Medicina, Universidad San Sebastián, Sede Valdivia Medicina y Ética: restaurar la integridad se delaintegridad de quieneslo conforman.
Por eso, cuando un médico emite una licencia médica sin justificación real, nose trata únicamente de una falta administrativa o legal, sino de una profunda fractura ética que erosiona los cimientos de la medicina como profesión. Este tipo de actos, aunque puedan parecer aislados, tienen consecuencias colectivas: afectan al paciente, a los equipos de salud, a las instituciones y, en última instancia, ala credibilidad del sistema completo. Más aún, comprometen laimagen de una profesión que históricamente hasido reconocida y respetada por su vocación deservicio. La medicina no es sólo una ciencia. Es, ante todo, una prácti ca profundamente humana que exige mucho más que conocimientos técnicos entregados por las universidades. Implica una comprensión cabal de la dignidad humana, un respeto absoluto porlavida y una responsabilidad permanente conel bienestar de los demás. Por eso, la formación ética de los médicos no puede considerarse un complemento o una asignatura más: debe estar enel centro mismo desu proceso formativo y en el corazón desu perfil de egreso.
El ejercicio de la medicina exige, además de competencia, inL aconfianza en el sistema de salud se construye sobre la baen el sistema de salud se construye sobre la bategridad, y eso debe ser cultivado desde el inicio dela carrera. En estesentido, una visión humanista cristiana ofrece un marcosólido y trascendente para formar profesionales íntegros, comprometidos no sólo con el conocimiento, sino también conlos valores que hacen posible la confianza social. Esta mirada promueveel respeto por cada persona como unser únicoe irrepetible, la compasión por el que sufre y un compromiso irrenunciable con la verdad. Un médico que entiende su vocación como un acto de servicio difícilmente incurrirá en prácticas fraudulentas. Por el contrario, será testimonio de coherencia y rectitud, actuandocon honestidad incluso cuando ello implique enfrentar dificultades o tomar decisiones impopulares. Erradicarla emisión de licencias médicas sinrespaldo realnno se logrará únicamente con mayores sanciones o fiscalización. Se requiere una transformación más profunda: la renovación de la conciencia moral de quienes ejercen la medicina. Y esa transformación comienza en las aulas, en la formación de futuros profesionales, y continúa en la cultura institucional de los espacios clínicos. Porque al final del día, sin médicos íntegros no hay salud pública que se sostenga. Y sin ética, no hay medicina que merezcala confianza dela sociedad. cala confianza dela sociedad. cala confianza dela sociedad..