Autor: Por Gianluca Parrini
El presidente que no quería dormir en hoteles
El presidente que no quería dormir en hoteles ichard Chaptini no esperaba que de esa camioneta se bajara el Presidente de la República. Dice que había estado con presidentes y generales de alto rango antes, entre 2003 y 2006, cuando trabajó como intérprete del Ejército de Estados Unidos durante la invasión a Irak. Pero nunca pensó que, luego de reconvertirse y construir un hostal en Vicuña, en pleno Valle del Elqui, volvería a estar cerca de una autoridad, aunque fuera por unos días. Chaptini recuerda que era el lunes 2 de octubre de 2023.
Estaba haciendo clases en la sede de Viña de la PUCV cuando la administradora de su segundo hostal, El Colibrí, en Vicuña, le dijo que había "un señor de una empresa de telecomunicaciones" que quería hacer una reserva para ese mismo jueves. Esa persona sacó fotos del lugar, lo revisó, y también fotografió la portada del libro que escribió Chaptini en el Valle del Elqui: Mr. Richard, donde hablaba de su experiencia como intérprete del Ejército estadounidense. -La administradora se asustó, porque cuando le pidió el nombre de la empresa para hacer la factura, no le quisieron decir quiénes eran. El miércoles siguiente, Chaptini volvió a Vicuña. Estaban haciendo aseo cuando se enteraron de que el Presidente Boric iba a visitar la comuna: especificamente el Museo de Gabriela Mistral, vecino a El Colibrí. Chaptini, un ciudadano libanés-estadounidense, no lo podía creer. La periodista Tatiana Klima fue jefa de comunicaciones de Gabriel Boric desde su asunción al mando hasta diciembre de 2023. Cuenta que la persona que tuvo la idea de que el Presidente no se tenía que quedar en hoteles fue el mismo Boric, recién electo.
La idea la empezó a compartir en las primeras reuniones en La Moneda chica, en calle Condell. -Él estaba convencido -dice Klima de que no era necesario gastar tanto en alojamiento y que, además, su llegada a pequeños emprendimientos generaba un aumento en la propuesta de valor de esos hostales.
La intención de Boric, dicen más miembros de su equipo de Presidencia, en reserva, también iba de la mano con llevar a su gabinete de ministros a terreno, para hacer anuncios sobre la agenda regional, en regiones. Al mismo tiempo, la meta era visitar la mayor cantidad de comunas en ese viaje. Por ejemplo, en esa gira a Vicuña también estuvieron en Illapel y Coquimbo. Finalmente, Boric llegó al Museo de Gabriela Mistral en Vicuña, hizo sus actividades y entró a eso de las 21.00, recuerda Chaptini, al hostal El Colibrí.
En la cocina americana de la recepción estuvieron conversando entre el Presidente, su guardia personal, Patricio Aguayo, periodistas del equipo de comunicaciones de Presidencia y el personal del hostal. -Él me preguntó sobre el tema de Irak. Ahí le regalé mi libro. Él ya había leído la introducción. En base a eso, quiso alojar en mi hostal.
Pero él no tenía mucho tiempo y El presidente que no quería dormir en hoteles Gabriel Boric tomó una decisión fuera de lo común cuando diseñó cómo serían sus viajes presidenciales por Chile: solo alojaría en hostales familiares. Esto, que en un principio obligó a su avanzada y a su seguridad a adaptarse a él, tuvo un efecto positivo a la larga: le dio un relato de cercanía a sus giras. Por Gianluca Parrini El Presidente Gabriel Boric junto a Lucy Valdés, dueña del Hospedaje La Rut: se notaba que venía resfriado. Sin embargo, me preguntó si volvería a trabajar en ese tipo de cosas. Le dije que sí, pero tenía que saber con qué intención. Porque no me gustaba el plan que tenía Estados Unidos. Chaptini recuerda cómo siguió la conversación. -Luego, me preguntó si hablaba kurdo. Le dije que no, entiendo kurdo y en un momento hablé un poco. Pero lo que me puse a pensar es que si una persona te pregunta eso, es porque tiene un alto conocimiento de la geopolítica en la región. Le teníamos una tabla de quesos de la zona y teníamos una tabla de quesos de la zona y teníamos una tabla de quesos de la zona y Y y JUN cosas para picar. Comió un poco y le ofrecí llevarle la tabla a su pieza. Pero él insistía en que él la quería llevar por su cuenta. No quería ser atendido. Luego de eso, Boric se fue a su cabaña de dos pisos a descansar. La compartió con su guardia personal, Patricio Aguayo, quien durmió en el primer piso. Mientras, recuerda Chaptini, su equipo empezó a hacer un asado y a tomar un par de cervezas. En eso, Boric salió, se acercó a Chaptini y le pidió un vaso de leche. Esa noche, Chaptini dice que no pudo dormir. Sentía que tenía que hacer guara, en Los Ángeles. a, en Los Ángeles. a, en Los Ángeles. a, en Los Ángeles. a, en Los Ángeles. dia: un presidente durmiendo en la casa de al lado. El huésped Boric Gabriel Boric fue entendiendo ciertas cosas a medida que avanzaba su presidencia. Así lo señalan tres fuentes dentro de su entorno que trabajaron durante los primeros años de su gobierno. Explican que Boric comprendió, por ejemplo, que cuando se le invitaba al extranjero -como la primera gira internacional a Argentina en Sigue en página 24. El presidente que no quería dormir en hoteles abril de 2022 era muy poco el margen de acción que tenían. Por eso, si le ofrecían tres hoteles, elegían el de menor rango y el más sencillo de la lista. Lo otro era que la seguridad la entregan los países anfitriones. Por lo mismo, solicitar un hotel fuera de la lista sería pedir mayores esfuerzos de seguridad al país que lo hospedaba.
Al mismo tiempo, el equipo de avanzada se encontró con un desafío mayor: debían encontrar lugares que fueran seguros y cómodos, sin la posibilidad de disponer -por orden de Boric del listado de hoteles utilizados en gobiernos anteriores para giras presidenciales. Así, ese equipo se encontró con que, junto con organizar los encuentros y actividades, también tenían que buscarle hotel al Mandatario. Con el tiempo, el equipo presidencial entendió que no necesariamente se trataba de elegir el lugar más barato: se encontraron con sorpresas de mal gusto haciendo eso, como hostales de baja calidad o derechamente sucios. Así "fueron agarrando la mano", dicen, hasta encontrar algunos que cumplieran con el rango de precio deseado; es decir, un precio menor al de un hotel de cadena, que superan los cien mil pesos. Pero también, que fuera un emprendimiento familiar, y que fuera cómodo. En Vicuña, por ejemplo, le cobraron $ 57.000 con desayuno. En Los Ángeles, sin desayuno, $ 35.000. Cada vez que Boric debe hacer una gira regional, se activa el mismo protocolo: el equipo de avanzada sugiere un lugar, el cual va a revisar personal de Carabineros para ver la seguridad del lugar. Es decir, para observar si la pensión u hotel tenía más de una entrada y salida en caso de emergencia. Para chequear qué edificios rodeaban el lugar, también, y si daban ventanas al interior que pudieran afectar la privacidad. Esto es lo mismo que hicieron en el hostal de Chaptini. El entorno fue revisado, y ya que se iba a hacer una actividad presidencial en el museo contiguo, se acordonó el sector. Lo otro que siempre pasaba era que la avanzada les pedía a los dueños de los hostales no divulgar la noticia. O derechamente ocultaban la identidad del huésped. Esto era clave. Las constantes filtraciones de parte de políticos o gente que era contactada por la avanzada, en un inicio, eran un problema.
Por eso, se empezó a comunicar horas antes de que Boric llegara a las pensiones que quien iba a arribar era el Presidente de la República. -Al principio costó mucho -dice una fuente de Presidencia en reserva-. Había que buscar un lugar acogedor, donde se sintiera como en casa. Pero eso trajo mucho ruido al principio en el equipo de seguridad, que lideraba Patricio Aguayo. Porque había que encontrar un equilibrio. No se podía sobrecargar de carabineros esos lugares. Y, además, al Presidente le cargaba que lo cuidaran. Hubo que encontrar un equilibrio. Allí él tuvo que ceder y, bueno, los carabineros también fueron entendiendo que quizás no era necesario tener tanta dotación para esas instancias. Así pasó también en otras visitas a poAsí pasó también en otras visitas a po El Primer Mandatario junto a Mireya Subiabre, dueña del Hotel Alcalá, en Temuco. sadas. Mireya Subiabre, dueña del Hotel Alcalá, en Temuco, dice que una semana antes de que el Presidente alojara ahí, llegó gente desconocida. Ella pensó que eran de la PDI. -Estaban aquí todo el tiempo. Hacían preguntas. Salían a dar unas vueltas. Me pidieron que les diera los valores y que les mostrara las dependencias. Me llamó la atención, porque me pidieron el precio para arrendar todo el lugar. Cuando les pregunté, me dijeron que era posible que viniera un ministro. Subiabre cuenta que cuando llegaron dos camionetas negras tipo presidencial, no podía creer que era Boric el que se bajaba del auto. Dice que el Presidente se interesó por la historia de su hostal. Luego, se fue a acostar a su pieza. Subiabre recuerda que no había más que un puñado de policías que acompañaban al Mandatario. Y que, afuera de su hotel, sólo había uno.
En medio de la noche, luego de ver que dos periodistas de la avanzada presidencial trajeron papas fritas de un local donde vendían sándwiches en la esquina, a Boric se le antojó un churrasco. -Yo no podía creer que fuera a ir a ese local. Yo le dije: Presidente, le puedo encargar unos sándwiches. Él dijo no, es que quiero estirar las piernas.
Subiabre recuerda que le contaron la escena: Boric caminando en el frío de Temuco, en medio de la noche, rumbo al local, rodeado, a lo lejos, de ese mismo puñado de policías, quienes se comunicaban entre ellos mientras escoltaban al Presidente de la República a un bajón nocturno. Pidió un churrasco al solitario cocinero, quien también le cobró.
Después de entregarle el pedido -supo Subiabre-, el cocinero le preguntó: ¿ Vos soi el Boric? Visitas imprevistas Este aprendizaje colectivo -Boric aceptando más seguridad y sus guardias cediendo ante algunas de sus peticiones se fue abriendo más a medida que avanzó el gobierno. Así lo recuerda Lucy Valdés (53), dueña del hospedaje La Ruta, de Los Ángeles. Boric lo visitó durante una gira regional en enero de 2025, en medio de altas temperaturas por el duro verano. Dice que también le dijeron, como a Chaptini, que la reserva era para una empresa de telecomunicaciones. El Presidente, asimismo, apareció de improvisto. -Llegó con dos camionetas y la gente que lo acompaña, nadie más. Nos tomó de sorpresa -dice Valdés-. No podía creerlo cuando se bajó. Estuvo una noche y se fue. Fue cortito, pero una linda experiencia. Por su parte, Richard Chaptini recuerda que cuando todos despertaban en Vicuña, le hizo a Boric unos huevos a la libanesa, una preparación con pimentón, limón y menta. Boric, recuerda Chaptini, le dijo que no le gustaron, pero los agradeció. Luego, empezaron a preparar su checkout. Chaptini está convencido de que la sencillez de Boric no es impostada. No sólo eso: -He estado frente a presidentes y personas muy importantes, pero sentía que estaba frente a alguien inculto. En cambio, acá tenía al frente al Presidente y me di cuenta de que es una persona con quien hablaría por horas. Es un real desafío intelectual.
El relato de un presidente que le gusta ser huésped de hostales fue clave, dice Klima, para que la gente conociera esa faceta del Presidente en esa primera etapa: una de un mandatario cercano y cálido. -Es alguien sencillo, que le gusta estar en ambientes familiares. A la larga, es una persona del sur. Y en todos los lugares donde íbamos, él daba esa sensación de estar en un hogar y darle valor a la pequeña tar en un hogar y darle valor a la pequeña industria del turismo. Esto tiene asidero en cifras.
Según Cadem, en mayo del 2022, un 58% de las personas consideraba que Gabriel Boric era alguien "cercano", y un 67% lo consideraba "carismático". Esas cifras bajaron a un 45% y un 58%, respectivamente, a enero del 2025. -Tú puedes ser de derecha -dice una fuente-, pero a la larga, esas cosas te dicen este es un gallo honesto. Puede que no piense como él, pero le compro. No es alguien maqueteado. Todo eso sirvió para construir esa idea de Presidente. Las críticas a esta idea de no dormir en hoteles de Boric tuvo tantas críticas desde la oposición, como felicitaciones desde adeptos a su gobierno.
En los equipos de la presidencia aún defienden la idea. -Yo te garantizo algo: las giras de Piñera y Bachelet gastaban menos efectivos de Carabineros y menos lucas que las de Gabriel -dice otra fuente-. Y también hay otro tema que costó mucho que se entendiera: la seguridad del Presidente no depende de él mismo. Si hubiese dependido de él, te aseguro que hubiese tenido un solo carabinero y su chofer, y nada más. Lucía Dammert, exjefa de asesores de Gabriel Boric, agrega otra cosa: -Quizás una parte de las decisiones más importantes de este gobierno se hayan tomado en alguno de esos hostales. No lo sé. Para eso hay que esperar las memorias del Presidente de la República. Muchas de las historias de su gobierno ocurrieron en lugares que no son palacios, sino que en lugares que son mucho más comunes. Chaptini dejó fotos de Boric en su hostal, pero no en la cabaña donde se quedó. Evitan hacerlo, porque tiende a generar divisiones. -Pero hay gente que cuando se entera de que durmió ahí, la valora mucho más. O.