Autor: Octavio Álvarez Campos Profesor de Historia y Geografía
Columnas de Opinión: Agua dulce, hay que pensar en el futuro de la Región de Coquimbo
Columnas de Opinión: Agua dulce, hay que pensar en el futuro de la Región de Coquimbo Hemos estado siguiendo con mucha atención la problemática del agua dulce en nuestra región, en el sentido de visualizar el cómo se está abordando el complejo panorama en que nos vemos enfrentado, pese a que las mayorías de las estaciones meteorológicas de la zona tuvieron un superávit de precipitaciones en el año 2024. Recordando unos artículos por este mismo medio, hablamos de una desertificación "proceso de degradación del suelo"-, pero aqui en la región se seguía hablando que la zona estaba inmersa en sequía. Es un hecho que la falta de precipitaciones llevo a que las tierras fueran quedando no aptas para el desarrollo de la agricultura y con ello, achicando el porcentaje de hectáreas cultivables.
Estamos conscientes de la labor que se esta generando en el gobierno regional y nos imaginamos que seguirán preocupados en enfrentar la situación de crisis hídrica, y no se relajaran por la última precipitación, que es algo común en las autoridades al pensar que se eliminó el problema y, por ende, pueden dejar recursos para asuntos más rentables politicamente y vistosas para sus reelecciones y no colocar recursos en obras que serán más permanentes y reconocidas a otras autoridades.
Sí bien, el instalar una planta desaladora en Coquimbo ayudaría a enfrentar la crisis, no es suficiente, debido a que fuera de aumentar los costos en sus cuentas de agua domiciliaria, tampoco alcanza a cubrir la crisis hídrica que se está viviendo. De allí, que tiene que haber otras medidas, sobre todo, urge eliminar los emisarios, incentivar cultivos acordes a nuestra realidad (ejemplo; el granado), diseñar una gobernanza territorial y analizar los derechos de agua entre otros.
Un problema que, si bien se puede ver simple, tiene que ver con lo que está pasando al entubar un canal artificial, donde una comunidad ve que su entorno y su modo de vida se va a truncar si sucede eso. Aqui claramente tenemos no solo un problema hídrico, sino también, un problema social en sectores que están siendo abandonados por la carencia del vital elemento y que provoca además aumento de la desertificación. Hemos escuchado que se han aprobado recursos para enfrentar en parte, esta crisis, que según los antecedentes, no va a variar demasiado la situación en lo que queda del año.
Es por ello, que hacemos un llamado a ahorrar y hacer un buen uso del recurso de agua dulce, pensando en los ciudadanos y agricultores que necesitan este vital recurso para, por un lado, la producción de alimentos y por otro de la supervivencia de todos nosotros en esta región privilegiada..