Descubren por qué el tsunami del volcán Hunga Tonga llegó antes de lo previsto
Descubren por qué el tsunami del volcán Hunga Tonga llegó antes de lo previsto CEDIDA CEDIDA CEDIDA CEDIDA Van Den Bosch es geógrafohidrólogo, especialista e mitigación de desastres naturales.
Estudio chileno-ruso plantea explicación sobre las olas que sorprendieron al Pacífico Descubren por qué el tsunami del volcán Hunga Tonga llegó antes de lo previsto Ignacio MOLINA E 15 de enero de 2022, el volcán E 15 de enero de 2022, el volcán submarino Hunga Tonga explotó con una fuerza que dio la vuelta al mundo. Pero antes de la gran erupción, algo ya había empezado a moverse en el fondo del mar. Esa parte -la previa es la que explicó un grupo de científicos de Chile y Rusia. Según su investigación, publicada en AIMS Geosciences y Journal of Environmental y Earth Sciences, lo que provocó las primeras olas no fue la erupción misma, sino un deslizamiento submarino que ocurrió antes.
Ese deslizamiento generó un "tsunami preocurrió". cursor", una ola que llegó hasta ocho horas antes que la esperada, en lugares como Arica, Chañaral o el Callao. "Colocamos los datos del terremoto en un software que se llama Sistema Local de Alerta de Tsunami", cuenta Jorge Van Den Bosch, director del Centro de Ingeniería para la Mitigación de Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta. "Había poca coincidencia entre la hora del terremoto y la llegada de las ondas del tsunami", afirma.
Compararon los resultados con datos reales de estaciones mareográficas. "Cuando se colocó en los computadores, nos dimos cuenta de que coincidía casi plenamente con lo que Aunque la ola fue modesta, no deja de ser peligrosa. "Si la gente está en el mar, pueden perfectamente tener el potencial de dañar, de llevarse a la gente", advierte. La propuesta del equipo es simple: que ante cualquier posibilidad de erupción volcánica, los sistemas de alerta también consideren señales previas, como pequeños sismos o movimientos en la ladera. Y que se revise si ya se generó una ola. "Chile tiene casi 8.000 kilómetros de costa. Lo cual hace que seamos muy vulnerables a cualquier movimiento del mar anómalo", señala el científico..