COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando criar se vive en soledad
COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando criar se vive en soledad [C) Columna [C) Columna Cuando criar se vive en soledad en soledad n la actualidad, uno de los temas que genera gran preocupación en instituciones públicas, organizaciones sociales y espacios académicos, es la baja natalidad.
El debate, habitualmente, suele centrarse tanto en sus efectos e impacto sobre el sistema de pensiones o el enveje miento poblacional; como también en sus causas económicas, en donde destaca el alto costo de la vida o bien la falta de políticas de conciliación. Sibien, estosson puntos que claramente deben ser abordados, el problema también debe abordarse desde una perspectiva más profunda y humana: la soledad que conlleva la crianza. Hoy, en muchos casos, criar se ha vuelto un acto en solitario. Pueden existir políticas muy beneficiosas, tal comola deSala Cuna Universal, perosu efectividad tienelímites. No tapemos el sol con un dedo, los niños se enferman 'con mucha frecuencia y esahí donde las redes familiaresson vitales, tanto de la pareja, la familia y el entorno. A lo anterior, se suma el A lo anterior, se suma el A lo anterior, se suma el miedo que viene asociado atener un hijo a una edad avanzada.
Miedo a enfermedades, condiciones, al agotamiento que significa la multitarea y a no tener con quién contar: Bajo esta realidad, las redes que antes sostenían la maternidad, sobre todo madres, suegras y abuelas, se ha debilitado.
La postergación de la maternidad lleva consigo una paradoja generacional, pueslos padres de hoy yanoson tanjóvenes, y los abuelos de la actualidad son personas mayores, por lo que tiendenateneruna mayor probabilidad de padecer complicaciones de salud. A esto se suma que, como hemos orientado la vida hacia el desarrollo profesional, muel desarrollo profesional, muPor Pía Bust: Académica Departamento Nacional de Bioética chas personas viven lejos de sus familias. Las redes lentamente se van debilitando. Y algo no menos importante, lo comporta el hecho quelas políticas de fertilidad apuntan a una vida reproductiva autónoma, incluso desvinculada dela presencia masculina, quebrando aún más el rol vital y fundamental de la familia. Bajo todo este contexto, la bioética personalista nos recuerda que el ser humano es un ser por naturaleza social y relacional. Ningún proyecto de vida, nila crianza, ni el embarazo, ni la vejez pueden sostenerse en soledad. El nacimiento de un hijo es un acontecimiento profundamente familiar, social y comunitario. Quizás sea hora de considerar políticas familiares, ampliar las perspectivas y comenzar a escuchar no solamente a las mujeres, sino a las familias y a los padres, los cuales siempre quedan en el olvido. Podríamos iniciar preguntándonos qué podemos hacer como sociedad para que criar sea posible y sobre todo para que no sea una experiencia solitaria. sea una experiencia solitaria..