COLUMNAS DE OPINIÓN: La insatisfacción democrática
COLUMNAS DE OPINIÓN: La insatisfacción democrática MIRADA CONSTITUCION AL La insatisfacción democrática Elproblema central del debate público de esta semana lo constituye el tema del acuerdo sobre pensionesenelsenado. ¿Valdrá la pena aplaudirlo (piensala izquierda parte deella) apesardeque deja incólumelas bases del actual sistema? ¿ No será un error haberlo aprobado (piensa la derecha o parte de ella) sicon él se entrega parte del esfuerzo personal alestado? ¿ Seráel comienzo delfin (piensa parte de la derecha)? ¿ Será el principio del fsturo (confía partedelaizquierda)? Losaportesseguirían siendoen el largo plazo dequienejecutóelesfuerzo (yahí ganó la derecha); pero al generarse un préstamo seintroduicealgo desolidaridad (yesosatis fizoala izquierda), Pero ambastienen también motivos para la frustración. Seguitánlas AFPs(sequeja laizquierda), se siembra la semilla delreparto(sequeja laderecha). En suma, a pesar de las apariencias nadieestá deltodo contento, ninguno plenamente satisfecho. Eslainsatisfacción relativa que provee la democracia. Loquesealcanzóes lo queal gún autor (. Rawls) llama un consenso traslapado, un acuerdo al que cada parte pudo concurrirpor razones finales o de fondo distintas. Ené nadiequeda del todo satis" fecho; pero pretender una satisfacción total para una sola delas partesnoes algo que provea la demoeracia. La democracia provee bienes parciales y triunfos (también derrtas)inevitablementetransitoios. Yelprincipaldetodosesos bienes son los acuerdos que, al revés deloquese ree, tienenun valoren símismos. Porsupuesto, si Pedro y Juan acuerdan matar a Diego, nadie diría quees mejor que alcancen un acuerdo a que no lo hagan. Y es que, efectivamente, la mayor parte delasveces los acuerdos tienen un 'valor puramente instrumental: su valor proviene del fin que através suyo se procura alcanzar. Pero en una democracia los acuerdos tienen un valor intrínseco: valen en sí mismos, en ellos se realiza algo que valela pena.
Alalcanzarunacuerdo, y especialmenteen el diálogoqueconducea él, los partícipes se reconocen recíprocamente igual capacidad de discernimiento, renuncian a la coacción, aceptan que imponer: verdades o significados es incompatiblecon la igualdad, y se disponenaescuchar los argumentos del otro y dentro deciertos límites se otro y dentro deciertos límites se Carlos Peña dejan persuadir. En suma, los acuerdos en símismos reúnen los valores y las virtudes que son propias de lavida democrática. Esevidentequeel contenido de unacuerdo puede sererróneo (al igual quela mera suma o agregacióndelas preferencias) pero inclusoenese caso tieneunvalorintrítr seco porqueen él serealizan esos bienes queson propios dela democrada. Yesqueenlavida democrática no basta decidir bien, es necesario que el proceso de decidir lo sea de unacierta forma y esta incluye la deliberación entendida como la búsqueda de unacuerdo racional. Siasínofuera, silo únicoimportante fuera decidir bien (con prescindenciadel proceso queconduceala decisión) entonces un dictador benevolente y sabio (sies que algoasí existiera) sería la suprema forma degobierno. Pero nadicaceptaría so. No se trata solo de alcanzar buenos resultados, se trata de alcanzarlosenla formacorrecta. Por. eso puestos a escoger entre tener buenos resultados de la mano de una dictadura incluso benévola, o resultados imperfectos, o incluso. malos, dela mano de la democracia no cabedudade queestoúltimoes Jopreferible. Estoesigual queen lavidapersonal. Nadie enseñaría a sus hijos que el éxito importa en símismo. le enseñaría más bien que el éxito es valiososolo en la medida que se alcance de la forma correcta, homenajeando, al perseguirlo, los vaJoresenquesectee. Deesa manera incluso sino sealcanza el éxito habrávalido la pena.
Eso mismo vale, mutatis mutandis, para la democracia ¿ Ingemuidad?¿ Faltadevalentía paraime pulsarlas propiasideas? ¿ simpleracionalización de la cobardía que impide defender las propias ideas hastaelfinal? ¿ Retroceso en la batalla cultural? Al revés: defensa estricta de la democracia no como manera de alcanzarla verdad, sino comoformadeconducción delavida colectiva. Por eso no es exagerado afirmar quela salud dela democracia se mide no por la satisfacción de sus fuerzas políticas, sino pora in: satisfacción que experimentan luegodealcanzarun acuerdo. godealcanzarun acuerdo. godealcanzarun acuerdo..