Columnas de Opinión: ¿Silenciar la señal o educar en la era digital?
Columnas de Opinión: ¿ Silenciar la señal o educar en la era digital? Por Juan Pablo Catalán. académico e investigador Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB. ne sentido. La tarea educativa no consiste en clausurar, sino en abrir posibilidades. Alfabetizar digitalmente significa enseñar a distinguir información, gestionar tiempos, asumir riesgos y oportunidades.
Significa, en suma, dar herramientas para vivir en un mundo que no volverá a ser analógin Lo Barnechea, la decisión de instalar inhilos colegios para frenar el uso de celulares en clases abrió un debate que cruza fronteras: ¿ como convivir con la tecnología en la escuela sin renunciar al aprendizaje profundo? ¿ Es el silencio digital la respuesta o apenas un espejismo? Los datos son claros: UNESCO (2023) advierte que el uso excesivo de dispositivos moviles en el aula puede reducir la calidad del aprendizaje hasta en un 25 %. La OCDE (2022) confirma que la multitarea digital erosiona la concentración y afecta el rendimiento académico. Francia e Italia prohibieron los celulares en clases; Canada y Australia optaron por restricciones parciales acompañadas de formación. Pero ninguna de estas politicas fue solo técnica: todas incorporaron diálogo y educación digital. Aqui está la clave: prohibir sin educar es, en el mejor de los casos, una solución a medias.
Porque el problema no es el aparato, sino la relación que construimos con él El celular se ha vuelto compañero permanente, a veces sustituto de la conversación, y las aulas no son inmunes a esa adicción silenciosa.
No basta con bloquear la señal si no enseñamos a regular el deseo de conexión. ¿ Podemos formar ciudadanos críticos desconectándolos por decreto? ¿ Qué pasará cuando vuelvan a encender el teléfono fuera del colegio? El Mineduc (2024) ha sido prudente: recomienda limitar el uso no pedagógico, pero evita la prohibición total.
Y tieEl riesgo de la medida de Lo Barnechea es otro: profundizar la desigualdad. ¿ Qué pasa si comunas con recursos pueden aplicar estas soluciones y otras no? ¿ Tendremos escuelas libres de celulares y otras saturadas de pantallas? Las politicas educativas no pueden depender del presupuesto local, sino del derecho a aprender en condiciones equitativas. Es comprensible la tentación del control: el celular distrae, interrumpe, fragmenta la atención. Pero la educación nunca ha sido tarea de atajos técnicos. La pregunta que deberíamos hacernos no es como silenciar el teléfono, sino como formar a quienes lo usan. Porque prohibir es fácil. Educar. .. ese es el verdadero desafio. ¿Queremos una escuela que apague la señal o una que encienda la conciencia digital ?.. C Columna