Autor: CEDU
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Iniciativas ecológicas ganan terreno en las universidades como método de enseñanza
Iniciativas ecológicas ganan terreno en las universidades como método de enseñanza innovación desarrollo sostenible SANTIAGO DE CHILE 22 5 2025 innovacion@mercurio.cl En noviembre de 1906, mientras caminaba por los bosques de Concepción, el micólogo estadounidense Roland Thaxter recolectó un pequeño hongo en forma de copa.
No lo sabía entonces, pero acababa de descubrir una especie que jamás había sido descrita por la ciencia: Nothojafnea thaxteri. profesores son parte de los proyectos que diferentes casas de estudios están impulsando para que los jóvenes se conecten con la naturaleza y adquieran aprendizajes complementarios. También ayudan a disminuir el estrés académico, afirman los entrevistados. CONSTANZA MENARES Pasó más de un siglo hasta que, en ese mismo lugar del sur de Chile, el hongo volvió a aparecer. Esta vez, fue un grupo de universitarios de la U. de Concepción (UdeC), junto a al profesor Götz Palfner, académico del Departamento de Botánica, quienes redescubrieron este raro organismo. El hallazgo se realizó recientemente dentro del Campus Naturaleza, nombre que reciben las más de 50 hectáreas de terreno en áreas de cerros y quebradas que rodean el Campus Patrimonial de esta casa universitaria. “Una de nuestras vocaciones centrales es convertir este espacio en un aula al aire libre, al servicio de la docencia, la investigación y la formación integral de los estudiantes.
El proyecto se lanzó oficialmente en 2023 y su propósito es contar con una sala de clases viva para la conservación y restauración de la biodiversidad y que, a su vez, promueva el bienestar humano, la educación biocultural y la vinculación con el territorio. Este redescubrimiento del hongo refleja precisamente este espíritu: aprender directamente de la naturaleza, desde la experiencia y la sociedad crítica”, explica Cristian Echeverría, director del Campus Naturaleza. La UdeC no es la única institución que está promoviendo experiencias educativas al aire libre dentro de las propias instalaciones y terrenos.
Otra de ellas es la U. de los Andes, la cual con los proyectos “Ruta de las Aves” y “Ruta de la Flora” invita a los alumnos a recorrer el campus para identificar diferentes especies y aprender de cada una de ellas.
Por ejemplo, el primer recorrido cuenta con 12 estaciones que pueden visitarse al propio ritmo, en orden correlativo, siguiendo la numeración o yendo a cada una de forma individual, ya que también son independientes entre sí. De esta forma, los interesados pueden hacer una pausa y observar sin necesidad de binoculares una variedad de pájaros entre los que se encuentran picaflores chicos, cóndores y tucúqueres. Por su parte, la Ruta de la Flora busca que los estudiantes aprendan y disfruten de las distintas especies vegetales que se encuentran en el lugar. “Para armar estas rutas hicimos un catastro de las aves, de la flora incluso de de los insectos, sistematizamos estos datos y los pusimos a disposición de los alumnos y la comunidad. La idea es conocer, cuidar y hacernos cargo de nuestro campus universitario”, señala María Augusta Scagliotti, subdirectora de Cultura Corporativa de la U. de los Andes. La profesional añade que, quienes los realizan, “pueden aprender del entorno, de la historia de la universidad y más. Hay códigos QR en cada estación donde se puede accede a la web para encontrar información más técnica de cada parada.
Hoy en día, con todos los problemas de salud mental de los alumnos, el estrés y la falta de tiempo, la invitación es que los alumnos aprovechen estas iniciativas y que el mismo campus les permita encontrar espacios de contacto con la naturaleza, así como también momentos de paz y reflexión, que se sabe hacen muy bien”. Otra iniciativa en esta línea son los huertos universitarios de la U. de Chile, pensados como espacios de aprendizaje, vínculo social y acción climática. “Cultivamos principalmente hortalizas, de las cuales hemos obtenido semillas en la misma huerta o de intercambio con alumnos y agricultores. Este espacio es voluntario y participan estudiantes, profesores y funcionarios de la universidad, cualquiera puede ser parte”, precisa Ricardo Pertuzé, profesor de la Facultad de Ciencias Agronómicas.
De hecho, el mes pasado, en el marco del Día de la Tierra, en la universidad se llevó a cabo el primer Encuentro de Huertas Universitarias, una actividad que tuvo por finalidad generar espacios de diálogo e intercambio de las diferentes “experiencias huerteras” que han ganado terreno en las distintas sedes de la institución. Los beneficios de contar con las huertas han sido varios, afirma el docente: “Muchos usamos el trabajo al aire libre como medio de relajación y de alivio al estrés académico.
Las labores con plantas, junto a otras buenas prácticas como el ejercicio, pueden ser relatantes y ayudar a la salud mental”. Y continúa: “Este proyecto también ayuda a que más estudiantes se acerquen a temas de interés, se vinculen con estudiantes de cursos superiores y también se acerquen más a los profesores. Es un tremendo instrumento de integración y colaboración”. Tucúqueres (en la foto un ejemplar), cóndores y picaflores pueden avistarse siguiendo la “Ruta de las aves” de la U. de los Andes.
En el Campus Naturaleza de la U. de Concepción, Recorridos para descubrir la flora y fauna que habita dentro del campus y huertas universitarias colaborativas entre alumnos y SOCIALIZACIÓN Una de sus metas es adoptar “medidas urgentes y significativas” para reducir la degradación de los hábitats naturales y detener la pérdida de la diversidad biológica.
CUALQUIER ESTUDIANTE PUEDE PARTICIPAR:. CUALQUIER ESTUDIANTE PUEDE PARTICIPAR: terremo de más de 50 hectáreas que colinda con el campus patrimonial de esa casa de estudios y que se utiliza como aula al aire libre, recientemente un profesor y su grupo de estudiantes redescubrieron un hongo que no se registraba hace aproximadamente 100 años.