JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado”
JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado” EL MÉDICO, UNO DE LOS HISTÓRICOS DENUNCIANTES DE FERNANDO KARADIMA, LANZA UN LIBRO DONDE SE PREGUNTA POR LA PERSONALIDAD DE LOS ABUSADORES Y EL ORIGEN DEL MAL EN LA HUMANIDAD. EN HOMO EXUL SE UNEN SU EXPERIENCIA PERSONAL Y LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. EL TAMBIÉN CREADOR DE LA FUNDACIÓN PARA LA CONFIANZA, AFIRMA: “KARADIMA, CON SU ENCANTO, TAMBIÉN TENÍA DIVIDIDAALAMITAD DE LA POBLACIÓN CHILENA”. AL IGUAL QUE HOY LO HACE, A SU JUICIO, EL ACTOR CRISTIÁN CAMPOS. Por Claudia Guzmán Fotos Lorena Palavecino/Penguin Random House FUE EN EL AÑO 2020 CUANDO JAMES HAMILTON DECIDIÓ REINVENTARSE REINVENTARSE LEJOS DEL PAÍS.
El médico, que había pasado más de una década enfrentando los embates públicos y privados del proceso canónico y penal contra Fernando Karadima, párroco de la iglesia El Bosque que abusó abusó sexualmente de él en su adolescencia, quiso poner distancia física entre esa historia y otra nueva que comenzaría literalmente a escribir. “Me fui a vivir a Barcelona.
Fue una decisión y un proyecto familiar porque partió la pandemia, mis niños más chicos estaban con clases aquí y no funcionaban funcionaban nunca; y con Valérie (Elgueta, su esposa), siempre pensábamos cómo seria vivir fuera, por los niños, para mostrarles un poquito más el mundo. Entonces, mi hermano, que vive cerca de Barcelona, nos dijo: Vénganse para acá, que hay mucho trabajo. Así que revalidé mi tftulo y empecé a trabajar allá. Hice algunos proyectos y, en medio de este reinventarme, partió la necesidad de escribir un libro que, en realidad, yo lo tenía pensado muchos años antes, pero no sabia bien cómo enfocado”, relata. Homo Exul.
Cómo el hombre perdió su naturaleza y conoció la violencia (Debate) es el resultado de ese proceso en que Hamilton buscó dar cuenta de su propia historia de abuso, pero desde un lugar diferente, con tinta impresa sobre papeles que no tenían que ver con expedientes judiciales ni páginas de crónica roja. «No quería que fuera un libro biográfico de quejumbre ni de drama.
Quería algo más profundo, que fuera un poco más allá y que fuera un aporte, que también mostrara cuáles fueron los elementos involucrados y de qué manera uno se puede ir reconstruyendo a partir de una experiencia como la que viví, advierte. En la línea de obras como Sapiens y Homo Deus, del israelí Yuval Noah Harari, Hamilton propone un recorrido no solo por su historia personal, sino también por la de la humanidad.
El destino de ese viaje es llegar a desentrañar en qué punto de la evolución surgen las asimetrías de poder que dan origen al mal, al abuso, a una dinámica relacional tan ajena al cuidado y a la colaboración que nos distingue de otras especies.. JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado” “Lste libro me hizo reentender el mundo, pero sobre todo me hizo comprender aldo que es diíkil de ver cuando uno ha sido m itratado de cualquier lbrma, y es el entender que el problema problema no es personal. que ue 4.
JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado” 4 p “\ Ii libro Horno evul plantea que el ser humano, especialmente el hombre masculino, al desconectarse de si mismo por un problema neurobiolóico de desarrollo cerebral de sus zonas sociales, se desconecta de la naturaleza y se desconecta del prójimo. Entonces ya no es un prójimo, es alduien que puede servir, que puede ser útil o que puede ser aldtiicn que amenaza”. a 1 L 4I.
JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado” )fl exul fl a rawara ya Con un entoque científico, Hamilton también logró tomar diatancia de aua propias creencias sobre la maldad: “Se tueron desmitificando una serie de cosas para mí.
Ya no era un tema del que el mal había llegado al mundo por el pecado original o por una historia biblica, sino que tenía un origen preciso, que tenía que ver con el desarrollo neurobiológico, en particular de los hombres, más que de las mujeres”, dice.
Y agrega: “En el libro salen citados unos 330 papers científicos, pero la base bibliográfica fueron como 5 mil artículos y libros”. Llama la atención lo multidisciplinario de la propuesta: antropología, neurobiología, psicología, epigenética, astronomía... Eso es muy autobiográfico, porque yo quería ser arqueólogo, después me entusiasmé con la ingeniería, las matemáticas y finalmente terminé de médico. Pero entre eso, la experiencia de vida y los más de 20 años de terapia, me di cuenta de que la única manera de entender los eventos, al ser humano, es asociando disciplinas. Si uno no asocia disciplinas, no hay ninguna manera de entender un mundo fraccionado, ninguna. Si uno cree que el mal del mundo es un fenómeno religioso, que llega por el pecado original, ¿qué haces tú contra eso? Eso no tiene solución, no tiene arreglo. Te meten en un saco imposible de resolver, salvo por aquellos que se supone que son los magos que te pueden contesar y perdonar. Yo viví la disociación entre lo que se supone es tu enseñanza religiosa y cultural con la del accionar de aquellos que tendrían este poder divino. Y eso no resuelve los problemas. Porque el mal no es un problema de espiritualidad. De hecho, con el libro yo recuperé mi espiritualidad, pero de otra manera: cuando hablo de que los átomos y las matemáticas son un caos inteligente, me estoy refiriendo al concepto de Dios.
Compartes parte de tu terapia y cómo por años no te atrevías a preguntarle a tu analista por qué te habían abusado. ¿Te hizo bien escribir este libro? Sí, claro. ,Tuvo algún efecto terapéutico? Este libro me hizo reentender el mundo, pero sobre todo me hizo comprender algo que es dificil de ver cuando uno ha sido maltratado de cualquier forma, y es el entender que el problema no es personal. Que no es por algo que tú hayas hecho.
Si uno cree que todo es personal, que el que está mal es uno, porque eres malo, eso no te da la posibilidad de salir de ese nuevo hechizo para reconstruirte o para entender que a cualquier persona que hubiese estado en las mismas circunstancias le habría pasado lo mismo.
PATOLOGÍAS DEL PODER En 2010, el mismo año en que estalló mediáticamente el caso Karadima, James Hamilton, junto a los otros denunciantes José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz empezaron a darie torma a la Fundación para la Contianza. El organismo, que hoy realiza investigación, educación y acompañamiento psicológico y legal para víctimas de abuso sexual, ha estado detrás de importantes cambios legislativos, como la imprescriptibilidad del abuso sexual infantil. Conocer a las víctimas también les ha servido para conocer a los victimarios, a quienes ejercen el daño y son el objeto de estudio de Horno Exul. Dices que las patologías del poder están a la base de las conductas de abuso.
Lo que el libro plantea es que el ser humano, especialmente el hombre masculino, al desconectarse de sí mismo por un problema neurobiológico de desarrollo cerebral de sus zonas sociales, se desconecta de la naturaleza y se desconecta del prójimo. Entonces ya no es un prójimo, es alguien que puede servir, que puede ser útil o que puede ser alguien que amenaza. Entonces tu lógica cambia. En el Amazonas, por ejemplo, los cazadores recolectores que todavía quedan no tuncionan con esas lógicas. Y no es que sean pueblos atrasados, primitivos. No. Nosotros somos los que estamos en una circunstancia precaria, en un camino bastante difícil de torcer.
Entonces, el tema del poder se da en la inseguridad, en la debilidad de la estructura del self que debiera darte el apego, tu relación especialmente con la madre y el padre durante los primeros mil días de tu vida.. Cualquiera que ejerza el mal, el abuso, ha tenido experiencias traumáticas o de negligencia en la primera infancia? La mayoría. tKaradima también? También. Si miras la vida de Hitler, de Stalin, de Putin, ves personas que se desconectan del prójimo y, como ellos han sufrido estas cosas, tampoco les importa. Tienen un self tan frágil que son ávidos de poder, de cualquier forma que este sea, de manera inconsciente e indiscriminada. Karadima era un abusador sexual, pero también era un abusador psicológico y un tremendo abusador espiritual. Porque en el mundo en que él se desenvolvió, el mundo eclesiástico, el abuso sexual era un sistema de sometimiento, como la corte de los reyes, que va a hacer que tu poder se extienda. Ahí tienes a Precht, Qrtega, Silva, suma y sigue. Se da en la Iglesia una estructura de manejo del poder en la cual ellos utilizan, desde tiempos inmemoriales, el abuso sexual. Sentado en un sofá del Iiving de su casa de Chicureo, James Hamilton es enfático al hablar. No hay rabia en su discurso. Lo que resuena en sus palabras es un tono doctoral, esa mezcla de aplomo y datos de quien sobrevuela por temas complejos gracias a los años de estudio.
Agrega un dato histórico: «Hay un santo en la Iglesia que se llama San Pedro Damián, que fue un niño abusado por un hermano jbiológico), y el mayor de los hermanos, que trabajaba lejos, al volver se lo llevó con él para que estudiara; termina siendo un monje. Y, como monje, este joven se da cuenta de que lo que le pasó a él de niño pasaba en todos los monasterios. Fue la primera persona que intervino la Iglesia hasta el nivel del Papa para cambiar las políticas. Hizo que los abusadores incluso los quemaran en la hoguera. Esto fue más o menos en el año 1000.
Estas políticas se mantuvieron en la Iglesia hasta el siglo XIX, cuando en ciertos Concilios la cosa se difumina, se altera el Código de Derecho Canónico y vuelve a florecer todo el tema del abuso». Planteas que el abuso en la Iglesia perdura porque no se ha eliminado el problema de raíz. ¿Cuál es ese problema? La raíz del abuso es esa: personas que crecen desestructuradas internamente, con un self débil.. Cómo podría la Iglesia terminar con eso? Yo crec que, como en muchas religiones, el supuesto llamado sacerdotal es, primero, una opción de ubicación social, opciones de quienes buscan adquirir poder. Pero, al mismo tiempo, seleccionan a muchas personas dañadas, personas con estructuras ya patológicas que, cuando están instaladas en sus parroquias, las ejercen. i,Deberían hacer más tests psicológicos? Por supuesto. De hecho, en muchos lugares hoy en día los hacen, pero Karadima era un gallo patológico... Me van a matar, pero creo que el mismo padre Hurtado era bien especial. Porque dentro de los mitos de Karadima había algunos que eran, entre comillas, reales. Por ejemplo, su relación con los jesuitas. Había un circuito: Karadima se contesaba con el padre Riesco. Aparentemente le confesaba los abusos. Y él era íntimo amigo, confesor de Alberto Hurtado.
A Alberto Hurtado, supuestamente, Karadima lo seguía porque lo admiraba, siendo absolutamente diferentes: uno era social y el otro completamente conservador. ,Cree que Hurtado pudo haber tenido también conductas abusivas de algún tipo? Quizás conductas abusivas espirituales o psicológicas, porque hoy en día, 4 y). JAMES HAMILTON “La iglesia no ha cambiado” si nada hubiese pasado, Karadima estaría postulándose a los altares y quizás lo habrían canonizado. ¿Y cómo descanonizas a un santo? j, No cree que la Iglesia ha cambiado? Se le reconoce al Papa Francisco ese legado. No. Yo creo que la Iglesia no ha cambiado. Creo que Francisco cambió su visión del problema, porque él sabía perfectamente el problema. De hecho, Karadima fue a asesorarse con Francisco a Buenos Aires para que le mandara los mejores abogados eclesiásticos para defenderse en el Vaticano. Una persona como él, con los años que tiene de obispo, que ha escuchado 500 mil confesiones, en especial de otros sacerdotes, es imposible que no supiese que el abuso era una realidad latente. Lo que creo que cambió fue que se dio cuenta de que, si no hacía algo, se le derrumbaba muy rápidamente el sistema. Y también creo que no dimensionaba el impacto real sobre las personas. Quizás, cuando conversó con nosotros, se dio cuenta del daño que esto producía, porque para ellos está normalizado. 4Y nota un cambio social? En lo que podríamos llamar los ciudadanos de a pie, muchísimo. Pero en las estructuras de poder, no. Porque el abuso aún está en muchas estructuras de poder. A ellos no les conviene que cambie el statu quo. Todavía hoy hay personas que quieren ir a denunciar a la Fiscalía y no lo hacen, porque la mayor parte de los fiscales no hace nada. Según nuestra estadística, en la población chilena un 85% de las mujeres y un 15% de los hombres ha tenido algún abuso sexual.
Quiere decir que, por lo menos, hay un 20% de la población chilena que son abusadores. ¿Y qué es lo que hemos visto desde Lavandero, desde Spiniak? Que la mayor parte de los gallos involucrados queda libre de polvo y paja. La gente tiene clarísima la película. Sobretodo, las mujeres. CAMPOS Y Dl GIROLAMO Hoy la opinión pública se nota dividida por el caso Campos Di Girolamo, pese a que la justicia acreditó los abusos. Hamilton relata que estaba lejos cuando estalló el caso y que no maneja muchos detalles al respecto. De todos modos, opina: Alguna vez conocí a Raifaella, como psicóloga. Lo que puedo decir es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Basta con escuchar y mirar la entrevista que le hicieron a Cristián Campos en La Tercera, que era por tele y escrita, para darse cuenta de que la forma en que se refiere al concepto de abuso como esta moda es impropia. ¿Cómo no es capaz de empatizar? Si tú eres realmente inocente, dices: Bueno, el juicio no ha terminado, yo quisiera que Raffaella estuviera bien, pero que se investigue, porque soy inocente. Porque tiene derecho a declarar su inocencia. Esa es la conducta de una persona normal... Como él lo minimiza y dice que es injustamente atacado, es una defensa de libro de los abusadores. ,Porque se presenta como víctima? Claro. Primero se victimiza, pero no solo eso, sino que relativiza el problema, y la gente empatiza con él por su actuación, por su historia. Él hace lo mismo que hacía Karadima... Karadima, con su encanto, también tenia dividida a la mitad de la población chilena. Hasta que no salieron los primeros fallos, nosotros éramos lo peor. Me echaron de la pega. Me hicieron y dijeron de mí todo lo que se te ocurra.
Y eso que el caso aún no estallaba. b “Basta con escuchar y mirar la entrevista entrevista que le hicieron a Ciistián Campos Campos en La Tercera, que era por lele y escrita, para darse cuenta de que la en que refiere al concepto de ahuso como esta moda es impropia. ¿Cómo no es capaz de empalizar?” Él acusa que respaldan una denuncia falsa.. Qué denuncia falsa?! Si el juez ya dijo que los hechos eran verídicos y que no lo podía meter a la cárcel por prescripción. O sea, ¿quién tenía la razón? Parece que la fundación. Pero claro, él quiere que le limpien su nombre... No creo que, con todos los antecedentes, con toda una familia apoyando a Raifaella, él vaya a seguir. No es fácil denunciar. Anda a preguntarle a las mamás do niñitas que han sido usadas por los papás, cuántas de esas mamás se atreven a quebrar una familia... Muy pocas. La mayoría se lo calla y vive así. Sufren y terminan después con alguna enfermedad autoinmune, un cáncer o cualquier cosa. Jóvenes que viven con el dolor y el sufrimiento de toda su vida.
El libro de James Hamilton cierra proponiendo una solución para enfrentarse a la maldad y al consiguiente daño por traumas que, afirma, están a la base de buena parte de las enfermedades no determinadas por la genética.
Se trata de una invitación que se emparenta con su experiencia de abuso y con su especialidad en cirugía digestiva: por un lado, el cuidado de la niñez temprana y, por otro, el de la alimentación: «Si nosotros logramos transformar la cocina en la farmacia de la vida, es un tremendo avance. Esta supuesta modernidad, con el supuesto desarrollo de los alimentos, nos va a ir enfermando cada vez más por motivos inmunológicos. Para poder adaptarse a cualquier nuevo alimento, se requieren miles de años de evolución. Las personas celíacas no se han adaptado, después de 7.000 años, a consumir trigo. La gente con intolerancia a la lactosa se siente culpable, dañada; y no es así.
A los seres humanos, normalmente, después de los 3 o 4 años se les acaba la lactasa, que es la enzima que está en los intestinos para poder consumir lactosa. ¿Por qué? Porque estamos diseñados para consumir leche hasta los 3 o 4 años.
Si tú no logras explicarle al paciente por qué le pasa lo que le pasa, si no logras explicarle que una enfermedad no es culpa de él, nunca se va a mejorar.. Lo que pasó en mí caso fue que se filtré la denuncia eclesiástica, que ni siquiera era una denuncia: era un juicio de nulidad porque yo quería volverme a casar. Nunca pretendí armar un escándalo. Pero fueron a hablar desde el Arzobispado con el auditor de la Clínica Ajemana en esa época, el señor Rencoret, y me echaron. Todo fue muy informal. Esto lo sé de primera fuente, porque el abogado de la clínica lo habló con Juan Pablo Hermosilla. En algún momento pensé en hacer algún tipo de acción legal contra la clínica. Lo único que yo quería era que me anularan por la Iglesia, porque quería armar una familia en libertad con Valérie y que quedara un antecedente para que a Karadima no lo canonizaran. Si no, eso ya iba a ser la aberración más grande del mundo. Ese era mi objetivo. Me bastaba con eso. Campos ha cuestionado el trabajo de la Fundación para la Confianza. ¿Cree que puede afectar su reputación? Lo que dices os la clave: nos conocerán por nuestras obras. La fundación es trabajo, trabajo contra el abuso, docencia, línea libre, cientos de casos con orientación. Ninguna institución en Chile ha hecho tanto por el abuso en estos años..