Autor: CATALINA DROGUETT
Columnas de Opinión: 8M y Sostenibilidad
Columnas de Opinión: 8M y Sostenibilidad mente que las mujeres no solo deben ser consideradas como población vulnerable en los foros internacionales, sino también como protagonistas de la solución. Por ello, promovemos espacios de diálogo, capacitación y visibilización, asegurando que las mujeres tengan un rol activo en la creación de un mundo más sostenible. A pesar de los avances, la brecha sigue siendo enorme. Según el World Economic Forum, a este ritmo, la igualdad de género en la participación económica y política tomará al menos 131 años en alcanzarse. En el ámbito ambiental, menos del 30% de los cargos de lide-razgo en políticas climáticas son ocupados por mujeres. Esto no solo es una injusticia social, sino también un obstáculo para lograr soluciones climáticas efectivas. El 8M es un recordatorio de que la sostenibilidad y la equidad de género están intrínsecamente ligadas. Si queremos enfrentar la crisis climática con justicia y eficacia, debemos garantizar que las mujeres sean parte activa de la solución, con acceso equitativo a recursos, educación y espacios de toma de decisión. Porque un planeta regenerado sólo es posible en una sociedad donde la igualdad sea la base del cambio.
El 8 de marzo no solo es un día de conmemoración y lucha por la igualdad de género, sino también una oportunidad para visibilizar cómo la crisis climática impacta de manera desproporcionada a las mujeres en el mundo.
En el contexto de la sostenibilidad, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 (ODS 5) de la ONU nos recuerda la urgencia de cerrar brechas de género y garantizar una participación equitativa en la toma de decisiones ambientales. Sin embargo, las mujeres continúan siendo las más afectadas por los efectos del cambio climático y, paradójicamente, las menos representadas en las instancias de poder y acción climática. Las cifras son contundentes: según ONU Mujeres, el 80% de las personas desplazadas por desastres climáticos son mujeres. En América Latina, las mujeres rurales son responsables de hasta el 80% de la producción de alimentos, pero tienen menos acceso a recursos como la tierra, el crédito y tecnologías sostenibles. La desigualdad de género no solo se traduce en menor acceso a oportunidades económicas, sino también en mayor exposición a losimpactos ambientales, la precarización laboral y la violencia de género en contextos de crisis climática. Sin embargo, las mujeres han demostrado ser agentes clave en la construcción de soluciones sostenibles. Estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indican que los proyectos ambientales liderados por mujeres tienen una tasa de éxito un 20% mayor, gracias a su enfoque inclusivo y comunitario. La evidencia es clara: la transición ecológica necesita una mirada de género para ser efectiva y duradera. Consciente de esta realidad, en 2017 fundé la Comunidad y Plataforma “Mujer Sustentable”, espacio dedicado a visibilizar, educar y empoderar a mujeres en el camino hacia la sostenibilidad. Desde su creación, hemos impactado a más de 10 millones de personas, generando redes de apoyo, formación y oportunidades para que más mujeres lideren la transformación ecológica. El objetivo de “Mujer Sustentable” es claro: cambiar la narrativa de la crisis climática desde la vulnerabilidad hacia la acción. Creemos firme-.