Sin sueños no hay futuro: el desafío del estudiantado frente a la PAES
Sin sueños no hay futuro: el desafío del estudiantado frente a la PAES Columna Marcelo Trivelli Fundación Semilla Sin sueños no hay futuro: el desafío del estudiantado frente a la PAES estudiantado frente a la PAES ión ala educación superior (PAES) hay una historia, esperanzay sueños. No todos llegan con lasmismas herramientas ni oportunidades. La calidad de la educación, las condiciones económicas, el apoyo familiar y su entorno son factores determinantes que influyen en los resultados, pero sobretodo influyen en la capacidad delos y las jóvenes para soñar sufuturo. Soñar no es un lujo, es una necesidad. Es lo que impulsa a las personas a superar obstáculos y visualizar un futuro má allá delas dificultades presentes. Sin sueños, no hay propós to. Sin propósito, no hay acción. Y sin acción, no hay transformación posible, nia nivel personal nisocial. En Chile, este año se inscribieron casi trescientos mil para rendir las pruebas en 201 sedes repartidas en el territorio nacional. Muchos noseinscriben, otros no llegan arendirlas y un número indeterminado lo hace por presión social sin ninguna esperanza de poder lograr un título universitario. Las pruebas parecen ser más un filtro que una oportunidad, muchos jóvenes notienensueños de futuro mientras que otroslos ventruncados antes siquiera de intentarlo.
La burocracia del sistema educativo no está consciente del impacto emocional que este proceso de selección tiene en las D=: decada estudiante que rinde las pruebas de admiD=: decada estudiante que rinde las pruebas de admiy los jóvenes. El estrés, la ansiedad y el miedo al fracaso osimplemente la indiferencia no deberían ser los únicos compañeros de los estudiantes en este proceso.
Es nuestra responsabilidad resaltar que su valor nose reduce aun puntaje, y que soñar en grande, a pesar delas adversidades, es una forma de resistencia y esperanza y una base significativa para tomar control de su futuro. Chile enfrenta un desafío urgente: reconfigurar su sistema educativo y las pruebas de admisión para que no se limitena medir conocimientos, sino que también sean un puente hacia el cumplimiento delos sueños de cada estudiante. Esto implica garantizar unacceso más equitativo ala preparaciónacadémica, ofrecer orientación vocacional y psicológica adecuada, y reconocer que el talento y el potencial no siemprese expresan en una hoja de respuestas. Sin sueños no hay futuro. Las juventudes no sólo rinden exámenes, están construyendo sus vidas y, con ello, el destino del país. Nuestro deber como sociedad es asegurar que esos sueños no se pierdan en unsistema que, en lugar de inspirar, a menudo desmotiva. Si logramos crear un entorno donde incentivemos a soñar y que lograr alcanzar los sueños sea posible, estaremos garantizando un mejor futuro paraeellos y también para Chile..