Responsabilidad universitaria
Responsabilidad universitaria Ñ Ñ Pa Claudio Elórtegui Gómez Doctor en Comunicación Director Escuela de Periodismo Pontificia Universidad Católica de Valparaíso 66 necesaria para todas las profesiones. Hay una tendencia a lo digital que es innegable y Hay una tendencia a lo digital que es innegable y Responsabilidad ilesdejóvenes de nuestro país rindieron la PAES durante M semana.
Las esperanzas cifradas en el futuro y en la posi daddeacceder alaeducación superior, motivan todos los años ageneracionesque, con diferentes condiciones de acceso y preparación, intentan dar lo mejor de sí para no restarse a ese tan esperado salto en susvidas.
En nuestro país, desde lo asentado en la perspectiva cultural, trascender a los amarres socioeconómicos para generar la movilidad anhelada desde la educación, es una dimensión presente en las familias y en lo que se transmite a los hijos.
Valores como el esfuerzo, la persistencia y el estudio constante, son ámbitos que están en el imaginario de lo que se espera puedaser alguien que aporte ala sociedad, formándose como un ciudadano responsable que logre la satisfacción de sus proyectos.
Sinembargo, con las dificultades naturales de una globalización tensionada, sistemas políticos en crisis y unaeconomía que vive en laincertidumbre, las universidades se enfrentan a un gran desafío ético, complejo por las variadas capas que recubren una realidad de profunda transformación, comoes la concepción de lo laboral.
El desafío no solo ¿ Qué están está en la recepción de las nuevas generaciones haciendo los liderazgos locales y los tomadores de decisión para fomentar que esa economía digital se consolide en la región y los puestos de trabajo se multipliquen en favor de nuestros ylasexpectativas que traen consigo, sinoen canalizar adecuadamente lo que será la búsc da de los nuevos trabajos, más allá de la misión fundamental que tienen las casas de estudios, fundamental que tienen las casas de estudios, fundamental que tienen las casas de estudios, jóvenes titulados?". que radica en la formación disciplinar de esos jóvenes.
Las universidades deben comenzar a actuar con seriedad en lo referente alo que ofertan, cómo lo hacen a través de los medios masivos y de qué forma diferencian lo propagandístico de los datos reales que nos exhibe el mercado laboral. Las familias y el Estado invierten enla preparación y formación de un estudiante para quetenga las mejorescompetencias de cara a los escenarios a los que se medirá en su desarrollocomo profesional. Sin embargo, mientras el sistema compite desde lo publicitario generando peligrosas expectativas en esos jóvenes, hay un conjunto de universidades del país que ya presenta serios problemas para la adecuada universitaria ejecución de sus presupuestos. Nadie puede asegurar que esas casas de estudio nocolapsen, mientras esos jóvenes que depositaron su confianza en dichas instituciones, estén en pleno proceso formativo.
Porotro lado, mientrasexiste un impresionante derroche de recursos en lo propagandístico en el que incurre la educación superior, uno esperaría queesos esfuerzos para captar la atención de esos "clientes" de lo universitario, también se compensen en cómo las universidades iluminan con la generación de su conocimiento ante el dilema que nos enfrentamos y enfrentaremos como región, país y sociedad global en los próximos años: la tasade desempleo instalada en los jóvenes titulados.
Las cifras de ocupación del Gran Valparaíso no son alentadoras, por loque esos egresados deben ira competir con las redes de los que están instalados en la Región Metropolitana y terminar por radicarse en la capital sitienenéxito. ¿Habrá que resignarse con estasituación? ¿ Para qué entonces tantas universidades en la Región de Valparaíso y centros de formacióntécnica? Por supuesto, las propias universidades generanempleosy riqueza paranuestra región, pero, a su vez, no pueden desligarse deloqueeslanzaral mercado a miles de estudiantes de carreras que tienen un reducido mercado laboral y en extinción. Una formaque tienen las universidadespara noser partedel problema sino de las soluciones, es la continua actualización de los planes de estudio de sus carreras. Esto implica contactos permanentes con la industria y empleadores, así como perfiles de profesores adecuados para la interpretación de lasnuevas tendencias. Sin embargo, también hay una transformación revolucionaria y desafiante del ecosistemaen el que estamos. Por ejemplo, el Mapa del Empleo de la Fundación Telefónica, nos mostró que en 2024 la demanda de profesiones digitales creció un 50% a nivel nacional, con un salto de 23.280 434,917 vacantes. Las habilidades digitales, por su parte, experi'mentaron un incremento del 59%, alcanzando 18.004 ofertas. Hay una tendencia alo digital que es innegable y necesaria para todaslas profesiones.
Ahorabien, ¿qué están haciendo losliderazgoslocalesy los tomadores de decisión para fomentar que esa economía digital se consolide en la región y los puestos de trabajo se multipliquen en favor de nuestros jóvenes titulados? "o "o "o "o.