Columnas de Opinión: Nuevos bárbaros
Columnas de Opinión: Nuevos bárbaros FranciscO León POnce, ExConCEjAL dE PuntA ArEnAS y PErIodIStA La historia, esa que muchos no leyeron en sus tiempos de estudiantes, está llena de ejemplos de la presencia y acciones de quienes fueron llamados “Nuevos Bárbaros”, especialmente en reinos, imperios, países que, con el esfuerzo y trabajo de sus habitantes habían logrado avances importantes y acumulado riquezas, no sólo oro, plata, joyas o monedas. En esos países, reinos o imperios se construyeron obras de todo tipo como acueductos, carreteras pavimentadas con piedras, estatuas, edificios y numerosas otras obras de arte.
Pero eso no era todo: disponían de alimentos y recursos para momentos o períodos de hambruna, cuando alguna plaga, una catástrofe natural u otra emergencia, obligaban a las autoridades a adoptar medidas especiales para enfrentarlas en la mejor forma posible.
Hasta ahí todo iba bien, pero llegaron los bárbaros, brutales, ambiciosos, mentirosos, saltaron murallas, cercos fronterizos, navegaron desde la lejanía por anchos ríos e hicieron lo suyo, lo que sabían hacer mejor: saquearon y se apoderaron de lo que más pudieron y vivieron del fruto de esos latrocinios.
Mongoles, vikingos, piratas berberiscos, hunos y muchos otros pueblos fueron imitados a lo largo de la historia real, no la que construyeron a fuerza de mentiras, los bárbaros de nuevo cuño, diferentes de los primeros porque la motivación era ideológica.
Fascistas italianos, bolcheviques soviéticos rusos, nazis alemanes, guardias rojos chinos, sólo por nombrar algunos, son los más recientes y en Chile, ideologizados, marxistas leninistas, anarquistas, terroristas, indigenistas y otros “ismos”, siguen haciendo de las suyas, saqueando las arcas del estado chilenos.
“Fundaciones” truchas, proyectos faraónicos que no se han ejecutado, postergando urgencias inmediatas y disfrazados de “personas de bien”, solidarias con los más pobres y difusores de una “nueva ética y moral” se han enriquecido en forma ilegítima, sin trabajar, apoyados por los “pitutos” que iban a ser erradicados, viajando a costa de todos los que pagamos impuestos hasta por un medio kilo de pan y haciendo uso de licencias médicas ilegales, falsas, firmadas hasta por médicos ya fallecidos (como las que certificó un notario muerto para que pudiera llegar ustedes saben quién y hasta donde, o para pagar millones de pesos por peinados y maquillajes para cierta foto “oficial”. Tal vez no portan ni hachas, ni espadas, ni lanzas, ni mazas, pero estos “nuevos bárbaros” resultaron ser más ambiciosos, más ladrones y por ende, mucho más peligrosos, porque le dieron manotazos millonarios a los miles de dólares destinados a enfrentar los daños de eventuales emergencias y hasta aquellos para “gastos reservados”, que no permiten pagar cenas y “Piscos sour” en caros locales de comida peruana a fulanos denunciados y procesados por violación, abuso sexual, y varios otros delitos..