Avanza la frontera norte para los arándanos
Avanza la frontera norte para los arándanos D ebido a sus condiciones climáticas, la composición de los suelos y la baja disponibilidad de agua, la agricultura en la Región de Antofagasta actualmente se centra en la hidroponía y no es una actividad relevante para la zona.
Pero eso podría cambiar en los próximos años, o al menos a eso apuestan en el Centro de Bioinnovación de la Universidad de Antofagasta, donde están desarrollando un proyecto para demostrar que en esa región se puede establecer el cultivo de arándanos, tanto hacia la costa como en el interior, con plantas cultivadas en macetas. "Esta iniciativa responde a un trabajo de larga data que venimos desarrollando con bioalgas que puedan tener impacto en la agricultura del desierto, donde hemos trabajado en el mejoramiento de suelos áridos", explica Carlos Riquelme, director del Centro de Bioinnovación.
Si bien el trabajo que estaban desarrollando al aplicar bioestimulantes elaborados a partir de algas se había concentrado en el paisajismo, dentro de la ciudad, recuerda que una amiga agricultora del sur le sugirió hacer pruebas con arándanos para replicar el éxito que ha tenido esa especie en Perú, bajo condiciones parecidas a las de la II Región.
Así, actualmente tienen 120 plantas instaladas en el centro de innovación, en Antofagasta, y otras 420 plantas en Toconao, a unos 10 kilómetros de San Pedro de Atacama, en los terrenos de la cooperativa de campesinos atacameños Lickanantay, las que ya se han establecido y deberían comenzar a producir frutos la próxima temporada. "Es un riesgo, pero estamos muy contentos porque hasta ahora las plantas que están en Toconao, que es donde menos apostábamos por los arándanos debido a las condiciones climáticas y de viento, se están dando bastante bien", asegura con entusiasmo Carlos Riquelme.
ROMPER BARRERAS Una de las limitantes que presenta la Región de Antofagasta para los frutales, de acuerdo con los especialistas, no solo es la falta de agua, sino que principalmente que sus suelos son inertes o con muy baja fertilidad, lo que han intentado vencer mediante el uso de bioestimulantes que han desarrollado en el Centro de Bioinnovación. "Se trata de un bioestimulante elaborado a partir de microalgas que se producen constantemente indoor, en nuestros laboratorios, y que hoy estamos probando no solo con los arándanos, sino que también con jardines y hortalizas, donde su próximo paso podría ser generar un emprendimiento para que pueda Un proyecto de la Universidad de Antofagasta busca demostrar que se pueden producir los blueberries en macetas en esa región, los que tendrán su primera cosecha el próximo año. En el sector afirman que existe interés de otros productores y que la zona tiene un atractivo potencial.
PALOMA DÍAZ ABÁSOLO Avanza la frontera norte para los arándanos. ser comercializado en asociación con la universidad", señala Loreto Cavieres, directora de la iniciativa para desarrollar el cultivo de arándanos en la Región de Antofagasta, que es financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). Como están plantados en macetas, el bioestimulante se aplica a través del riego por goteo, que en el caso de Toconao utiliza agua proveniente de pequeños afluentes del valle de Jere y en Antofagasta, agua desalinizada, y todo se mantiene bajo sombreaderos. "Se podría haber probado al aire libre, pero en Toconao hay fuertes vientos y eso podría provocar la caída de las flores y las hojas, por lo que optamos por los sombreaderos. No se requieren invernaderos de alta tecnología", detalla Loreto Cavieres.
El resultado positivo que han observado este año en el establecimiento de las plantas a las condiciones climáticas locales ha generado interés en otras localidades del norte y, si el próximo año la cosecha resulta exitosa, ya hay un grupo de campesinos interesados en replicar el modelo de producción de arándanos en Mejillones.
VARIEDADES IDÓNEAS Los investigadores cuentan que una piedra de tope inicial fue cómo definir las variedades correctas para el proyecto, ya que no podían usar las mismas de la zona central o del sur, debido a los requerimientos de horas frío. "Hicimos un estudio de las horas frío y vimos que necesitábamos variedades con un requerimiento de menos de 500 horas frío y, aunque teníamos cinco o seis candidatas, finalmente elegimos Flicker y Emerald, sobre todo porque esta última es muy productiva en Perú", explica Loreto Cavieres.
También resalta que fue clave el apoyo de los viveros para definir qué variedades probar, ya que establecieron Flicker en la costa y Emerald en Toconao, donde los agricultores tenían algo de experiencia con frutales, porque manejan vides para la producción de vino. "La recomendación fue probar Emerald y Flicker por ser variedades de bajo requerimiento de frío, y con muy buena calidad de fruta, ambas de la Universidad de Florida.
Emerald es más lenta en crecimiento el primer año, pero su calidad y firmeza son muy altas, y tiene una buena productivdad desde el segundo año", asegura Marcela Zúñiga, directora ejecutiva de Viveros Sunnyridge, que los abasteció de plantas.
En el caso de Flicker, explica que es una variedad muy vigorosa, con fruta firme y de buena calidad, con un periodo de cosecha más extendido, lo que es positivo cuando se quiere tener fruta de buena calidad en forma escalonada. "Como Viveros Sunnyridge creemos firmemente que el norte de Chile tiene un tremendo potencial para el cultivo de arándanos en macetas... Si Perú plantó en el desierto, ¿por qué Chile no lo puede hacer?", plantea. Además del proyecto de la Universidad de Antofagasta, Marcela Zúñiga detalla que ya están trabajando con pequeños productores en Tal Tal y Antofagasta en otros proyectos que hasta ahora han tenido buenos resultados. CENTRO DE BIOINNOVACIÓN DE LA U. DE ANTOFAGASTA Las plantas de arándanos ubicadas en Toconao y Antofagasta, en macetas, corresponden a las variedades Emerald y Flicker. ESPECIAL BERRIES Avanza la frontera norte para los arándanos.