Autor: Jorge Guzmán Exdiplomático Académico U. Autónoma
COLUMNAS DE OPINIÓN: Un Instituto Marítimo y Polar del Estado (II Parte)
COLUMNAS DE OPINIÓN: Un Instituto Marítimo y Polar del Estado (II Parte) Jorge Gnniifra E%dlplc. oiiíco Académico II, Atitósiouits Las Las incortsistenciaa que -sso obstante sucesivas “Políticas Antárticas Nacionales”relativizan relativizan nuestra “posesión efectiva de la Antártica Chilena”, tienen también origen en la falta de “un solo programa nacional antártico consolidado”. Un programa antártico verdaderamente verdaderamente “nacional” debe ser gestionado por “sin solo ente dci Estado”, con capacidades políticas, científicas, loj, isticaa y operativas propias, y con rectesos rectesos financieros suficientes y aseguradosamediano aseguradosamediano plazo (planes, programas y presupuesto para, por lo menos, tres años seguidos). En el ámbito gcnestrstégico, mientras el organigrama actual asegura al ministerio de Relaciooes Relaciooes Exteriores (y su “agenda multilateral) multilateral) un sdllo globaliata” para la actividad polar nacional (ciencia y paz sin soberanía). los recursos fiscales invertidos no tienen -en La práctica como prioridad ci reforzacniento de nuestros derechos soberanos. El resultado está a la vista.
Hasta ahora cada operador antártico estatal poste “lan prograina prograina y un presupuesto antártico” antártico” que, con la coordinación del ministerio de Defensa y la supervisión de la C-aneilierla (mach), en lo principal se foealies en la loglaticayla “investigación básica”, antes que en la “investígachón aplicada”. Salvo el aprovechamiento por parte de algunas muy pocas empresas empresas privadas. el gasto público en la Antártica Chilena no tiene un vínculo claro eco el desarrollo económico y social de Magallanes (región a la que pertenece) y, en definitiva, tampoco aporta a la sustancie drl reforzamiento de nuestros derechos soberanos ría el “uso y ocupación del temtorio” temtorio” En lo fundamental -y en términos términos dr “proximidad respecto del Polo”la actividad polar eltilenaseconeentraal no-rte dci Círculo Polar Antártico, en una latitud equivalente a la ciudad noruega de Trondheim (205 mii habitantes) y mucho ritOs lejos de los que la ciudad rus, ade Mslrmanak Mslrmanak (295 mil habitantes) está del Polo Artico La actual dispersión de esfuerzos esfuerzos y “relatos” costtñbuyc a la relativización de nuestra soberania, soberania, yla mantiene estancada eneifrea del”C, aribe antártico”. Esto, mientras, por ejemplo, en verano brasil opera “un solo programa antártico” con dos embarcaciones embarcaciones polares y aviones cte transporte ad hoc y, por años, el programa antártico de Estados Unidos mantiene dos grandes rompehielos permanentemente estacionados en Punta Arenas, dedicados a La investigación aplicada aplicada (al parecer también dentro de nuestra Zona Económica Exclusiva). Exclusiva). No sabemos si Difrol y la Cancilleria han tomado noticia de este ultimo “dc. talle” En el intertanto, el macis parccc parccc Itaberse convertido en una “[acuitad de ciencias básicas” dependiente de la Candilleria que -al menos hasta aquíno aportó a la construcción de un escenario prospectivo para entender cómo otros paises (por ejemploárgentina ejemploárgentina en baca de sus autoridades de diverso signo) entienden a la ciencia antártica como una “herramienta de potltica y soberanis”. soberanis”. Demás está decir que, conforme con su Ley Orgánica, no es función de la Cancillería “hacer ciencia”. Esa ea materia de otros aervicioa. La ausencia de visión polítiea polítiea en el mach explica por qué ese organismo no tuvo -otra vez “hasta aquí”ningún aporte en la compleja materia de la plataíorma plataíorma continental magallánicoantártica.
Si lo que ese servicio publico esperaba era un “visto bueno de Santiago”, en los heclsos heclsos conl9ado en la “comodidad de la distancia”, gravemente se equivocó manteniéndose al margen cte un asunto de crítica importancia. Desde este punto de vista, el mach se condenó a sí mismo ala irrelevancia.
En logar de Punta Arenas, podría tener sede en Calama o a Melipilta, y para la defensa de la integridad de nuestra soberanía austral y pelar, en la práctica “daría lo mismo”. Adicionalmcnta, mientras Argentina anuncia una “base combinada” en Ushuaia (para vmcularse directamente con la amplia, ciónde la Base Petrel con des nuevas pistas de aterrizaje para arrebatarle a Punta Arenas la primacia del turismo aéreo), hasta hoy Chile ni siquiera posea una base permanente sobre el sector del Mar de Weddell. Tampoco tiene la intención de tenerla.
Austro abandonado Transeurrsdoa más de 41) altos desde la firma del Tratado doPas con Argentina (que en 1924 “soin en principio” puso fin a “la cutestión austral enes Argentina”), la conexión con la Antártica Chilena sigue ttaciéndose desde la orilla norte del estrecho de Magallanes (Punta Arenas). El pais aún no cuenta con sin camino que, atravesando Ticrrs del Fuego, conecte con nuestra enorme región del canal Beagle (comuna de cabo de Hornos)Hoy, Hornos)Hoy, mientras una famiba argentina puede visitar su pals desde Salta o Corrientes hasta Ushuaia (sector argentino del canal Beagle). en la práctica una familia vtsilerta encontrará que “el país se termina en Caleta Caleta Yungay” (Aysén), a un dia y medio de trayecto de la capital magallánica. Ea el mejor de los casos, a través do caminos de laPatagnia argentina, una familia chilena puede alcanzar Punta Arenas.
En cambio, por caminos pavimentados, pavimentados, una familia argentina puede viajar basta Rio Gallegos y, después d. c cruzar el muy chileno chileno estrecho de Ma. gallsnes, en cuestión horas alcanzar Ushuaia Toda vea que, con la complicidad complicidad ele la Cancillería chilena, Argentina sigue incumpliendo un acuerdo sobre “pasos fronterizos permanentemente habilitados” (Puerto Alnianza-Puerto Williams), Williams), hoy no es posible cruzar el canal Beagle para acceder a Puerto Williams.
Para abastecer a nuestros compatriotas residentes en esa “ciudad más austral del mundo”, mundo”, son necesarias 36 horas de navegación desde Punta Arenas (una vez a la semanaL Esto es, “en tiempo de viaje”, ¡un trayecto trayecto muchísimo más Largo que el viaje terrestre “Santiago-Ática”. Juzgue Usted. Tierra del Puego, la riquísima región del canaL Beagleydel cabo de Hornos han sido abandonadas por el Estado centraL El hecho fortuito deque el actual Presidentesea”de Presidentesea”de origen magallánico”uo eansbió nada. El Estado chileno no tiene concepto del valor estratégico do su tnrritorio austral-antártico y, por lo mismo lo concibe con la candidez geopelitica de un “influeneer” de Youtube o Tik rok.
Parafraseando al Eclesiastés, Eclesiastés, tode es vanidad”, epidermis e io. mndiatez para un titulo y subtitulo en “medios online”, o una efimera tendencia “en el ex Twitter”. Por esta misma razón, mientras mientras que para Argentina la ccreania ccreania de Ushuaia respecto de las S, hetland del Sur y le Península Antártica asegura, entre otras ansas materiales, el control sobre sobre el núcleo fundamental del rentable negocio del turismo antártico, Chile sigue “mirándose aLosnbligo” repitiendo que “Punta Arenases la puerta de entrada a la Antártica”{imdlade navegación más al norte). Estas y otras autoeomplacencias autoeomplacencias ilustran la ausencia de una verdadera “coocienciaantirtica”, visible, por eesnplo, en un titular de un importante medio de Santiago, Santiago, que recientemente anticuemoró”los7 anticuemoró”los7 8 años de la presencia chilena en la AntártIca”. Nalso mcdio de circulación nacional desconoce que la presencia chilena chilena -incluso al sur del Circulo PularAntártico-seresnonta alas peaqucrias magallánicas del siglo XIX, y que cd eonoeimiento empírico empírico de los pescadores antárticos magallánicos sirvió luego a [os primeros científicos del hemisferio hemisferio norte, que sólo desputis del Congreso Mundial de Geografía deLoadresen 1895 se intercaaron en la Antártica. Fue nuestro conocimiento empírico de la Antártica lo que, en el invierno cte 1916, hizo posible el rescate de los náufragos británicos británicos del NMS Endurance desde la Isla Elefante, Así de simple.
Situaciones extraordinarias, soluciones extraordinarias Desde hace años “se tramita” tramita” la “construcción” en Punta Arenas de un “Centro Antártico Intensaciensr(Cai), en origen un proyocto de “sólo 3OmiL millones de pesos” Pasado el tiempo, la inversión requerida para este “proyecto” parece sobrepasar los 130 mil millones pesos del erario fiscal.
Se trata de “'un edificio” ctefl md n:ietres cuadrados en el que se mezclarian ciencia, educación y turismo, un concepto que, observado observado desde Isa urgencias del interés nacional si sur del Círculo Polar, no es más que “un proyecto inmobiliarin” con cargo al Fisco.
Se sabe que “ya se gastaron” inés de mil millones en “estudios y concursos”, a pesar de que dicho dicho “centro internacional” tiene pendiente, entre otras cosas. determisar determisar cómo, a largo plazo, se rmandará (¿ con cargo a un presupuesto presupuesto propio, o al presupuesto regional, o al presupuesto del mach o al de otro ente fiscal que descossoceinosfl. Se ha dicho que ese centre convocada a “cientos de cierstifieos de todo el mundo a radicarse permanentemente cc PlintaArenas”, yquealhtambicn habría presencia privada. Siendo miembros de la academia polar, en lo personal, sonsos escépticos de que lo primero sea posible.
En nuestra opinión, dIcho edificio edificio de 130 mil millones de pesns tampoco puede explicar cómo -desde la Patagoniaaportará a “hacer presencia en laAntárticW Ocurre que entre la orilla sur del estrecho de Magallanes (Tierra deL Fuego) y el Polo Sur, viven menos de 10 mil chilenos (una fracción del nthnero de pasaierns que “en hora punta” utiliza el metro de Santiago o de “un barrio de Múrmansk3 Con esto en consideración, sontos partidarios de destinar los citados 130 mil millones de pesos (o 130 millones de cLólares) cLólares) a articular un centro dv excelencia marítimo y polar que -en lo principalhaga el trabajo geopoliticoque sólo puede hacer el Estado de Cllile En lo estrictamente estrictamente cicntlficoy académico, bajo una fórmula semejante a la empleada hace algunos años para tos “centros de excelencia Codo”. Se entiende que los 130 mil millones de pesos ya tiene algún grado de aprobación en el presupuesto y, por lo tanto, ahora seria sólo cuestión de “reformular “reformular su inversión”. Una entidad de este tipo, financiada financiada cnn dineros púbticos debería encargarso de “hacer ciencia para la polities” y -en lo más obviocontribuir a cumplir con el mandato de ley, ergo: baeor presencia y ocupación efectiva para resguardar y fortalecer nuestros derechos soberanoa”en el mar y en la Antártica” Instituto Msntimo y PoIsr del Estado para el Chile Subantártieo Subantártieo y el Chile Antártico Los citados 130 mil sssilloncs de pesos deberian ser suficientes para financiar la aruiculacidn y funcionamiento de un instituto polar y marítimo que concentre y consolide las capacidades humanas, humanas, científicas y operativas del pals y, con análisis prospectivo, asegure la consistencia y la eficacia eficacia de las políticas, actividades actividades e i. nversiorsea nacionales de investigación y desarrollo en el espacio que se extiende entre la Península de Taitaey el Polo Sur. Este último espacio geográfico geográfico debería ser el ámbito de responsabÜidad de un Instituto Marítimo y Polar del Estado.
Desde el punto de vista de la singularidad biogeográfiea y geoestratégica de nuestro pais, el sector de la Península de Taita o Un Instituto Marítimo y Polar del Estado (II Parte) En la primera parte de este ensayc publicada el domingo pasado en El Magallanes, el autor planicó que la isita presidencial al Polo Surreaivó 1 debate sobre Ja presencia chilena en la Antártica, pero no trajo consigo anuncios concretos para fortalecer nuestras capacidades en la región, dejando solo gestos simbólicos, Mientras otros países avanzan en la consolidación de sus reclamaciones y estrategias polares, Chile sigue postergando decisiones clave, mostrando una preocupante falta de visión geopolítica y de inversión en infraestrucmra antártica, Aquí entregamos la parte final de esta rellemdóri,. COLUMNAS DE OPINIÓN: Un Instituto Marítimo y Polar del Estado (II Parte) constituye sin elerncntdfactor diferenciador clave.
Por una parte, cn 61 se verifica la triple unión” entre las placas tectónicas sudamericana, la placa tectónica de la Antártica y el continente sudamericano y. por otra, allí también se bifurca la dinámica Oeste-Este del PaciFico Sur generando, generando, liarla ¿ Inerte, la Corriente de l-Iumboldt y, hacia el sur la Corriente Costera del Cabo de Hornos (que Luego se “confunde con la Corriente Circumpolar Antártica, que fluye en sentido Oeste-ReteL Estos y otros factores hidrográficos, hidrográficos, geográficas. ambientales ambientales y geoeconósnicos conforman unireaqueearacterizan al”Chile SubantárticsÇ y al “Chic Antártico Antártico propiamente tal”. Bajo este principio geográfico, geográfico, hidrográfico, ambiental y geoestratégico, un Instituto lilarftimoy lilarftimoy Polar del Estado debería ejercitar la continuidad legal y administrativa claramente consignada consignada en el Decreto Antártico de 19411 y en la Ley Antártica de 2a2z En lo estrictamente ctentilico ctentilico y tecnológico, cae instItuto deberla establecer -a nivel de postgradouna relación sintbiótica sintbiótica can la comunidad aeadérnir-a y cientifica nacional, además una relación de colaboración estrecha con la acadero la militar y algunos servicios públicos de importancia existencia) para la seguridad del pals (por ejemplo, la Dirección MeteoroLógica de Chile, el Instituto Geográfico Militar Militar y el Servicios Hidrográfico y Oceanográfico do la Armada). En un ambiente de sinergia y cooperación, todos estos entes estatales deberfan privilegiar la investigación aplicada en ci campo de la ciencias del mar, las ciencias de la tierra, las ciencias de la atmósfera, el estudio del Derecha Internacional aplicado a la geografía-histórica y a la geopolitica, siempre teniendo como como objetivo último el contribuir de forma mediblcala defensa del interés nacional. Con dineros fiscales fiscales no pueden haber objetivos distintos.
Todo lo demás puede ser materia de estudio e investigación investigación para las universidades, tos centros de investigación y las ONG financiadas con recursos privadoa Asimismo, el instituto Mantimo Mantimo y Polar del Estado debería establecer una relación empátiea con los gnsanios que, legal y reguladamente, reguladamente, usan las recursos naturales naturales del territorio na-eiooai La relación con el sector privado íespceislmente íespceislmente nuestros operadores antárticos) debe tener coma fin trascendente eLmutuo beneficio, entendiendo que tanto el Estado como los paniculares deben, por mandato de La ley, contribuir a fortalecer nuestros derechos soberanoB Este ea un axioma.
Habida cuenta del escenario politico mundial y hemisférico rn gestación, en el corto plazo la lógica dr un Instituto Marítimo y Polar del Estado se sostiene en la urgente necesidad de asegurar la demostración de la continuidad geográfica geológica e hidrográfica hidrográfica del país desde y hacia la Antártica Chilena.
Esta ea una tarea irrenunciable del Eatado Inversión fiscal para la s. olteranla y el uso inteligente de los reeurses Con presupuesto propio asegurado asegurado para tres o más altos, la entidad estatal no deberla ser gobernada por un solo ministriio Menos por La Cancillerla, cuya cuya labor debe rcstringirse a ser “usuaria” del análisis prospectivo jurídico, politieo y geop-nlitico del Instituto y, conforme con los lineamientos dr gestión de este ultimo, asumir la coordinación de la participación diplomática del país en las reuniones dci Sistema del Tratado Antártico.
La sustancia geoestratégica y el sentido político de la contribución chilena a esas instancias debe ser responsabilidad del Instituto Maritimo y Polar de Chile y su sistema sic gobernarcz& Para minimizar el riesgo de repetir errores y omisiones geográficas, hidrográficas, jurídicas, jurídicas, políticas o diplomáticas, el instituto Marftime y Polar del Estado debe estar regido por un Directorio que dependo del propio Presidente de la República. República.
Su primera función seria la de asesora al Mandatario en materias geoestrattgicaa, geocientíficas, geocientíficas, políticas y diplomá ticas, y proponerle una Politica Austral y Polar (que deberla sor pirinanentemente actualizada y abarcar el Chile Snbantártieo y el Chile antártico propiamente tal). El Presidente debería prasidir prasidir un Directorio de Ministros. a saber, aquellos del Interior. Relaciones Exteriores Defensa, Medio Ambiente, Educación y Obras Públicas. Ese directorio deberla catar, por reglamento, obligado a gobernar el Instituto con estricto respecto del principio principio del móritó personal de sus functonarioa. Esta entidad debe estararesguardo do los intentos externos de pobtización. Sólo ci mórito asegura que -más allá de loa penlodtss presidencialespresidencialesgobiernos y servicios públicos cuenten con lineaznientos lineaznientos de gestión útiles para el eumplintiento de sus respectivas reaponssbilidades legales y adniinistrativas. adniinistrativas. Ejercitando eses preceptos, la entidad que proponemos podría, por ejemplo. estructurarse a partirdelaconsolidaelónde capacidades capacidades humanas y materiales ya existentes, pero que hoy funcionan funcionan de Forma desarticulada bso la responsabi[idad de diversos Ministerios.
Junto con proponer una Política Política de Retado Austral y Antártica, el instituto deberia prioriaar una compieta y honesta revisión del estado de nuestra infraestructura infraestructura polar, acompañada de un plan plurianual derenovación y ampliación de bases y refugios. 1! ti ¡ lina vez aprobado ese plan, el costo para el Fisco deberla quedar quedar legalmente establecida en un presupuestoplurianual.
Yanohay espacio para improvisaciones y “recortes”. Con visión de mediano y largo plazo, el Instituto deberla mensurar mensurar las capacidades logísticas que existen, y aquellas que resultan necesarias para, en los hechos y no en loa selfics, reforzar nuestroa nuestroa derechos soberanos desde Taitao y el Campo de Hielo Sur, al Polo Antártico.
Esto, entendiendo que la inversión inversión fiscal se justifica -en definitivaen el resguardo y ejercicio de nuestros derechos soboranos sobre los recursos naturales, vivos y no vivos, dal Chile Suhantártico y Antártico, es decir, nuestra posesión efectiva efectiva sobre recursos que. con toda seguridad, serán fundamentales para el bienestar de las futuras generaciones de chilerio& Sin complejos, debemos concebir concebir una flota de naves polares y medios aéreos modernos y seguros para proyectar nuestra ocupación permanente en ta gigantesca gigantesca región que se extiende entre los hielos y loa fiordos patagónicos y fueguinos, y el hinterland antártico.
Pensar en chico no resuelve nada”. Sólo con voluntad política y presupuesto asegurado el Tnatituto Tnatituto MarLtimo yPolarpodráofrecer al nivel de toma de decisiones del Estado una evaluación detallada, completa y actualizada del estado & situación de nuestros recursos naturales vivos como ni vivos, esenciales para planif iear nuestro desarrollo económico y social. Para les efectos, el instituto debería dotars. e de soluciones y aplicaciones tecnológicas remotas remotas de frontera, hoy disponibles en el mundo.
Esto, entre otras cosas, para “iii real time” colaborar colaborar con las Fuerzas Arniadas legalmente responsables de monitorear las actividades económicas Lo mismo sucede con la “confianza “confianza interesada” de sectores “progresistas” del “barrio alto de Santiago” respecto de que, en la Antártica y en el Mar Austral Circumpolar, “el multilateraliamo” multilateraliamo” impondrá una paz permanente permanente en favor del cuidado del medio ambiente.
Esto no es roAs que otra quimera, equiva[cnle al “entusiasmo inteneaadb” con 1 que, por largos años, ese mismo sector defendió la multimillonaria multimillonaria “operación multilateral” que terminó por condenar a Haití s la condición de “Estado fallida”. Este y otras iniciativas demandaron demandaron grandes recursos finaneicros internacionales, sin nuncael pais obtuviera nada distinto a una inmigración ilegal haitiana (hoy los más pobres entre los pobres). Todo esto es urgente de revisar.
Publicado en El Libero it e El Presidente Baile set su leirlea visita al Pele San El país debe estar preparado para detectar, comprender y prepararse para nuevas circunstancias, ente otras, para un acelerada apuesta en valor” geoestalógica de nuesfro pasos interoceánicos australes, esto es, el estrecho de Magallanes, el canal Beagleyla ruta del cabo de Hornos) yla mporran-cias de los tres en un escenario de confrontación global que incluya al Cono Sur y ala Antártica”. _____ que ocurren en nuestro territorio terrestre y marítimo y, también, pamnasistir a nuestros operadores privados que, conf orine con la ley ysus reglamentos, hacen uso de dicho espaciw De igual importancia es que, con medios aéreos y navales suficientes, suficientes, durante todo el silo la presencia dolEstado chileno debe estar asegurada desde Campo de Hielo a las islas Diego Pamírcz, y desde alli, hasta mucho más al sur que las islas Slsetland del Sur. La presencia del Estado en estos territorios no puede redueirse a las mesas de verano. A partir deaqul, debemos, de una vez por todas, enfrentar rl uso y aprovechamiento de estos valioslsimos territorios quejiasta hoy, permanecen esencialmente despoblados.
Porefcetu & “larasóndcls sinrazón” este gravísimo problema geoestratégico sigue ignorado, ignorado, al igual que permanece subestimado el efecto que, a mediano y largo piaza, puede tener la ya “súper-evidente contradieciótf contradieciótf entre el Derecho del Mar y la normativa del Sistema del Tratado Antártico. Las perspectiva, perspectiva, ambas amenazas sobre el Chile magallánico-antártico están lntimatnrntc vinculadas.
El agravamiento de estas amenazas se debe, como queda dicho, a la falta de análisis del Estado central, que alo largo de sucesivos gobiernos se contontó con entenderlos cientos de sniles de Rm2 de Austro y Antártica como una suerte tIc postaltsouzeoir, postaltsouzeoir, o un espacio para un “jardín botánico” disponible para satisfacer satisfacer a ciertas a CINC extranjeras. que no habitan el territorio, pero “pretenden coooeerl& para pautcarnoa pautcarnoa “qué se puede y que no se puede hacer con Él”. Hasta aqui la firme resistencia resistencia de tas comunidades locales a este modelo importado de pais” (propuesto por extranjeros o chilenos chilenos con residencia permanente al oriente de la Avenida Pedro de Valdivia), permanece ignorado ignorado por el grueso de la opinión puiblica..