Huellas del campo chileno
Huellas del campo chileno F ue una restauración larga y compleja, pero el estado de ruina en que se mantuvo por décadas la casona del antiguo Fundo Quilapilún, en Colina, desapareció por completo y hoy da testimonio de lo que fue la vida rural en Chile durante el siglo XIX a través de su propia arquitectura levantada en adobe. Una tarea de reparación que se realizó siguiendo las antiguas técnicas de construcción y respetando fielmente la historia de esta obra declarada Monumento Histórico en 1981.
Desde 1850 fue la casa patronal del Fundo Quilapilún, un importante campo ganadero y agrícola con gran participación hasta mediados del siglo XX, y la familia Trivelli, la última en habitarla entre 1920 y 1980, se dedicó al cultivo de trigo y hortalizas y a la crianza de ovejas y vacas.
Luego, la excompañía Disputada de Las Condes compró parte de estas tierras y así pasó en 2007 a manos de la minera Anglo American, que como parte de la primera etapa del plan de mitigación ambiental, ejecutó un parque de exploración botánica frente a la propiedad.
Esta segunda fase, que comenzó en 2016 y se concretó en 2019, se hizo a partir de un trabajo interdisciplinario de diversos expertos entre ellos, el arquitecto Jorge Atria y de una propuesta arquitectónica desarrollada por la oficina Pezo von Ellrichshausen, que además de la restauración incorpora junto a la casona un cuerpo que interpreta de manera contemporánea su patio y corredores aún en construcción para albergar actividades culturales y de la comunidad, dejando el antiguo inmueble reservado para fines museográficos. También levantaron un grueso muro de ladrillo perimetral con un cuidado diseño de curvas, para ir generando lugares de encuentro en el exterior, como plazas y atrios. Una decisión fundamental en este proyecto fue utilizar los modos originales con que había sido construida.
Partiendo por las 30 mil piezas de adobe que se elaboraron con la técnica tradicional y fabricadas con tierra del mismo lugar, para lo cual tuvieron la difícil misión de ubicar a maestros especialistas en el tema. También rescataron las maderas de roble de los pisos; las puertas, ventanas y postigos de álamo, y el imponente portón de roble araucario.
Así como la techumbre de tejas de barro, que se arregló y repuso con otras de arcilla traídas de demoliciones. "Se recuperó todo lo que se pudo, lo demás se replicó tal cual", cuenta Macarena Gómez, jefa de Gestión Social de Proyectos de Anglo American. Un elemento que destaca en su planta cuadrada es el portal coronado por un torreón que se escapa del estilo colonial de la casa.
Con una estética ecléctica, cuenta con una baranda de fierro forjado, pilares neoclásicos Huellas del campo chileno Coincidiendo con el Día de los Patrimonios, la recién restaurada casona del Fundo Quilapilún, de la minera Anglo American, abre sus puertas hoy y mañana para ofrecer una serie de exposiciones que cuentan la historia del lugar, de su gente, su religiosidad y del mismo proceso de rescate de este Monumento Histórico de la comuna de Colina. Un trabajo que aún no termina, pero que entregará a la comunidad un espacio para la cultura y el encuentro con sus raíces. Texto, María Cecilia de Frutos D. Fotografías, José Luis Rissetti Z. A 40 minutos de Santiago, la casona del Fundo Quilapilún, de 1850, es una de las más antiguas de la comuna de Colina. Cuando se complete su restauración tendrá un uso cultural abierto a la comunidad. Se realizó un cuidado trabajo de recuperación de todas las maderas.
La casa misma cuenta la historia del campo chileno.. Huellas del campo chileno y techo de tejuelas con una terminación en madera como la de un alfil; y que junto con darle carácter a la casa, era usado como mirador mirador para vigilar los cultivos, el ganado y los coches coches que se acercaban.
Cruzando por debajo de este, se entra al patio interior rodeado por cuatro corredores abiertos; en este jardín aún crecen las especies que llevan ahí más de El entablado de los cielos fue necesario reemplazarlo por su mal estado, afectado por la humedad. un siglo, como una gran palmera, cuatro flor de la pluma una en cada lado, naranjos, limones limones y espinos. Alrededor aparecen los salones que hoy están vacíos, a la espera de que en la casona se implemente un centro cultural. Por mientras, mientras, hoy y mañana, para el Día de los Patrimonios, Patrimonios, se llevarán a cabo cinco muestras temáticas temáticas gratuitas para el público. En el antiguo oratorio habrá una exposición sobre la religiosidad religiosidad de la comuna de Colina, dedicada a San Isidro, la fiesta de Cuasimodo y la Virgen del Carmen del cerro Las Tórtolas.
La historia Los arquitectos de Pezo von Ellrichshausen proyectaron este muro de ladrillos como envolvente envolvente de la casona. de la Provincia de Chacabuco se contará en uno de los salones; en otro se mostrará cómo fue el proceso de restauración, por medio de imágenes y piezas encontradas; una cuarta exhibición será sobre el torreón, y, por último, último, darán a conocer relatos sobre las familias familias que habitaron esta propiedad.
En la comunidad hay una emocionalidad y nexo con la casona muy fuertes, ya que las familias trabajaron en este fundo y se criaron en torno a él; los vecinos están muy felices con esta restauración, porque es parte de su historia agrega Gómez. \D Solo por hoy y mañana, estará abierta entre las 10:00 y las 17:30 horas, con cinco exposiciones exposiciones por el Día de los Patrimonios..