Autor: MARIO VALLE
“La trampa”, a medio camino entre el drama psicológico y el thriller
“La trampa”, a medio camino entre el drama psicológico y el thriller Crítica de TeatroEn la psicología del mundo angloparlante se conoce el término “gaslight” como un tipo de manipulación que en una pareja ejerce uno sobre el otro con el objeto de que pierda el control de sus percepciones, acciones o recuerdos. El nombre proviene de la obra teatral “Gas light” (lámpara a gas), que en 1938 estrenó el dramaturgo británico Paul Hamilton, y que luego tuvo dos versiones cinematográficas, en 1940 y 1944. Esta última dirigida por George Cikor y con Ingrid Bergman y Charles Boyer en los roles protagónicos.
A casi un siglo de su debut, en 2022, las dramaturgas canadienses Johnna Wright y Patty Jamieson hicieron una adaptación de esta pieza, que ahora llega a la escena local con el nombre de “La trampa” y bajo la dirección de Bárbara Ruiz-Tagle (“Como si pasara un tren”, “Las gratitudes”). La obra presenta en el Londres de 1901 al matrimonio Manningham, compuesto por Jack (César Sepúlveda), hombre de negocios, y Rebeca (Lucy Cominetti), una mujer temerosa y frágil, que desde que llegaron a la casa donde ahora viven suceden situaciones extrañas. Siente ruidos, las cosas desaparecen o se mueven de su lugar, y las luces se apagan sin tocarlas. Rebeca, quien depende totalmente de su esposo, tiene antecedentes de salud mental por su madre, a lo que se suma que en su actual residencia fue asesinada la anterior propietaria en un intento de robo. La pareja convive con dos criadas, Elizabeth (Elisa Vallejos), mujer dócil y servil, quien trabajaba desde antes en esa casa, y Nancy (Camila Oliva), una joven altanera y confrontacional, a quien contrató el marido. La buena iluminación yla musicalización ayudan a crear el ambiente de suspenso que se quiere imprimir. La escenografía está bien lograda al recrear un salón de época, así como el vestuario que lucen los actores. En el elenco sobresale Lucy Cominetti, quien representa en forma apropiada la transformación y empoderamiento que hacia la mitad de la pieza va asumiendo su personaje. El resto parece estar en una tecla algo más fría y mecánica.
Un detalle que parece forzado es el que hace que las criadas estén siempre con sus faldones tomados de sus manos como en símbolo de reverencia, que nada aporta y las hace lucir exageradas y ridículas.
“La trampa”, de una hora y 20 minutos de duración, se queda a medio camino entre el drama psicológico y el thriller, sin definirse de lleno por uno de estos géneros, lo cual puede ser el resultado de esta relectura que se hizo de la pieza original y que, además, desemboca en la temática del empoderamiento femenino. Una puesta en escena que va de menos a más y logra captar el interés. Teatro Zoco. Funciones de jueves a sábados, a las 20:00 horas, y domingos, a las 19:00. Hasta el 15 de diciembre.. Crítica de Teatro César Sepúlveda, Lucy Cominetti y Camila Oliva son parte del elenc