Milei en el ojo del huracán
Milei en el ojo del huracán participaba en programas radiales, y dio pábulo para construir una plataforma política que después transformó en partido y que, posteriormente, le permitió lanzarse en una campaña presidencial que, contra muchos pronósticos, resultó exitosa.
En efecto, la combinación no virtuosa de un país arruinado por una mezcla de populismo y malas políticas públicas peronistas, arrastradas prácticamente sin cambios por varias décadas, y una inflación que se tornaba inmanejable, terminó por hastiar a la población, pero tuvo la virtud, valga la contradicción, de que la postura radical de Milei utilizar una motosierra para destruir el aparataje estatal, burocrático y corrupto, al decir de este, y abrir corajudamente el espacio a la libertad económica como el camino al desarrollo tuviese eco en la ciudadanía y le otorgara el voto.
En el mundo político actual, en el que la instantaneidad de la información amplificada por redes sociales genera polarización en la población, los políticos con un discurso moderado en su tono, cuidadoso en su lenguaje y balanceado en sus posturas, intentando interpretar a más personas, tienen me-nos impacto en la ciudadanía que el discurso estridente, agudo en sus conceptos, simplificador en su argumentación e insultante en su contenido, que permite a quienes lo utilizan atraer titulares en los medios y cuñas o videos en las redes sociales.
Esta segunda manera de hacer política llama más la atención, porque interpela emocional y no racionalmente al ciudadano, para quien los juicios morales dichos con pasión le son más cercanos que las abstracciones intelectuales más meditadas.
En este incidente, al Presidente Milei le ocurrió lo que a muchos políticos a quienes el éxito les llega al inicio de sus carreras y muy rápido: ese mismo éxito se transforma en un mal consejero, porque les otorga una falsa sensación de infalibilidad. Si bien todavía es prematuro anticipar el alcance político y judicial de este episodio, son situaciones como esta, que afectan la confianza pública, las que pueden terminar comprometiendo su proyecto de transformación económica. Si bien todavía es prematuro anticipar el alcance de este episodio, son situaciones como esta, que afectan la confianza pública, las que pueden terminar comprometiendo su proyecto de transformación económica.
El anuncio por las redes sociales hecho el viernes en la tarde por el Presidente argentino, Javier Milei, anunciando entusiasmado el lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA, que, según señalaba, estimularía la economía de su país y ayudaría a crecer a las pequeñas empresas, le ha costado caro.
Ese primer posteo, que incluía las frases “¡ La Argentina Liberal crece! ” y “el mundo quiere invertir en Argentina”, fue borrado por el mismo Milei en las primeras horas del sábado, y cambiado por otro en el que indica que una vez interiorizado de los pormenores del proyecto decidió no seguir difundiéndolo.
No está completamente claro si el alza desmedida y el posterior desplome de la valorización de la criptomoneda, que habría afectado a miles de inversionistas por un monto de entre 70 y 100 millones de dólares, fue lo que hizo cambiar la publicación a Milei, o si el segundo posteo fue lo que provocó el desplome, como arguyen sus impulsores.
En cualquier caso, se trata de una movida que ha afectado negativamente al Presidente argentino en entrevista la no-che del lunes él mismo señaló: “me comí un cachetazo”, y lo pone en una situación muy incómoda ante la ciudadanía, justo cuando estaba logrando avances importantes en la lucha contra la inflación, en acuerdos legislativos cruciales para su gestión, y en impulsar la inversión y el crecimiento en su país. Más allá de lo que las investigaciones puedan revelar, es su ascendiente el que se ha visto afectado al tratarse de una materia económica en que se jactaba de contar con una especial experticia.
Su temperamento impulsivo y extravertido, y su lenguaje siempre desafiante y muchas veces grosero, conspiró en contra de haber tenido un juicio más sereno respecto de la nueva criptomoneda por ejemplo, haberse “interiorizado mejor de sus pormenores” antes de comentar sobre ella. Pero, por otro lado, ese temperamento, y el lenguaje con que lo acompaña, forman parte inextricable de su persona. De hecho, eso fue lo que le dio visibilidad ante la opinión pública argentina cuando.