"Arquitectura hostil": Desafíos y alternativas para una convivencia inclusiva en el espacio público
"Arquitectura hostil": Desafíos y alternativas para una convivencia inclusiva en el espacio público Debate urbano Regula el espacio público restringiendo usos como el comercio ambulante o la permanencia de personas sin hogar. Según el académico FAUG de la UdeC, Dr. Leonel Pérez Bustamante, debe priorizarse un diseño inclusivo y participativo, integrando usuarios y mejorando la convivencia urbana. El espacio público ha sido, históricamente, un lugar de confrontación entre dos esferas. Noticias udec diario@ladiscusion.cl fotos: noticias udec L a "arquitectura hostil" es un término que ha ganado notoriedad en debates urbanos.
Aunque no cuenta con un reconocimiento formal, el concepto se usa para describir diseños que buscan restringir comportamientos en el espacio público como el vandalismo, el comercio informal o la permanencia de personas en situación de calle. El arquitecto y académico del Departamento de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción, Dr.
Leonel Pérez Bustamante, este concepto es problemático, ya que "le carga a una disciplina, en este caso la arquitectura, los problemas o fenómenos urbanos negativos que puede tener la sociedad". Pérez señala que el espacio público ha sido, históricamente, un lugar de confrontación entre dos esferas: el espacio percibido, descrito por el filósofo francés Henri Lefebvre, donde se desarrolla la vida cotidiana, y el espacio público de la vida cotidiana al que alude el chileno Humberto Giannini, normado por las instituciones.
Este último busca mantener un orden ideal, limpio y seguro, en contraste con la realidad desordenada y compleja de la vida urbana. "Surge una confrontación entre estas dos esferas, porque en el espacio público se desarrolla la vida cotidiana, donde se juegan relaciones de poder. El caminante, el que anda en vehículo, el que mete ruido, el que regula el ruido. Es un espacio, en cierta manera, disputado", indica el académico. En Chile, esta tensión se refleja en diversas iniciativas para normar actividades como el comercio ambulante y el uso de plazas y veredas. La "arquitectura hostil" se materializa en elementos como bancos que impiden que las personas se recuesten o estructuras que desalientan la permanencia prolongada.
Sin embargo, para Pérez, el problema no es la regulación en sí, sino el impacto de esta cuando lleva a la expulsión de ciertos grupos del espacio público. "Es mejor regularlo que producir algún tipo de expulsión hacia otro lado. En ese contexto yo veo que la llamada `arquitectura hostil' es parte de los intentos de regular estos fenómenos, y pasa a ser hostil cuando se produce la expulsión de las personas de ese espacio. Sin embargo, cuando las integra, el espacio público se transforma en convivencia", añadió. Si bien existen ejemplos de intervenciones que podrían considerarse hostiles, en el caso de Chile el académico Dr.
Leonel Pérez prefiere destacar casos positivos: "La Feria Fluvial de Valdivia para mí es ejemplo de convivencia, donde está el comercio, en este caso una feria libre, y conviven diferentes tipos de usuarios". El docente del Departamento de Urbanismo plantea que la solución pasa por construir una regulación más inclusiva y adaptativa, con elementos de diseño que permitan mejorar la percepción de seguridad. "Por ejemplo, una muy buena iluminación que evita la peligrosidad o la percepción de temor. También una buena iluminación permite varios usos durante el día y la noche de las plazas u otro tipo de espacios. Y, sobre todo, espacios que no tengan algún tipo de cercamiento, que produzcan exclusión, que interrumpan la circulación, la movilidad", precisó.
Diseño participativo Un punto clave es el diseño participativo, un proceso donde las comunidades contribuyen activamente a definir cómo deberían ser sus espacios. "El diseño participativo permite integrar las expectativas y necesidades de los usuarios, generando un equilibrio entre el espacio cotidiano y el institucionalizado", explica Leonel Pérez. Este enfoque, añade, no solo mejora la funcionalidad del espacio público, sino que también promueve un sentido de pertenencia y respeto hacia el entorno..