Binomio demócrata
Binomio demócrata Con el nombramiento de Tim Walz como compañero de fórmula de Kamala Harris, la campaña presidencial de Estados Unidos entra en una fase decisiva, en la que los demócratas se miden hombro a hombro con sus rivales republicanos, los que estaban fortalecidos por la fallida candidatura de Joe Biden y por el robusto apoyo de la opinión pública a Donald Trump, luego del atentado en su contra. La vicepresidenta necesita ganar los llamados estados swing, aquellos donde los votantes no tienen firmes preferencias y pueden cambiarlas en cada elección. Así, su decisión refleja la convicción de que Walz tiene las cualidades que la complementan y puede atraer a los electores indecisos.
Con Harris como candidata, los demócratas vieron un repunte en las encuestas y en la recaudación de fondos, y esperan que la presencia del hoy gobernador de Minnesota refuerce el apoyo del electorado blanco, rural, obrero y más conservador que la base de apoyo de la vicepresidenta, cuya mayor llegada es entre los votantes urbanos, jóvenes y más educados.
Con su estilo campechano y su experiencia como profesor, entrenador de fútbol, ex sargento mayor de la Guardia Nacional y aficionado a la caza, parece representar mejor al norteamericano medio, especialmente en zonas con dificultades económicas y que se sienten abandonadas de los políticos: un votante que ha tendido a ver a Trump como una solución a sus problemas, especialmente en distritos que pueden ser decisivos en noviembre. Los primeros sondeos tras su nominación ya muestran una leve ventaja de Harris sobre el expresidente.
Otro punto que parece haber pesado en la elección de Walz es que, siendo Kamala representante de un sector más de izquierda en su partido, él es visto como un pragmático que, como congresista --fue doce años miembro de la Cámara de Representantes--, trabajó bien con sus rivales republicanos, y fue miembro de los comités de Veteranos de las FF.AA. y de Agricultura. Sin embargo, Walz es tanto o más radical que Harris en temas como el aborto, el apoyo a las terapias de afirmación de género para menores de edad o el poder de los sindicatos. Como gobernador fue un impulsor de programas de alimentación escolar gratuita y becas universitarias, además de asegurar salario mínimo y promover la sindicalización. Por tales razones, Walz recibió inmediato apoyo de figuras como Bernie Sanders. En materia comercial, ha mostrado ser tan proteccionista como Trump, habiendo votado en contra de los TLC con Perú, Colombia y Panamá, y oponiéndose al TPP. Los demócratas pueden sentirse optimistas y entusiasmados con la dupla Harris-Walz, pero empezaron ya a recibir los ataques republicanos.
Aunque en el álgido tema de la inmigración ilegal no ha tenido ningún rol, Trump ya atacó al gobernador diciendo que "abrirá el infierno en la Tierra y abrirá las fronteras a los peores criminales imaginables", mientras su compañero de fórmula, J.D.
Vance, consideró que Kamala "se arrodilló ante los elementos más radicales de su partido". Pero quizás el punto más delicado de la trayectoria de Walz es su actuación en el estallido de violencia que se produjo en Minnesota y que se expandió por el país tras el asesinato de George Floyd, en 2020. Se le critica la demora en enviar a la Guardia Nacional, lo que habría permitido que los saqueos y disturbios continuaran varios días. Walz parece representar mejor que Harris al norteamericano medio..