Venezuela y Estados Unidos: la vieja estrategia del enemigo externo
Venezuela y Estados Unidos: la vieja estrategia del enemigo externo REWARD INCREASE OFUPTO $50,000 ,000 USD FOR DYPORSEETION LEADING TO THE ARREST AND/OR CONVICTION OF THE LEADER OF THE SPECIALLY DERUNITED GLOBAL TERRORIIT CARTEL DE LOS SOLES Nicolás Maduro Moros FOR NARCO-TERRORISM CONSPIRACY, COCHINE IMPORTATION CONSPIRACY, CONSPIRACY TO USE AND CARRY MACHINE GUNS AND DESTRUCTIVE DEVICES IN FURTHERANCE OFA DRUG CRIME SEND TIPS TO DEA CartelSoles Tips@dea gor (e-mail) ALA IDENTITIES ARE EXPY STRICTLE CONFIDENTIAL El reciente despliegue de buques estadounidenses frente a las costas venezolanas y las amenazas del las relaciones con Washpresidente Donald Trump ington comenzaron a discurso norteamericano simultáneaguerra, lo que se busca es desestabilizar el poder interno de Nicolás Maduro. Mientras las Fuerzas Armadas lo respalden, su permanencia es posible; el día en que pierda ese sostén, su salida se volverá inevitable. Por eso la estrategia de Washington apunta a debilitar esa relación, mediante sanciones económicas, maniobras militares y aislamiento diplomático. La retórica de Trump se inscribe en una tradición muy conocida en política estadounidense: la del enemigo externo como excusa para medidas internas extremas. El ejemplo más claro es el 11 mente la inestabilidad en tidumbre de sus propias ¿ INTERVENCIÓN Ahora bien, ¿existe realuna intervención militar ble. La historia de América Latina muestra que esas operaciones abiertas dejaron de ser viables hace decadas, y hoy Soles son instalados en el un recurso estratégico para una potencia que de "usar todos los recurdeteriorarse. No obstancomo símbolos de la "inenfrenta sos disponibles" contra el te, durante varios años se exportada" narcotráfico en Venezuemantuvo una suerte de paz pragmática: el petróseguridad Medio Oriente y la incerdesde Venezuela. Ese cambio en la imagen pública no es inocente. transiciones energéticas. Sirve para preparar el la han vuelto a instalar en la agenda internacional leo continuaba fluyendo hacia Estados Unidos y ese intercambio económico mitigaba el conflicto la posibilidad de una escalada entre Washington y Caracas. Sin embargo, más allá de la retórica, lo que se observa responde a un patrón antiguo: la construcción de un enemigo externo para justiterreno de una intervención, al menos discursiva, MILITAR? político. El quiebre más y para legitimar ante la profundo se produce con ciudadanía estadounimente la posibilidad de directa? Es poco probaDonald Trump.
En sus gobiernos, la narrativa sobre Venezuela se transforma: ya no se habla solo de un régimen autoritario, sino de un foco de inmigración masiva y de criminalidad organizada, comparable a la amenaza de los cartedense medidas de presión política, económica y eventualmente militar. No se trata solo de seguridad: también está en juego el petróleo. Con una producción interna debilitada por la crisis, Venezuela conserva, sin embargo, las reservas les mexicanos. El Tren de Aragua y el Cartel de los más grandes del mundo, ficar políticas internas y fortalecer la proyección geopolítica de Estados Unidos. Las tensiones entre ambos países no son nuevas. Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, serían leídas como un gesto colonial, sin apoyo internacional ni siquiera dentro del propio Estados Unidos. Más que una. Marcelo Pérez Analista internacional del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello Venezuela y Estados Unidos: la vieja estrategia del enemigo externo la región. AMÉRICA LATINA respaldar o rechazar acciones que, aunque puedan debilitar a Maduro, abririan un precedente peligroso de injerencia externa. En paralelo, la crisis humanitaria y migratoria de Venezuela sigue impactando a países en décadas pasadas. Nada indica que hoy el fenómeno sea más grave que antes. Lo que si cambia es el uso político de esa narrativa. Al igual que en el pasado, el narcotráapoyos en torno a la figura presidencial. En ese sentido, el discurso sobre narcotráfico es más bien instrumental. El tráfico de drogas desde América Latina hacia Estados Unidos existe desde los años setenta. Pablo Escobar, el Chapo de septiembre de 2001. Aquel atentado permitió a George W. Bush instaurar la Ley Patriótica, intensificar el espionaje a sus ciudadanos y justificar invasiones en Medio Oriente. Hoy, el fantasma venezolano cumple un papel similar: desplazar la atención de los problemas internos y galvanizar Las implicancias para América Latina son profundas.
Una eventual intervención, incluso indirecta, afectaría la esfico se convierte en la justificación ideal para una estrategia más amplia de Guzmán o las FARC fuecontrol geopolitico y para tabilidad regional y poncomo Colombia, Chile, ron nombres recurrentes dría a los países vecinos Perú y Brasil, generanla proyección de poder en en la difícil disyuntiva de do presiones sociales y políticas que ningún discurso militar resolverá.
El verdadero desafio no es militar, sino político y diplomático: ¿ cómo acompañar una transición en Venezuela sin caer en intervenciones coloniales ni en la indiferencia frente al sufrimiento de millones de personas? Esa es la pregunta que debería guiar la acción regional.
Hoy, mientras Trump intenta revivir una lógica de Guerra Fría y Maduro responde con retórica nacionalista, lo que está en juego no es solo el destino de Venezuela, sino también la capacidad de América Latina de construir una voz propia frente a las potencias.
El desenlace dependerá menos de la fuerza de los buques estadounidenses y más de la fortaleza de la política regional para evitar que el futuro de uno de sus países quede atrapado en una vieja estrategia: la del enemigo externo como herramienta de poder..