Editorial: Un deber ineludible para enfrentar el invierno
Editorial: Un deber ineludible para enfrentar el invierno que puede afectar a familias enteras, generar licencias médicas masivas e incluso obligar a cerrar temporalmente salas cuna o cursos completos. Por ello, reiteramos el llamado urgente a padres, madres y cuidadores: vacunar a los niños es un acto de responsabilidad y amor. No es solo una medida individual, sino un compromiso con la salud de toda la comunidad. La vacunación gratuita está disponible en centros de salud familiar y dispositivos móviles en barrios y escuelas, y no requiere más que decisión y voluntad. El compromiso de las autoridades debe ir de la mano con campañas educativas claras y persistentes, que combatan la desinformación y refuercen la confianza en la inmunizacion. Pero el mayor esfuerzo está en las manos de la ciudadanía. No esperemos a que nuestros hijos se enfermen para reaccionar, La protección empieza en casa. Que este invierno no se convierta en un drama evitable. Vacunar es prevenir, cuidar y construir comunidad. El invierno llegó con fuerza. Los cuadros respiratorios han ido en aumento semana a semana, con una alta presencia de virus como el sincicial, la influenza y el adenovirus, que afectan con mayor intensidad a la población infantil. Esta realidad ha puesto bajo fuerte presión al sistema de salud, particularmente a los servicios pediátricos. En este contexto, no hay herramienta más efectiva para prevenir complicaciones graves y descongestionar la red hospitalaria que la vacunación. La evidencia científica lo respalda: inmunizar a los niños no solo disminuye la probabilidad de enfermar, sino que también reduce los síntomas graves, la necesidad de hospitalización y el riesgo de fallecimiento. Sin embargo, preocupa la baja cobertura de vacunación en grupos clave, especialmente en lactantes y niños que asisten a jardines infantiles, donde la interacción diaria con otros menores aumenta exponencialmente las probabilidades de contagio. Basta un caso positivo para desencadenar un brote. Es imperioso que madres, padres y cuidadores vacunen a sus hijos, especialmente los más pequeños, como medida clave para evitar contagios, hospitalizaciones y brotes en jardines infantiles.