COLUMNAS DE OPINIÓN: Salvar el cielo, impulsar la energía
COLUMNAS DE OPINIÓN: Salvar el cielo, impulsar la energía Columna Cristian Rodríguez Director Instituto de Políticas Públicas Salvar el cielo, impulsar la energía úturar, en un mismo desierto, la mayor radiación solar medida y el cielo máslímpido para asomarse al origen del cosmos? Antofagasta ostenta ese doble privilegio. Hoy, sin embargo, su ventaja comparativa se volvió dilema: el megaproyecto INNA-US$ 10.000 millones para producir hidrógeno y amoníacoverde-chocaconlos telescopios de Paranal, el futuro ELT y el CTA. La ecuación es incómoda: si alumbramos el futuro energético, ¿apagaremos la ventana al universo? La conversación suele enredarse en un falso antagonismo.
Quienes impulsan el INNA elevan pancartas de empleo, descarbonización y liderazgo exportador; los astrónomos, porsu parte, recuerdan que el desierto chileno concentra más de 70% de lainfraestructura óptica global, una plataforma científica imposible dereplicar. ¿Por qué elegir entre dos motores de desarrollo cuando ambos nacen de la misma geografía? El problemano es el proyecto, sino la gobernanza: carecemos de reglas territoriales clarasque premien la buena ubicación y castiguenlamala, de unárbitrocapaz de conciliar luces industriales y cielos oscuros sin empantanarse en trámites infinitos. En teoría, la norma lumínica chilena es la más exigente del mundo. En la práctica, regula luminarias pero deja fuera la turbulencia atmosférica de miles de aerogeneradores, el polvo portuario o la luminosidad de las antorchas. El Servicio de EvaluaA Cs regiones del planeta pueden presumir de capción Ambiental recibió 659 observaciones que claman por mover la planta 50 km. AES Chile replica quela ley no obliga a reubicar y queel tiempo esoro. Ambos tienenrazón parcial y, justamente por eso, ambos corren riesgo de perder. Si imponemos el trasladosin hoja de ruta energética, lasinversiones verdes serán aotra latitud; si aprobamos sin garantías científicas, el prestigio astronómico podrían evaporarse. Superar esta trampa exige una gobernanza multiescalar y prospectiva. Primero, la región necesita una Evaluación Ambiental Estratégica que fije "corredores energéticos" y "corredores astronómicos" con radios de exclusión.
Segundo, la creación deun canon de co-existencia --un porcentaje de las ventas de combustibles verdes dirigido a financiar monitoreo satelital de cielos, vestigación óptica y becas STEM alinearía incentivos y daría visibilidad al costo real de las externalidades. Tercero, se requiere una Mesa de Gobernanza Cielo Energía presidida por el Gobier no Regional, con participación paritaria de empresas, academia, comunidades y agencias estatales, dotada de autoridad. El beneficio es múltiple: la industria gana certeza regulatoria; la ciencia asegurasu horizonte; la ciudadanía recibeempleo y formación; el Estado consolida su reputación de terreno fértil-no para conflictos-sino para convergencias inéditas. Antofagasta poría enviar al mundo un mensaje distinto: aquí aprendimos ailuminarel planeta sin apagar las estrellas. minarel planeta sin apagar las estrellas. minarel planeta sin apagar las estrellas.. - - -