Editorial: Avances en torno a la inclusión
Editorial: Avances en torno a la inclusión S egún el Estudio Nacional de Discapacidad, 2,7 millones de personas adultas viven con alguna discapacidad fisica o mental. La mitad tiene una disminución importante de su funcionalidad o graves dificultades para realizar en forma autónoma actividades esenciales de la vida cotidiana. La participación laboral de esas personas sigue siendo limitada, pese a los avances con algunas legislaciones. En Chile se han gestionado avances normativos que buscan eliminar la discriminación arbitraria.
Pese a esto, las personas en situación de discapacidad aún enfrentan barreras significativas en materia de accesibilidad, empleo y educación, sumado a que la infraestructura de los espacios públicos no está diseñada para responder a sus necesidades, lo que genera exclusión y dependencia. La ley Nº 21.015, que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral, comenzó a regir el 1 de abril de 2018. Además, busca proteger la inclusión laboral de personas con discapacidad en el ámbito público y privado.
Es cierto que las legislaciones sobre inclusión ha ayudado a los discapacitados, pero aún falta por avanzar, en especial respecto a la fiscalización de cuotas de contrataciones de personas en empresas y en igualdad de condiciones económicas. Además, una normativa puede transformarse en letra muerta si no hay un compromiso para incluir a ese segmento de la población, respetar sus derechos y darle las oportunidades necesarias. Además, el estigma y falta de conciencia social refuerzan prejuicios que obstaculizan una integración plena. Por lo mismo, la inclusión debe ir más allá de lo legislativo y fomentar una cultura que valore las habilidades de cada marviduo. Esta es una responsabilidad del Estado.
No basta con avances normativos, es necesario implementar estrategias efectivas, asignar presupuestos adecuados y fomentar un cambio cultural que garantice que nadie se quede atrás.. Una normativa puede transformarse en letra muerta si no hay un compromiso cultural de parte de la ciudadanía. E Editorial