“Que el FA no vaya a una primaria suena muy oportunista, y puede ser el inicio del fin”
Paula Pincheira M.
Para mí, desde el punto de vista de facturación, el mejor gobierno ha sido el segundo de Piñera”, lanza de entrada Carlos Correa Bau, cuando nos recibe en su oficina de Tobalaba con Providencia y nos cuenta de su emprendimiento personal, ya hace 10 años, cuando dejó La Moneda. Qualiz, su empresa, se dedica a hacer asesorías comunicacionales —básicamente ala empresa privada— y encuestas. También tiene una vertiente ambiental, donde trabaja con una excompañera de Ingeniería Industrial de la U. De Chile. “Yo creo que sacando la cuenta, acá han trabajado más de 30 personas. La gran mayoría han sido muy buenos trabajadores. Cuando hacemos concurso público, pongo un aviso en Linked In y llegan muchos currículum. Gente que ahora está en la Secom, o en consultoras grandes.
Eso me pone muy feliz”, cuenta. —¿ Y por qué crees que te fue mejor en el gobierno de Piñera 11? —A ver, el Estado no es mi fuerte, no es el porcentaje más importante de facturación que tenemos. Por lo menos en los organismos en los cuales yo trabajé, la decisión era contratar lo que hubiera en el mercado a buen precio. Tenían lógicas más comerciales, menos ideológicas. Lo que siempre vi es que llamaron a licitaciones que eran competitivas, que no eran arregladas. Y además no tengo mala opinión del gobierno Piñera.
Puedo tener algunas diferencias; no voté por él, pero no es una figura que me genera mala onda. —¿ Y este Gobierno? —Me genera más crítica este Gobierno, por el que voté, en términos de manejo comunicacional que el gobierno de Piñera. Ahí hubo desaciertos, todo el estallido social fue una fiebre de desaciertos. En cambio acá tenemos más críticas al tema comunicacional. Pero no es porque no me hayan contratado. También he trabajado para este Gobierno. Mi facturación con la administración de Boric no ha sido cero. No soy Tironi ni nada, pero sí he trabajado en cosas pequeñas. Hicimos un estudio sobre percepciones ciudadanas respecto al crimen para Interior, con Tohá. También unos estudios para Trabajo relacionados a cómo se percibía el tema de la reforma. Y coaching para un par de organismos técnicos. —¿ Por qué te fuiste al sector privado? Eras subdirector de la Secom en Bachelet. —Yo ahí me quedé un tiempo largo de subrogante. Nunca fui titular. Y me fui pues estaba muy cansado. Y obviamente, si ya es largo el tiempo de subrogante es porque no te van a nombrar. Y las razones no tenían que ver con el desempeño, sino con otras consideraciones que dan lo mismo a estas alturas... —¿ De qué tipo? —Consideraciones de tipo biográficas. Pero era lo mismo, yo a esas alturas estaba cansado y profundamente en desacuerdo con el realismo sin renuncia. Y uno tiene que aprender a cerrar la puerta por afuera. El Gobierno después lo corrigió cuando se fueron Jorge Burgos y Marcelo Díaz, y llegaron Paula OS EE una primaria suena muy RS Es ingeniero, analista y exsubdirector de la Secom. Acá habla de cómo fue emprender en las asesorías, sus facturas con los distintos gobiernos y de su amiga Maya, con quien vivió el exilio en Cuba. Narváez y Mario Fernández. Lo que no podía hacer el gobierno de Bachelet era abandonar el espíritu de la reforma... Yo estaba completamente en desacuerdo, pero era un pinche funcionario.
Era la hora de partir. —Dices que no te nombraron como titular Secom y mencionas razones biográficas. ¿ Sientes que ha pesado la biografía en tu carrera profesional? (Es hijo del exministro de Aylwin, Enrique Correa) —O sea, nunca nadie me lo dijo así oficialmente porque son temas delicados, pero uno es lo que es, con las cosas que uno trae, las mochilas, y en función de eso también construye. Y en lo que uno hace le va bien en la medida que hace un uso eficiente de eso. Yo, más que quejarme de la circunstancia A o B, que son cosas que uno no puede cambiar, trato de hacerlo lo mejor posible. Me han pasado cosas bastante peores por razones biográficas, como el exilio, así que esto da un poco lo mismo. De hecho salí y he tenido una bonita carrera como emprendedor y soy muy feliz. quieren en A Carlos Correa se explaya contando su salida de La Moneda. “Salí a buscar pega y mandé currículums, hablé con headhunters. Soy ingeniero civil de la Chile, tengo un posgrado, igual tengo experiencia. Mientras buscaba pega empecé a pitutear... Me llegó primero un caso, después otros de temas comunicacionales. Y cómo son las cosas; primero el café de la esquina, después una oficina compartida, después una rentada, y ahora ésta que es de nosotros y estamos viendo si nos ampliamos. No es un negocio para hacerse rico, pero ha dado para vivir, para comer.
Y ha dado empleo”. —Si te hubiesen llamado a algún cargo en este Gobierno, ¿habrías aceptado? Has sido muy crítico de la Secom. —No creo que me hubiesen llamado, no soy del perfil que quieren tener a su alrededor. FOTOGRAFIA: CLAUDIO CORTES yo estoy dedicado completamente a mi vida profesional y también hay un tema de edad. Tengo 54 años y después de salir, reconstruir, no es tan sencillo. Pero bueno, no ocurrió tampoco y estoy bastante aliviado porque habría sido difícil.
En todo caso, cuando me llamaron a prestar servicio al país y al Gobierno en el comando del En Contra (2023) fui, así que ya está hecho el servicio militar. —¿ Cómo compatibilizas tu experiencia de vida ligada a la izquierda, con la crítica que muchas veces haces en tu columnas a ese mundo? La última vez comparaste a Carolina Tohá con Zelensky. —Ah, pero Zelensky es un hombre amado por el mundo, el campeón. Y te quiero decir que en el equipo de la Tohá no se sintieron ofendidos. Sé que lo leyeron como una crítica constructiva, porque me lo plantearon. “Yo trato de ponderar y no sobreexponerme —continúa—. Ahora estoy a punto de sacar un libro con la editorial Planeta, una aventura increíble. Cuando me lo ofrecieron no lo podía creer. Evidentemente uno siempre tiene un sesgo, pero trata de no ser participante, porque la gente se aburre de tanto partisanismo. Nosotros en Comando Jungle tratábamos de poner la pelota al piso. Con Gonzalo Miller, Pirincho Navarrete y Camilo Feres teníamos una frase: “Primero digámonos la verdad y después nos mentimos”. —¿ Quiénes son tus amigos en política? —Tengo buenas relaciones con políticos de distintos colores. Por ejemplo, le tengo mucha admiración, respeto y cariño a Pablo Zalaquett. Siento que fue injustamente atacado cuando salió lo de las comidas; se le ridiculizó y salieron todos a pegarle, varios por envidia.
Hasta que la Contraloría dijo lo obvio, no hay ninguna acción ilegal. —Eres muy amigo de la exministra Maya Fernández, con quien compartiste exilio en Cuba y hasta celebran cumpleaños juntos. —Con Maya tenemos una biografía común, nos conocemos de niños en Cuba. Tenemos la misma edad, así que nos veíamos harto en los recreos y después en otras cosas. La biografía del exilio es un asunto muy doloroso, sobre todo cuando uno es niño. Es distinto porque nosotros nos fuimos al exilio sin ser responsables de nada. A me dieron papeles nunca, siempre fui una apátrida, un traidor al país. Y yo en la UP era una guagua, y para al golpe tenía dos años y medio. ¿Qué daño puedo haberles hecho? Eso pesa en quienes vivimos el exilio, entre ellos la Maya.
La quiero muchísimo, la quise cuando no era famosa, la seguí queriendo cuando era famosa y cuando deje ser famosa también. —¿ Te pareció injusta su salida de Defensa?—Creo que la ministra no tuvo ninguna participación en los hechos. Maya no es abogada, es veterinaria.
Cuando dicen por qué no preguntó en el ministerio... bueno, porque era un tema personal (la venta de la casa de Allende). Ella está en la sucesión porque su mamá murió, se olvida la tragedia, y por tanto, ella y su hermano son herederos. Y lo que hicieron fue darle la firma a un abogado que supuestamente era de confianza. Y el abogado de confianza se entendió con 40 Mi facturación con la administración de Boric no ha sido cero. No soy Tironi ni nada, pero sí he trabajado en cosas 6h Empatar a un asesor (Crispi) con la ministra de Defensa, es como empatar un alfil con una reina.
Son piezas de distinto valor”., abogados del Estado y nunca nadie dijo “esto no se puede hacer”. Entonces, y sé que estoy hablando desde el afecto, no logro ver la racionalidad de culparla a ella. ¿Dónde violó la ley? De hecho, era una muy buena ministra de Defensa. Los militares la valoraban mucho. —¿Fue un empate con la salida de Miguel Crispi? —Pero si un Gobierno saca a la ministra de Defensa para empatar... no sé, no me resulta lógico. La oposición presenta una acusación constitucional y el Gobierno inmediatamente la saca. Yo he escuchado también esa tesis de que hubo un cierto empate debido a que tenían que sacar a Crispi. Pero empatar a un asesor con la ministra de Defensa... es como, no sé, empatar un alfil con una reina. Son piezas de distinto valor. Pero bueno, la Maya está en política y los que están en política saben que esto es así. Y ella tiene el cuero duro. “Como soy ñoño, me levanto los domingos a leer columnas” —¿ Quiénes son buenos analistas en la derecha? —Yo antes tenía la práctica de comentar las columnas en un hilo en Twitter. Soy un adicto al columnismo. Todos los domingos me levanto temprano a eso. Hay gente que se levanta a ver el fútbol o la Fórmula 1. Yo, como soy ñoño, me levanto a leer columnas. Dejé de comentarlas en Twitter porque varios se enojaron, algunos me escribieron insultos, un par me bloqueó... y tampoco me gustar peleando. Pero ¿ sabes qué? Lo voy a retomar porque harta gente, incluso algunos senadores, me han dicho que igual les ahorraba tiempo, jajaja. Hay varios columnistas de derecha que encuentro que son gente muy aguda. El primero, que tuve el honor de tenerlo como copanelista en radio Pauta, es Gonzalo Cordero. Es brillante, siempre deja entrever cosas de la derecha, pero hay que saber leerlo. Claudio Alvarado del IES, lo tira sin anestesia. Y del IES, también Josefina Araos.
Me río con el humor ácido, aunque a veces se le pasa la mano, de Cristián Valenzuela (republicano). Tiene buena pluma. —¿ Y qué encuestas te parecen serias y cuáles no? —La que más me gusta es la Cosa Nostra, de Alberto Mayol. No circula mucho pero se mete en temas profundos y tiene datos certeros. También los estudios del COES. Y de las que aparecen en medios, Criteria, Cadem, porque hacen un esfuerzo por mantener series de tiempo. La otra muy buena es Datavoz. Las que no me gustan —y no voy a mencionar a nadie para que no se enojen—, es cuando intentan crear un estado de opinión y los encuestadores no dicen que les están pagando.
Me acuerdo de una que inflaba a Paula Narváez, y el señor que la hacía nunca contó que le habían pagado para eso. —Y ahora además de asesorías, columnas y encuestas, lanzarás un libro en abril llamado «Error en el sistema». —La idea partió por las columnas, pero no es una recopilación de columnas, son capítulos sobre la política que hemos visto desde 2015 en adelante. El punto de partida es el cambio del binominal por el proporcional; se dijo que era un salto cualitativo y no ha sido así. El libro es una serie de episodios sobre la crisis política en Chile. Tengo un capítulo que se llama Comando Jungle, y otro sobre el caso Caval. Si este libro sale bien, tengo pensados dos temas más. Yo no soy figura, soy el narrador. Mi rol es de vigía, del que observa, conoce a toda la gente, escucha, vive historias. /*CITA Si La Moneda fuera poderosa, estaríamos en un mundo bastante malo. Nadie se puede ufanar de tener el 60% en contra”., /*FINCITA —Vamos un poco a la política. ¿Cómo ves el oficialismo? —Creo que vamos a tener la campaña más ruda de la historia de Chile. De los dos lados. Primero, la derecha va en camino a una guerra civil germánica, como dijo Max Colodro. Y el problema de la centroizquierda es que está castigada por la intrascendencia, por un Gobierno que aunque ellos se ven que lo están haciendo muy bien, un 60% de la población cree lo contrario.
Este rechazo es mayor al que tenía Piñera en su peor momento. —Boric se ufana del 30 % de apoyo que tiene. —El 30% no es mayoría, y en Chile la política tiene que tener vocación de mayoría. El Gobierno ha tenido momentos buenos. En pensiones, se salió del cajón del 30% y del discurso contra las AFP y fue a buscar un acuerdo para hacer una reforma; salió la que salió y está muy bien. El propio ministro Marcel, cuando sale de la caja, también está bien. Por suerte La Moneda tiene poco poder y ha permitido que un ministro sectorial sea muy bueno. Porque si La Moneda, con esta locura de comunicación que tiene, fuera poderosa, estaríamos en un mundo bastante malo. Nadie se puede ufanar de tener el 60% de la población en contra. Eso es fatal para las elecciones y es complicado para las candidaturas. Pero hay una ventaja, que es mucho más fácil para el oficialismo armar una primaria buena. Mi sueño ha sido una primaria Tohá, Jeannette Jara y Marco Enríquez. Si ME-O quiere participar, lo debieran meter porque le pone sabor. Pueden marcar menos que la derecha, pero es un ejercicio democrático y le hace bien a la política. En el oficialismo no todo está perdido.
Y al frente está la batalla germánica. —Hasta ahora no hay candidato del Frente Amplio, el partido del Presidente, y algunos temen que sea un Gobierno que no quiere o no se supo proyectar. —Eso me parece bastante grave y hace reflexionar sobre su verdadera vocación de poder. Porque hace pensar que están esperando la debacle de la izquierda para que ellos surjan después como los únicos sobrevivientes. Entonces Tohá salió al sacrificio, Jara lo mismo, y ellos dicen “nosotros no estuvimos en la derrota y la próxima vez volvemos al poder”. Las explicaciones que uno escucha es que no quieren quemarse.
Suena muy oportunista, poco coherente con su propia historia y puede ser el inicio del fin, porque pierden su marca consolidada, que era atreverse. ¿Y si ya no son atrevidos, cuál es la gracia que tienen? Para eso voto por los socialistas o por los comunistas.