Autor: NICOLÁS GARCÍA DE VAL
Abogados, políticos e instituciones: Trump usa su poder contra oponentes dentro y fuera de EE.UU.
Abogados, políticos e instituciones: Trump usa su poder contra oponentes dentro y fuera de EE.UU.
El segundo gobierno de Donald Trump ha estado marcado por el uso intensivo de prerrogativas presidenciales, más ampliamente que sus antecesores, tanto para cumplir con promesas cruciales para su electorado, como para arremeter contra lo que percibe como adversarios para su proyecto político. Ejemplo de esto son los aranceles que impuso ayer incluso a naciones aliadas, así como los amplios despidos y recortes de fondos en diversas instituciones.
Detrás de estos esfuerzos están las órdenes ejecutivas, una atribución constitucional de los presidentes, pero que con Trump ha alcanzado nuevas alturas: desde que llegó al gobierno, ha firmado 107, más que ningún otro mandatario anterior.
Estas medidas han tenido un foco amplio, pero “parecen estar dirigidas a desmantelar funciones del gobierno a las que los aliados políticos de Trump se oponen ideológicamente”, según Jennifer Victor, analista política de la George Mason University. Tema prioritario de su gobierno, la inmigración irregular fue el primer blanco. Al inicio de su gestión lanzó una campaña de deportaciones justificada en que el flujo y la presencia de extranjeros indocumentados representan una amenaza para la seguridad nacional. En ese caso se incluyen las expulsiones de ciudadanos mayoritariamente latinoamericanos, en particular la de venezolanos identificados por el gobierno como miembros del Tren de Aragua o de salvadoreños como integrantes de las maras.
Los primeros meses del gobierno también han estado marcados por una ola de despidos en entes públicos, como el Departamento de Salud (10.000 desvinculaciones fueron anunciadas la semana pasada) y el de Educación (cerca de 1.500 personas fueron removidas de sus puestos). En ese mismo ámbito, Trump ha retirado fondos o amenazado con hacerlo a algunas instituciones de educación superior (públicas y privadas) por permitir que en sus campus ocurran protestas estudiantiles contra la campaña israelí en Gaza. El gobierno ha calificado muchas de estas manifestaciones como “ilegales” y ha asegurado que impulsan un clima inseguro para los estudiantes judíos.
Antes de asumir el gobierno, Trump había criticado como lo ha hecho gran parte del Partido Republicano que la ideología “woke” se había tomado los campus y prometió arremeter contra el “adoctrinamiento izquierdista” en las universidades. En particular, muchos críticos del panorama universitario en EE.UU. apuntaban a protestas incluyendo boicots de deportistas que generaron tensiones en esas comunidades.
La Fiscalía General (cuyo jefe es nombrado por el Presidente) también ha dicho que investigará las políticas de admisión de varias universidades por, supuestamente, estar favoreciendo a minorías en base a políticas de diversidad, equidad e inclusión. Además, ha deportado o retirado las visas a estudiantes universitarios extranjeros que habían participado de protestas contra la guerra en Gaza y que, según la Casa Blanca, estaban fomentando el antisemitismo en sus instituciones. La administración también ha dicho que habrá más control sobre museos y sitios históricos ante los esfuerzos de administraciones anteriores por “reescribir la historia” del país.
Un Presidente que “va más allá” que otros Si bien algunas de estas órdenes ejecutivas son generales otras tienen nombre y apellido, como las contra Wilmerhale, Jenner & Block, y Paul Weis; bufetes de abogados que, según los documentos firmados por Trump, han “hecho un arma del sistema legal”. En la práctica, las medidas han afectado especialmente a los que han contratado a abogados involucrados n Cancelan visa de expresidente de Costa Rica El gobierno estadounidense canceló ayer la visa estadounidense al expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz Óscar Arias.
El político fue informado en un correo en el que no se le dijo la razón, según France Presse, pero Arias ha criticado la política de deportaciones de migrantes y las medidas arancelarias de Trump, así como el trato que dio al mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.
En una entrevista con EFE, Arias prefirió no hacer “conjeturas” sobre los motivos que tuvo el gobierno de Trump y dijo respetar la decisión, aunque sí dejó claro que si se trata de una represalia por expresar lo que piensa, no será silenciado. ESSERPECNARF en las investigaciones contra las acciones que tomó durante su primer gobierno y contra sus empresas, según The New York Times.
“Los presidentes han usado su autoridad administrativa para acosar a sus críticos de manera limitada, pero Trump está yendo mucho más allá de lo que otros han hecho”, planteó Todd Belt, director del programa de Gestión Política de la Universidad George Washington, quien destaca también “nuevas formas” en las que Trump ha ejercido el poder presidencial, como lo que ha hecho con los bufetes de abogados, “algo que nunca se había hecho antes”. Para Victor, “la oleada de órdenes ejecutivas está fuera de lo común en términos de intensidad, frecuencia y magnitud”. Medidas de presión contra socios y rivales Los esfuerzos de Trump por estirar sus atribuciones presidenciales no se han limitado a EE.UU.
“El 2 de abril de 2025 será recordado por siempre como el día en que la industria estadounidense renació”, dijo ayer al confirmar una ronda de aranceles de a China (34%), Japón (24%), la Unión Europea (20%) y Chile (10%), entre otros. Son las medidas económicas más recientes anunciadas por el mandatario, que ha hecho de los impuestos a las importaciones uno de los sellos de su gobierno. Los aranceles han llegado tanto a rivales estratégicos de EE.UU., como China, como a socios tradicionales del país que, según Trump, están afectando negativamente a la potencia norteamericana.
Y aunque ayer no los puso en la lista, es el caso de México y Canadá, acusados por el republicano de no controlar el creciente número de personas o drogas que, según él, atraviesan sus fronteras.
Aquí también juegan un papel las órdenes ejecutivas, como la que firmó Trump a fines del mes pasado para imponer aranceles del 25% a los productos provenientes de países que importen petróleo de Venezuela, un gobierno contra el que el republicano ha tomado medidas directas.
En el plano internacional, Trump también desmanteló casi totalmente a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), reduciendo drásticamente su planilla de empleados y dejándola totalmente a cargo del Departamento de Estado pues, según su gobierno, múltiples programas del organismo enfocados en ayuda exterior no habrían actuado a favor de la “estrategia nacional”, sino “en contra”, según dijo el secretario de Estado, Marco Rubio.
Según Ross Baker, politólogo de la Universidad de Rutgers, probablemente Trump no usó tan intensamente estos poderes en su anterior paso por la Casa Blanca se debe en parte a que él tenía menos preparación en 2017. Para Belt, hay una explicación adicional.
“Trump tiene más adversarios percibidos y menos personas a su alrededor que le digan que no”, plantea el analista, quien destaca que en su primer gobierno contaba con asesores con experiencia y que “respetaban las limitaciones constitucionales”. “Ahora, Trump está rodeado de leales que están menos interesados en actuar de manera constitucional”, resume el académico. Un centenar de órdenes ejecutivas firmadas desde el 21 de enero. El Presidente ha tomado medidas que, según expertos, estiran las atribuciones del Ejecutivo. Un centenar de órdenes ejecutivas firmadas desde el 21 de enero ayer una nueva ronda de aranceles a varios países.