Autor: NICOLÁS GARCÍA DE VAL
Trump multiplica sus frentes abiertos con instituciones públicas y privadas de EE.UU.
Trump multiplica sus frentes abiertos con instituciones públicas y privadas de EE.UU.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha estado marcado por m ú l t i p l e s d i s p u t a s abiertas con diferentes instituciones de EE.UU. que son críticos de su agenda o no siguen las orientaciones del gobierno. Cansado de su negativa a bajar las tasas de interés, el Presidente sumó ayer a la Reserva Federal (Fed) a la lista, que incluye a universidades, medios, jueces y gobernadores.
Trump ha pedido varias veces a la Fed que baje las tasas de interés, pero la última negativa de su jefe, Jerome Powell, de hacerlo, desató la irá del mandatario que ayer llamó a que deje el cargo. Las críticas del Presidente contra la Fed no son algo totalmente nuevo. Cuando fue elegido por primera vez en 2016, Trump se lanzó contra la entonces presidenta del organismo, Janet Yellen, por, supuestamente, dirigirlo según su postura política. “Debería estar avergonzada”, dijo en ese entonces. Las tensiones entre ambos se mantuvieron, hasta que Yellen dejó el cargo para dejar espacio al nominado de Trump: Jerome Powell.
Lo que sí marca una diferencia esta vez es lo reiterado de los cuestionamientos a ese organismo, y los múltiples frentes simultáneos que tiene abiertos Trump con distintas instituciones que se niegan a implementar sus órdenes ejecutivas. Uno de los mayores frentes es el judicial. Desde enero, varios jueces de distrito han bloqueado algunas de las medidas más polémicas de Trump, en un conflicto que no para de escalar.
Hasta ahora, al menos 78 sentencias han bloqueado o congelado tempor a l m e n t e l a s i n i c i a t i v a s d e Trump, quien ha cuestionado duramente a los jueces, incluso llegando a pedir que el que falló contra sus vuelos de deportación, James Boasberg, fuera sacado del cargo. Esto último le ganó una reprimenda pública del jefe de la Corte Suprema, John Roberts.
“Más confrontacional” que en el pasado El miércoles la disputa escaló luego de que Boasberg dijera que “hay causa probable” de que miembros del gobierno cometieron desacato penal al ignorar el fallo que emitió en marzo para detener los vuelos de deportación. “No entiendo cómo los jueces pueden quitarle esa autoridad (en temas migratorios) a un Presidente”, lanzó ayer Trump durante un encuentro con la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni.
“Trump ha sido mucho más confrontacional en su segundo mandato y ha sido más confrontacional en sus relaciones con la justicia federal que ningún otro Presidente en la historia”, aseguró Richard Bensel, analista de la Universidad de Cornell Los tribunales también son escenario de la disputa de Trump con los estados.
El gobernador de California, Gavin Newsom, demandó el miércoles al gobierno central para impugnar la autoridad del Presidente para imponer aranceles generalizados, luego de que el Ejecutivo anunciara impuestos a las importaciones de decenas de países.
Otros gobernadores también se han enfrentado a Trump, como las de Nueva York, Kathy Hochul, y Nuevo México, Michelle Luján Grisham, quienes este mes emitieron un comunicado conjunto criticando lo que llamaron un intento del gobierno federal por “arrebatar a los estados su autoridad constitucional”, luego de que Trump pidiera al Departamento de Justicia identificar, y detener, cualquier ley local que impidiera el desarrollo energético. La gobernadora de Maine, Janet Mills, también tuvo un encontrón con el gobierno, cuando, durante un evento oficial, Trump la criticó por negarse a implementar su prohibición a que atletas trans participen de competiciones femeninas. “Nos veremos en la corte”, le dijo entonces Mills. Y así será, pues el miércoles la administración demandó al gobierno estatal.
Que estados tengan disputas con el gobierno central “no es nada nuevo, pues son tan viejas como el país”, según Jennifer Victor, analista política de la George Mason University, quien plantea que la diferencia hoy es que “estas disputas están trazadas a lo largo de las líneas partidistas”, lo que explica las peleas de Trump con estados gobernados por demócratas.
Todd Belt, director del programa de Gestión Política de la Universidad George Washington, agrega otro elemento para explicar la disputa al plantear que en los últimos años “los estados y los gobiernos locales se han vuelto más activos al intentar establecer políticas en áreas que típicamente están reservadas al gobierno federal”. Agencias bloqueadas y fondos cortados Los frentes de Trump con instituciones y organizaciones también salen de la política. Es el caso, por ejemplo, del que tiene abierto con la prensa. Por años, Trump ha criticado a los medios como promotores de “noticias falsas”, pero la enemistad se potenció con su regreso a la Casa Blanca, con reiteradas críticas y demandas cruzadas. La agencia The Associated Press ha estado en el centro de esta disputa. Luego de que Trump le prohibiera tener acceso a la Oficina Oval por negarse a respetar una de sus órdenes ejecutivas para llamar Golfo de América al Golfo de México, la agencia demandó al gobierno. Un juez le dio la razón a The Associated Press y dijo que la Casa Blanca había violado su libertad de expresión al excluirla. Ante lo cual, el gobierno de Trump presentó el martes una nueva política para la sala de prensa que reduce drásticamente el acceso que tienen a él esa agencia, además de Reuters y Bloomberg News.
Todos estos frentes se vieron potenciados esta semana, pero sin duda el que se ha tomado la agenda en el país es el que tiene abierto Trump con algunas de las más prestigiosas universidades de EE.UU., a las que ha quitado o amenazado con arrebatar el financiamiento si se niegan a aplicar las normas que ha firmado. Algunas de las universidades afectadas son Columbia, Harvard, Pensilvanis, Princeton, Cornell y Northwestern.
Trump estima que esas casas de estudio no han tomado medidas para combatir el antisemitismo y el adoctrinamiento ideológico en sus pasillos, especialmente luego de que varios fueran el centro de protestas contra Israel por la guerra en Gaza. Algunas universidades, como la de Columbia, han cumplido las exigencias del gobierno para intentar recuperar los fondos, mientras que otras, como Harvard, se han negado a hacerlo. En total, la administración de Trump ha retirado, o amenazado con sacar, más de US$ 12.000 millones de fondos para los centros de educación superior, de acuerdo a The New York Times. SSERPDETAICOSSAEHT SUSPENDIDAS Al menos 78 de las órdenes ejecutivas de Trump han sido bloqueadas total o temporalmente por sentencias judiciales. De la Fed a las universidades:. El Presidente se enfrenta a jueces que han bloqueado sus medidas, a casas de estudios y a gobernadores demócratas. De la Fed a las universidades: de las universidades que se ha negado a aceptar las medidas de Trump. En la foto, una manifestación de estudiantes y profesores ayer.