Autor: PILAR VÁZQUEZ, LA NACIÓN/GDA.
700 Mil hectáreas bajo el agua en Argentina
700 Mil hectáreas bajo el agua en Argentina Las inundaciones en el centro oeste bonaerense siguen sin dar tregua y recrudecieron tras las últimas lluvias: según imágenes satelitales que analizaron en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), 711.343 hectáreas en la región se encuentran bajo el agua o anegadas, lo que afecta a la producción agropecuaria.
De ese total, casi la mitad de la superficie se concentra en apenas tres partidos Bolívar, Carlos Casares y 9 de Julio, que reúnen unas 319.000 hectáreas afectadas, el 45% del área comprometida en los diez distritos relevados por la entidad ruralista.
La combinación de lluvias muy por encima de lo normal en lo que va del año que se prolongaron en el invierno, cuando las bajas temperaturas reducen la evaporación, sumada a la falta de obras, según los productores, y el escaso mantenimiento de la infraestructura existente, agravó la situación y dificultó el drenaje o escurrimiento del agua. Vale recordar que, hace unos meses, en toda la provincia se llegaron a contabilizar unos 2 millones de hectáreas bajo el agua. En la región hay lugares donde no se pudo sembrar trigo y otros donde está en riesgo la próxima siembra de soya y maíz, que se hará en los meses venideros. La cosecha de la campaña pasada todavía no terminó y, en muchos campos, el maíz sigue en pie porque no hay piso para cosechar ni caminos transitables para sacar la producción. SITUACIÓN CONGELADA “Hace ya tres meses que la situación está prácticamente congelada. Seguimos con todos los problemas”, señaló Pablo Ginestet, secretario de Carbap, autor del estudio. El dirigente advirtió que en buena parte de los campos afectados el agua solo se retirará por evaporación, algo que recién podría ocurrir en noviembre próximo, con el aumento de las temperaturas. “A 30 o 40 días del inicio de la siembra de maíz, toda el área de maíz temprano se verá reducida. Los productores van a esperar a que se acomode el tema del agua para poder trabajar bien los campos”, apuntó Ginestet. El retraso se arrastra desde la campaña pasada: todavía se cosecha maíz y, en algunos lotes, queda soya que ya no es recuperable.
“El problema es logístico: los camiones no tienen piso para entrar a los campos y las cosechadoras también se complican”. En 9 de Julio, el presidente de la Sociedad Rural local, Hugo Enríquez, calculó que de trigo solo se sembró entre el 30% y el 35% de la intención original. “El área más comprometida es el oeste y el sur del partido”, relató. El ingreso por vertientes mantiene alta la napa y las lluvias no se absorben. “En julio pasado los registros fueron inéditos, con 120 a 150 mm, y agosto arrancó con otros 20 a 50 mm. Todo eso quedó en superficie y escurre muy lentamente por el estado de deterioro y abandono del sistema de canales”, explicó. Para Enríquez, el problema no es solo la falta de obras, sino el nulo mantenimiento de las existentes. “Tenemos 1.000 mm en promedio en cuatro meses y medio. Hoy habrá un 5% o 10% de caminos en buenas condiciones; el resto está en mal estado o cortado”, expresó. La logística de la campaña de soya y de maíz está en riesgo: “No tenemos caminos para movernos con la maquinaria. Los caminos se redujeron porque se limpiaron algunos canales y eso achicó la trocha.
Hay tubos rotos, alcantarillas mal puestas y cortes que hacen imposible transitar con sembradoras”. En Carlos Casares, el presidente de la Sociedad Rural, Mario Raymundo, remarcó que la lluvia acumulada no explica por sí sola la magnitud de la crisis. “El problema para circular es lo que no se hizo durante tres años. No se pudo sembrar fina (trigo y cebada) y en julio llovieron 100 mm, algo muy inusual. Eso ya nos compromete la siembra de gruesa que arranca en septiembre. No sembrar fina es como perder una garrocha: no tenés esos salvavidas de diciembre”. El agua también golpea a los tambos. En la zona sur del partido, lindante con Bolívar, un establecimiento tuvo que cerrar. “Allí trabajaban 20 familias. Tuvo que llevar vacas a otros tambos, vender parte del rodeo y cerrar. Es una cuenca cerrada sin drenaje natural”, contó Raymundo. El pronóstico indica que en la actual semana podrían llegar lluvias importantes, justo en el inicio de la primavera, cuando históricamente se intensifican las precipitaciones. “Este año tenemos un invierno extremadamente húmedo, y si sigue lloviendo, todo esto va a empeorar”, advirtió Ginestet.. En la provincia de Buenos Aires no se pudo cosechar maíz ni soya en algunas zonas. Las siembras de la campaña 2025-2026 están en duda. El mal estado de los caminos impidió el paso de maquinaria y camiones para la cosecha 2025.